miércoles, 2 de mayo de 2012

Molestia en el Athletic por la decisión de Florentino Pérez de no ceder el Bernabéu

Desde que Florentino Pérez, como presidente del Madrid, anunció que no podía ceder el estadio Bernabéu para la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic aludiendo a un proceso de obras en el mismo, San Mamés le ha tenido en sus peores oraciones. La decisión del máximo responsable madridista suponía dejar fuera de la cita a 7.000 socios por la diferencia de aforo respecto al estadio Calderón, el escenario del duelo del 25 de mayo.

En el Bernabéu habrían cabido casi todos los del Athletic, que no han olvidado esa negativa. De hecho, en todos los partidos que ha disputado desde entonces el equipo de Marcelo Bielsa, el nombre de Florentino se ha coreado y no precisamente en un ejercicio de juegos florales. Costaba creer que, en plena efervescencia y felicidad rojiblancas, en Old Trafford por ejemplo, las peñas más ruidosas se acordaran del dirigente del Madrid. El clima ha ido creciendo a medida que se acercaba la cita de hoy en La Catedral, donde, además, el equipo blanco podría convertirse ya en el campeón de la Liga.



No se sabe oficialmente si Pérez acompañará hoy a los suyos en un día que puede ser muy señalado. Algunos medios periodísticos aseguraban ayer que el presidente del Madrid no estará en el palco de San Mamés. Su homólogo rojiblanco, Josu Urrutia, liquidó hace unos días el asunto del recibimiento de los hinchas con un lacónico “la afición de San Mamés, tras 114 años de historia, sabrá cómo recibir a Florentino”, aunque, a renglón seguido, añadió que “un hecho puntual no va a cambiar las relaciones entre el Athletic y el Madrid”.



No hay deseo de venganza en el club de Ibaigane. Recientemente, se ha conocido que una empresa de Pérez ha sido la adjudicataria de la construcción de un nuevo campo en las instalaciones de Lezama, la ciudad deportiva del Athletic. El grupo Cobra está integrado en ACS y forma parte de una Unión Temporal de Empresas en la que también participan una empresa vizcaína y otra catalana.

Se da la circunstancia de que tanto el grupo Cobra como la empresa vizcaína Antia Construcciones son miembros de la Fundación Athletic, lo que, en caso de igualdad de ofertas, les daría prioridad respecto a quienes no fueran miembros de la misma. En cualquier caso, desde el club se asegura que la adjudicación se ha decidido, entre 50 aspirantes, por ser la mejor oferta tanto económica como técnicamente. El Athletic ha separado absolutamente la disfunción entre los ánimos sociales y las decisiones coyunturales.



Más hiriente para los entornos más enfadados de la afición bilbaína ha sido el conocimiento de que apenas nueve días después de la final de la Copa del Rey, el 3 de junio, se disputará en el Bernabéu un partido entre los veteranos del Real Madrid y los del Manchester United por la campaña África en el alma. La cercanía entre ambas fechas ha hecho dudar a los aficionados de la veracidad de los argumentos dados por el Madrid para no ceder el estadio para la final contra el Barça.



Todo junto ha encendido los ánimos en San Mamés, habitualmente calientes en las grandes citas y este clásico lo es. El hecho de que el Athletic solo tenga aspiraciones matemáticas, no futbolísticas, para entrar en la próxima Liga de Campeones no quita un ápice de calor al partido, como lo demuestran las largas colas habidas ayer para adquirir una entrada. El estadio estará lleno. Deportivamente, el Athletic lucha por encontrar la quinta posición, que le aligeraría el verano europeo si no consiguiese ganar una de las dos finales en disputa: Copa del Rey y Liga Europa.



Ajeno a este debate, Bielsa tiene problemas más inmediatos. La ausencia, por acumulación de amonestaciones, de Herrera e Iturraspe le rompe la línea media al tratarse de dos titulares indiscutibles en toda la temporada y quizás le obligue a adelantar a Javi Martínez a su antigua posición de mediocentro.

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