La debacle del ascenso

La Segunda División española se rompe. Deportivo La Coruña y Alcorcón podrían perder la categoría en las próximas horas. Los coruñeses, por impagos a los jugadores. Los madrileños, por problemas con su conversión en SAD. Sus puestos los ocuparían, por este orden, Racing de Santander y Huesca.

Imposible de pagar. El Mirandés, pese a que el presidente de la LFP, Javier Tebas, anunciaba en Radio Marca por la tarde que estaba descendido, luchó hasta última hora de la noche para lograr cubrir el capital social que lo mantuviese en Segunda. Jugadores y directiva pusieron los 1,3 millones necesarios que Vicente España, el empresario que se comprometió a aportarlos, no puso. "Hemos cumplido y espero que la Liga nos considere equipo de Segunda", anunciaba anoche el presidente rojillo, Ramiro Revuelta. Ahora, la LFP debe dar el O.K. a dicho proceso.

Además, también se confirmó que el Murcia ocupará la plaza del descendido Guadalajara. Eso sí, el presidente “Grana” Samper tendrá que solucionar las treinta denuncias que ha recibido. En el caso del Alcorcón podrían haberse producido irregularidades en el depósito de los 3 millones de euros para la conversión en SAD. La LFP no tiene probado, a diferencia de lo sucedido con el Guadalajara, que ese dinero se depositara en un principio para sacarlo posteriormente. De ahí que haya solicitado una auditoría. Mañana decidirán en la Comisión Delegada. Si para entonces tuvieran el resultado de la auditoría, podrían tomar ya la decisión de no inscribirle. En caso de no tenerla -lo más probable-, dejarían suspendida su inscripción a falta de los resultados de la misma.

Por su parte, García Pérez, magistrado del Juzgado de lo Mercantil Número 2 de La Coruña, emitió una providencia en la que advierte a la LFP ante la posibilidad de descender al Deportivo de forma administrativa a Segunda B por impagos de los créditos concursales. Insta a la LFP a no tomar decisiones que pudiesen causar un daño que no sería asumible por el club, ya que bajar puede suponer la desaparición de la entidad en su totalidad.

Los jugadores, asesorados por la AFE, siguen reclamando el cien por cien de lo adeudado. No aspiran a cobrarlo ya mismo, pero sí piden garantías de pago para retirar las denuncias que pesan hoy sobre el club que alguna vez se coronara campeón de Liga. El Dépor, que no aceptó la última propuesta de convenio, se reserva acudir a la justicia ordinaria en caso de descenso.