El Betis sorprendió al cuarto clasificado, el Málaga, (0-2) con dos goles en acciones precedidas de estrategia en la primera parte y se aleja del descenso ante un conjunto malagueño que dominó, puso las ocasiones, pero le fue imposible conseguir los tres puntos.
El conjunto malaguista afrontó el partido con una racha increíble de seis partidos consecutivos sin conocer la derrota y con una de las mejores estadísticas como local, treinta y dos puntos conseguidos, siendo el tercer mejor equipo del campeonato en casa.
El Betis, en cambio, llevaba seis jornadas sin ganar, con solamente tres puntos de los últimos dieciocho en juego, que le situaron a siete puntos del descenso, sobre todo después de los dos empates consecutivos en el Benito Villamarín contra el Espanyol y el Racing de Santander.
Dominio absoluto del Málaga en los primeros minutos ante un Betis, bien situado, sin errores e intentando salir con rapidez al contragolpe para sorprender a la defensa malaguista. En veinte minutos escasos acercamientos a las áreas de ambos equipos lo que definía un partido soso y algo aburrido.
El Málaga jugaba por las dos bandas, cargando el juego algo más por la derecha. En un centro desde ese lugar el delantero venezolano José Salomón Rondón, remató de cabeza y el balón salió fuera. Fue el primer aviso de los locales ante un conjunto verdiblanco que por el momento corría poco peligro, aunque tampoco llegaba a la portería de Kameni.
A medida que iban pasando los minutos, el Málaga atosigaba aún más al Betis dentro de su área. Centro, córner, faltas, pero el gol no llegaba porque no había remates claros, a excepción de otro cabezazo de Rondón, que paró Fabricio en el minuto 30.
El Betis estaba plano y sin ideas y el Málaga, algo más dinámico le iba dejando algo de campo a su rival. En una falta lateral y en el primer acercamiento de los verdiblancos, el delantero Rubén Castro, logró peinar y tocar lo justo para despistar a Kameni, adelantando a su equipo en el minuto 39.
La zaga local volvía a tener problemas para defender a balón parado y en un córner, con lío y barullo en el área, que ningún jugador logra despejar y el defensa Dorado, por bajo, batió a Kameni, en el minuto 45.
El Málaga salió a otro ritmo tras el descanso. El chileno Manuel Pellegrini quería más profundidad y puso en el campo a Duda por Eliseu y revolucionó el encuentro a favor de su equipo con sus centros, lanzamientos y con una ocasión que falló sólo delante de Fabricio, quien se convirtió en el mejor jugador de su equipo con sus intervenciones.
El conjunto malagueño asediaba, pero no acertaba. El Betis se defendía con orden y salida, aunque sin llegar al área contraria. Cazorla, algo apagado, pudo acortar diferencias con un lanzamiento desde más de treinta metros al ver adelantado a Fabricio, pero su disparo se fue rozando el larguero.
No era la noche del Málaga. Los remates no llegaban a su destino como el del delantero holandés Ruud Van Nistelrooy, cuyo cabezazo rondó el gol, al igual que el de Rondón.
Al final, el Betis se llevó los tres puntos en dos acciones a balón parado y el Málaga emborronó su idea de jugar en Europa la próxima temporada.
sábado, 31 de marzo de 2012
Video Barcelona 2 - 0 Athletic Bilbao
El Barcelona sigue aferrándose a la posibilidad de reeditar el título de Liga y esta noche dio réplica a la goleada del Real Madrid en Pamplona con una victoria (2-0), merecida pero sin brillo, en el Camp Nou ante uno de los equipos de moda del continente europeo, el Athletic Club.
El espectáculo se resintió porque AC Milan y Shalke 04 condicionaron el choque entre el equipo vasco y el catalán. Por lo que exigieron a Barcelona y Athletic esta semana y por lo que aún les exigirán la próxima.
Por eso, tanto Pel Guardiola como Marcelo Bielsa decidieron reservar a algunos de sus mejores hombres. Y un Barça-Athletic es menos partido si Puyol, Xavi, Llorente, Muniain, Ander Herrera y Amorebieta no juegan de salida.
El vasco, un equipo que basa su fútbol en su enorme despliegue físico, tuvo un día menos para recuperarse que su adversario y fue el que más acusó la resaca europea. Solo mordió arriba en los primeros minutos, cuando Toquero e Ibai salieron como locos a presionar la salida de balón de los centrales azulgranas.
Luego, dándose cuenta de que su esfuerzo era estéril, el conjunto bilbaíno retrasó sus líneas y se dedicó a contrarrestar las acometidas locales, con Javi Martínez inmenso como sombra de Messi, buenas ayudas defensivas y voluntad para salir con el balón jugado a la menor ocasión.
Al Barça, dominador del partido desde el inicio, le costó, no obstante, generar su habitual caudal de juego. Cuando no faltaba profundidad, faltaba velocidad y, cuando no, precisión. Todo sucedía cerca de la meta de Iraizoz, pero allí mismo todo se desvanecía.
Alves lo intento de lejos, a Thiago le anularon un tanto por fuera de juego, Aurtenetxe sacó sobre la línea de gol un remate de Piqué y Messi intentó sorprender en una falta, pero el meta del Athletic estuvo rápido y despejó el balón.
A falta de cinco minutos para llegar al descanso, Alexis robó un balón, Messi se lo sirvió a Iniesta y el centrocampista azulgrana fusiló sin piedad a Iraizoz tras aguantar la embestida de Ekiza.
El Barça se marchó a los vestuarios sin haber sufrido ni un rasguño de los 'leones' en toda la primera mitad, pero habiendo sudado de lo lindo para adelantarse en el marcador.
Bielsa se dio cuenta de que, si seguía sin contar con algunos de sus primeras espadas, tendría muy difícil puntuar en el Camp Nou, y en el descanso recuperó para la causa a Muniain y Ander Herrera.
Sin embargo, el técnico argentino no contaba con que llegara el segundo del Barça antes del cuarto de hora de la reanudación. Mateu Lahoz señaló penal por un leve agarrón de Javi Martínez a Tello, y Messi engañó a Iraizoz en la transformación.
El técnico del Athletic decidió poner entonces toda la carne en el asador. Dio entrada a Llorente por Toquero y su equipo se estiró con timidez, pero lo suficiente para dejar los espacios necesarios para que el Barça hiciera el tercero.
Mesis, menos lúcido de lo que es habitual, e Iniesta, el mejor jugador de los locales, estuvieron cerca de ampliar la cuenta, pero el equipo de Guardiola tampoco estaba hoy para muchos alardes.
El Athletic, por fin dio la réplica en una contra, que culminó Muniain cruzando sobre la salida de Valdés, un balón que Piqué salvó en la línea de gol. Fue la única ocasión visitante.
En los minutos finales, Keita remató al larguero y Pedro hizo estirarse por última vez al meta del conjunto bilbaíno, pero el marcador ya no se movió.
El espectáculo se resintió porque AC Milan y Shalke 04 condicionaron el choque entre el equipo vasco y el catalán. Por lo que exigieron a Barcelona y Athletic esta semana y por lo que aún les exigirán la próxima.
Por eso, tanto Pel Guardiola como Marcelo Bielsa decidieron reservar a algunos de sus mejores hombres. Y un Barça-Athletic es menos partido si Puyol, Xavi, Llorente, Muniain, Ander Herrera y Amorebieta no juegan de salida.
El vasco, un equipo que basa su fútbol en su enorme despliegue físico, tuvo un día menos para recuperarse que su adversario y fue el que más acusó la resaca europea. Solo mordió arriba en los primeros minutos, cuando Toquero e Ibai salieron como locos a presionar la salida de balón de los centrales azulgranas.
Luego, dándose cuenta de que su esfuerzo era estéril, el conjunto bilbaíno retrasó sus líneas y se dedicó a contrarrestar las acometidas locales, con Javi Martínez inmenso como sombra de Messi, buenas ayudas defensivas y voluntad para salir con el balón jugado a la menor ocasión.
Al Barça, dominador del partido desde el inicio, le costó, no obstante, generar su habitual caudal de juego. Cuando no faltaba profundidad, faltaba velocidad y, cuando no, precisión. Todo sucedía cerca de la meta de Iraizoz, pero allí mismo todo se desvanecía.
Alves lo intento de lejos, a Thiago le anularon un tanto por fuera de juego, Aurtenetxe sacó sobre la línea de gol un remate de Piqué y Messi intentó sorprender en una falta, pero el meta del Athletic estuvo rápido y despejó el balón.
A falta de cinco minutos para llegar al descanso, Alexis robó un balón, Messi se lo sirvió a Iniesta y el centrocampista azulgrana fusiló sin piedad a Iraizoz tras aguantar la embestida de Ekiza.
El Barça se marchó a los vestuarios sin haber sufrido ni un rasguño de los 'leones' en toda la primera mitad, pero habiendo sudado de lo lindo para adelantarse en el marcador.
Bielsa se dio cuenta de que, si seguía sin contar con algunos de sus primeras espadas, tendría muy difícil puntuar en el Camp Nou, y en el descanso recuperó para la causa a Muniain y Ander Herrera.
Sin embargo, el técnico argentino no contaba con que llegara el segundo del Barça antes del cuarto de hora de la reanudación. Mateu Lahoz señaló penal por un leve agarrón de Javi Martínez a Tello, y Messi engañó a Iraizoz en la transformación.
El técnico del Athletic decidió poner entonces toda la carne en el asador. Dio entrada a Llorente por Toquero y su equipo se estiró con timidez, pero lo suficiente para dejar los espacios necesarios para que el Barça hiciera el tercero.
Mesis, menos lúcido de lo que es habitual, e Iniesta, el mejor jugador de los locales, estuvieron cerca de ampliar la cuenta, pero el equipo de Guardiola tampoco estaba hoy para muchos alardes.
El Athletic, por fin dio la réplica en una contra, que culminó Muniain cruzando sobre la salida de Valdés, un balón que Piqué salvó en la línea de gol. Fue la única ocasión visitante.
En los minutos finales, Keita remató al larguero y Pedro hizo estirarse por última vez al meta del conjunto bilbaíno, pero el marcador ya no se movió.
Sporting Gijon 1 - 2 Real Zaragoza
El Zaragoza se llevó los tres puntos ante el Sporting de Gijón (1-2) y le dejó malherido, un poco más cerca del descenso a Segunda División.
Sporting y Zaragoza demostraron por qué llevan prácticamente toda la temporada en puestos de descenso y el partido tuvo casi de todo menos fútbol. En esa pelea, los visitantes golpearon primero y sumieron a un abarrotado El Molinón en la más absoluta zozobra.
Los dos entrenadores reiteraron durante la semana que el equipo que saliera derrotado en este partido tendría prácticamente imposible eludir el descenso.
Al duelo llegaron en mejor racha los visitantes, y en mejores condiciones, ya que Javier Clemente no pudo contar con hombres muy importantes.
El técnico vasco del Sporting se decidió por Eguren para sustituir al sancionado Botía, quien, a pesar de no estar en su mejor estado de forma, sigue siendo insustituible en la defensa rojiblanca, pero, además, Clemente decidió cambiar de banda a Lora, por lo que la defensa que saltó al campo no tenía ningún componente en su posición habitual.
El Zaragoza salió con las cosas claras e impidió que el Sporting tocara dos balones seguidos, aunque los locales se lo pusieron muy fácil con lanzamientos largos que la defensa del Zaragoza rechazaba con tranquilidad o paraba el juego con una falta.
El resultado fue una total ausencia de juego porque el Zaragoza se limitaba a lanzamientos lejanos que iban directamente fuera y los locales ni siquiera eran capaces de acercarse al área rival.
No obstante, fue el Sporting el que gozó de las dos primeras opciones de adelantarse en el marcador, la primera en un remate de cabeza de Eguren en un córner al que respondió Roberto con una gran parada y la segunda, un robo de balón en el que Adrián Colunga quiso hacer la jugada personal cuando iban otros dos compañeros con él y el balón acabó fuera.
El Zaragoza supo aprovechar la oportunidad que se le presentó en un pase de Lafita, que superó a los dos centrales y el balón llegó a un desmarcado Hélder Postiga, que cruzó muy bien el balón sobre la salida de Juan Pablo, un gol que dejó muy tocado al Sporting, que desde ese momento y hasta el final del primer tiempo apenas dio una a derechas
El panorama cambió radicalmente nada más comenzar la segunda parte, ya que en el primer acercamiento del Sporting al área de Roberto el balón acabó en un córner que lanzó De las Cuevas sobre el primer palo, donde tocó hacia atrás Barral y el esférico llegó a un desmarcado Eguren que, de cabeza, batió a Roberto.
El empate levantó los ánimos de El Molinón y espoleó a los jugadores del Sporting, que durante los siguientes minutos pusieron cerco al área visitantes, pero sin acierto.
El Zargoza logró sacudirse el dominio local y el juego volvió a equilibrarse dentro de la mediocridad general.
Ambos técnicos realizaron los primeros cambios, pero la tónica del juego no varió.
La incertidumbre del resultado y la importancia de los puntos en juego mantenía a los espectadores pegados a los asientos conscientes de que el partido podía decidirse por el más mínimo error.
El fallo lo cometió el Sporting en el tiempo añadido, ya que la defensa permitió una internada de Zuculini y Lafita firmó el gol de la victoria del Zaragoza, que sigue soñando con la salvación y deja al equipo asturiano muy cerca del abismo de la Segunda División.
Sporting y Zaragoza demostraron por qué llevan prácticamente toda la temporada en puestos de descenso y el partido tuvo casi de todo menos fútbol. En esa pelea, los visitantes golpearon primero y sumieron a un abarrotado El Molinón en la más absoluta zozobra.
Los dos entrenadores reiteraron durante la semana que el equipo que saliera derrotado en este partido tendría prácticamente imposible eludir el descenso.
Al duelo llegaron en mejor racha los visitantes, y en mejores condiciones, ya que Javier Clemente no pudo contar con hombres muy importantes.
El técnico vasco del Sporting se decidió por Eguren para sustituir al sancionado Botía, quien, a pesar de no estar en su mejor estado de forma, sigue siendo insustituible en la defensa rojiblanca, pero, además, Clemente decidió cambiar de banda a Lora, por lo que la defensa que saltó al campo no tenía ningún componente en su posición habitual.
El Zaragoza salió con las cosas claras e impidió que el Sporting tocara dos balones seguidos, aunque los locales se lo pusieron muy fácil con lanzamientos largos que la defensa del Zaragoza rechazaba con tranquilidad o paraba el juego con una falta.
El resultado fue una total ausencia de juego porque el Zaragoza se limitaba a lanzamientos lejanos que iban directamente fuera y los locales ni siquiera eran capaces de acercarse al área rival.
No obstante, fue el Sporting el que gozó de las dos primeras opciones de adelantarse en el marcador, la primera en un remate de cabeza de Eguren en un córner al que respondió Roberto con una gran parada y la segunda, un robo de balón en el que Adrián Colunga quiso hacer la jugada personal cuando iban otros dos compañeros con él y el balón acabó fuera.
El Zaragoza supo aprovechar la oportunidad que se le presentó en un pase de Lafita, que superó a los dos centrales y el balón llegó a un desmarcado Hélder Postiga, que cruzó muy bien el balón sobre la salida de Juan Pablo, un gol que dejó muy tocado al Sporting, que desde ese momento y hasta el final del primer tiempo apenas dio una a derechas
El panorama cambió radicalmente nada más comenzar la segunda parte, ya que en el primer acercamiento del Sporting al área de Roberto el balón acabó en un córner que lanzó De las Cuevas sobre el primer palo, donde tocó hacia atrás Barral y el esférico llegó a un desmarcado Eguren que, de cabeza, batió a Roberto.
El empate levantó los ánimos de El Molinón y espoleó a los jugadores del Sporting, que durante los siguientes minutos pusieron cerco al área visitantes, pero sin acierto.
El Zargoza logró sacudirse el dominio local y el juego volvió a equilibrarse dentro de la mediocridad general.
Ambos técnicos realizaron los primeros cambios, pero la tónica del juego no varió.
La incertidumbre del resultado y la importancia de los puntos en juego mantenía a los espectadores pegados a los asientos conscientes de que el partido podía decidirse por el más mínimo error.
El fallo lo cometió el Sporting en el tiempo añadido, ya que la defensa permitió una internada de Zuculini y Lafita firmó el gol de la victoria del Zaragoza, que sigue soñando con la salvación y deja al equipo asturiano muy cerca del abismo de la Segunda División.
Video Osasuna 1 - 5 Real Madrid
El Real Madrid aprobó con nota el examen en el Reyno de Navarra, donde en febrero perdió el Barcelona, con un estelar Cristiano Ronaldo, autor de dos goles y dos pases de gol para el 1-5 con el que el equipo de José Mourinho goleó a un Osasuna muy desdibujado.
Marcado en rojo en el calendario. Así se presentaba la visita del líder al Reyno de Navarra, uno de los escenarios claves para asegurar el título de Liga de aquí al final del campeonato.
Sin embargo, los blancos solventaron el choque en 40 minutos con goles de todos sus puntas: Benzema, Ronaldo e Higuaín, ante un Osasuna que apostó por un trivote que descolocó al equipo y, encima, el técnico José Luis Mendilibar fue expulsado a los once minutos.
El equipo madridista encauzó con celeridad el partido. Ronaldo le superó con claridad a Roversio y su centro desde la izquierda fue a los pies de Benzema, quien marcó un gran gol de volea derecha.
El Real Madrid tenía el encuentro donde quería. Aunque se relajó algo en los siguientes minutos, Osasuna estuvo perdido con el cambio de sistema. Así, solo llegó una vez con peligro, en un tiro de Nino que no encontró la portería de Casillas, sin trabajo durante toda la primera parte.
El equipo de Mourinho empezó a sentirse cómodo. Ronaldo galvanizó el ataque blanco. Andrés Fernández le sacó un zurdazo a Ozil en el 35, pero dos minutos después se vio sorprendido por un disparo desde 30 metros de Ronaldo.
Sin dar tregua aunque sin forzar la máquina, los madridistas buscaron más goles. Granero le puso un buen balón a Higuaín y el argentino resolvió picando el balón ante el portero osasunista. 0-3 al descanso y misión imposible para Osasuna en la segunda parte.
No obstante, el decorado cambió tras el descanso. Mendilibar volvió a su habitual esquema de juego con el cambio de Lekic por el jugador del filial Raoul Loé.
Osasuna se metió en el partido con un gol a los tres minutos. Roversio centró desde la derecha al segundo palo y Nino le ganó la partida a Arbeloa para reducir distancias de cabeza.
Los rojillos se vinieron arriba durante unos minutos, pero el verdadero peligro lo ponía el Real Madrid. Higuaín y Ronaldo se entorpecieron mutuamente para perdonar un gol cantado con Andrés Fernández batido, en la jugada cómica del encuentro.
El astro portugués apagó cualquier atisbo de emoción al partido con un gol en una falta, bastante protestada por el equipo local. El disparo de Ronaldo se coló en la portería navarra tras pegar el balón en Lekic.
Ronaldo volvió a irse una vez más de Roversio, central desubicado hoy en el lateral derecho, y su centro lo cabeceó a gol Higuaín libre de marca en el primer palo.
A pesar de 1-5, la afición osasunista despidió a su equipo levantada en pie y coreando a sus jugadores.
Pueden ver el video en:
http://youtu.be/6iovu4E9SRs
Marcado en rojo en el calendario. Así se presentaba la visita del líder al Reyno de Navarra, uno de los escenarios claves para asegurar el título de Liga de aquí al final del campeonato.
Sin embargo, los blancos solventaron el choque en 40 minutos con goles de todos sus puntas: Benzema, Ronaldo e Higuaín, ante un Osasuna que apostó por un trivote que descolocó al equipo y, encima, el técnico José Luis Mendilibar fue expulsado a los once minutos.
El equipo madridista encauzó con celeridad el partido. Ronaldo le superó con claridad a Roversio y su centro desde la izquierda fue a los pies de Benzema, quien marcó un gran gol de volea derecha.
El Real Madrid tenía el encuentro donde quería. Aunque se relajó algo en los siguientes minutos, Osasuna estuvo perdido con el cambio de sistema. Así, solo llegó una vez con peligro, en un tiro de Nino que no encontró la portería de Casillas, sin trabajo durante toda la primera parte.
El equipo de Mourinho empezó a sentirse cómodo. Ronaldo galvanizó el ataque blanco. Andrés Fernández le sacó un zurdazo a Ozil en el 35, pero dos minutos después se vio sorprendido por un disparo desde 30 metros de Ronaldo.
Sin dar tregua aunque sin forzar la máquina, los madridistas buscaron más goles. Granero le puso un buen balón a Higuaín y el argentino resolvió picando el balón ante el portero osasunista. 0-3 al descanso y misión imposible para Osasuna en la segunda parte.
No obstante, el decorado cambió tras el descanso. Mendilibar volvió a su habitual esquema de juego con el cambio de Lekic por el jugador del filial Raoul Loé.
Osasuna se metió en el partido con un gol a los tres minutos. Roversio centró desde la derecha al segundo palo y Nino le ganó la partida a Arbeloa para reducir distancias de cabeza.
Los rojillos se vinieron arriba durante unos minutos, pero el verdadero peligro lo ponía el Real Madrid. Higuaín y Ronaldo se entorpecieron mutuamente para perdonar un gol cantado con Andrés Fernández batido, en la jugada cómica del encuentro.
El astro portugués apagó cualquier atisbo de emoción al partido con un gol en una falta, bastante protestada por el equipo local. El disparo de Ronaldo se coló en la portería navarra tras pegar el balón en Lekic.
Ronaldo volvió a irse una vez más de Roversio, central desubicado hoy en el lateral derecho, y su centro lo cabeceó a gol Higuaín libre de marca en el primer palo.
A pesar de 1-5, la afición osasunista despidió a su equipo levantada en pie y coreando a sus jugadores.
Pueden ver el video en:
http://youtu.be/6iovu4E9SRs
Video Racing Santander 0 - 1 Granada
El Granada se impuso al Racing (0-1) con un gol de penal del ítalo-brasileño Guilherme Siqueira que acerca al equipo andaluz a la permanencia y deja al cántabro con un pie en segunda división, tras cinco derrotas consecutivas.
El técnico del Racing, Álvaro Cervera, acuciado por la necesidad de ganar para no verse hundido en los puestos de descenso, volvió a sorprender, como ha hecho en los cuatro partidos anteriores, pero en esta ocasión al apostar por salir con dos delanteros natos, el uruguayo Christian Stuani y el senegalés Babacar.
Por su parte, Abel Resino, menos agobiado por el colchón de seis puntos de ventaja con que llegaba el Granada a Santander, alineó un once sin probaturas.
La trascendencia de los puntos en juego, unida a que el Racing abarató el precio de las entradas y llegó a acuerdos con colegios y con distintas casas comerciales para traer gente al estadio, propició que El Sardinero registrara una de las mejores entradas de la temporada.
El Granada comenzó dominando a un Racing lento en la creación y dubitativo en defensa, que también se veía superado por la velocidad del conjunto andaluz en sus entradas por ambas bandas.
Así, el Granada no tardó en disponer de una clarísima ocasión, cuando Ighalo ganó la espalda a la defensa, se plantó solo ante Mario Fernández, a quien dribló con facilidad para chutar, a puerta vacía, algo escorado, estrellando el balón en la base del poste.
Y, apenas dos minutos después, cuando todavía no se había cumplido el primer cuarto de hora de juego, Ighalo aprovechó la pasividad de la defensa y volvió a poner a prueba al portero local, que esta vez respondió con una buena intervención.
Con los locales llegando tarde a casi todos los balones, la superioridad del Granada era evidente. Únicamente Mario Fernández daba la talla y volvía a responder con otra parada, a disparo de Abel Gómez desde la frontal del área.
Media hora tardó el Racing en disponer de una ocasión, que se produjo con un pase de Cisma, desde la banda izquierda, que remató de cabeza Stuani, ligeramente por encima de la portería de Roberto.
Y eso fue todo lo que hizo el Racing en ataque hasta el descanso, al que se llegó con una nueva ocasión del Granada, en un saque de falta desde 25 metros que ejecutó Dani Benítez, con una buena respuesta de Mario Fernández.
Cervera movió ficha en el descanso retirando a Babacar, que había estado perdido durante los primeros 45 minutos, para sacar a Arana a la banda derecha, flanco por el que apenas se había visto al Racing. Así el equipo cántabro se sacudió el dominio y pisó más el terreno del Granada, pero sin crear peligro alguno.
En este periodo el juego transcurrió con contantes interrupciones y muchas pérdidas de balón de ambos equipos que beneficiaban a un Granada que ya no tenía la misma velocidad y al que el empate le bastaba para mantener al Racing a seis puntos.
Salvo una parada de Mario Fernández, en una contra culminada por Mikel Rico, en la segunda parte no se vio un solo disparo a puerta, hasta que, a tres minutos del final, Bernardo derribó dentro del área Uche cuando el nigeriano iba a encarar a Mario Fernández y Siqueira transformó la pena máxima.
Y el Granada aún pudo aumentar su ventaja, en el tiempo añadido, pero Torrejón sacó un balón bajo el larguero, con Mario Fernández ya batido.
El técnico del Racing, Álvaro Cervera, acuciado por la necesidad de ganar para no verse hundido en los puestos de descenso, volvió a sorprender, como ha hecho en los cuatro partidos anteriores, pero en esta ocasión al apostar por salir con dos delanteros natos, el uruguayo Christian Stuani y el senegalés Babacar.
Por su parte, Abel Resino, menos agobiado por el colchón de seis puntos de ventaja con que llegaba el Granada a Santander, alineó un once sin probaturas.
La trascendencia de los puntos en juego, unida a que el Racing abarató el precio de las entradas y llegó a acuerdos con colegios y con distintas casas comerciales para traer gente al estadio, propició que El Sardinero registrara una de las mejores entradas de la temporada.
El Granada comenzó dominando a un Racing lento en la creación y dubitativo en defensa, que también se veía superado por la velocidad del conjunto andaluz en sus entradas por ambas bandas.
Así, el Granada no tardó en disponer de una clarísima ocasión, cuando Ighalo ganó la espalda a la defensa, se plantó solo ante Mario Fernández, a quien dribló con facilidad para chutar, a puerta vacía, algo escorado, estrellando el balón en la base del poste.
Y, apenas dos minutos después, cuando todavía no se había cumplido el primer cuarto de hora de juego, Ighalo aprovechó la pasividad de la defensa y volvió a poner a prueba al portero local, que esta vez respondió con una buena intervención.
Con los locales llegando tarde a casi todos los balones, la superioridad del Granada era evidente. Únicamente Mario Fernández daba la talla y volvía a responder con otra parada, a disparo de Abel Gómez desde la frontal del área.
Media hora tardó el Racing en disponer de una ocasión, que se produjo con un pase de Cisma, desde la banda izquierda, que remató de cabeza Stuani, ligeramente por encima de la portería de Roberto.
Y eso fue todo lo que hizo el Racing en ataque hasta el descanso, al que se llegó con una nueva ocasión del Granada, en un saque de falta desde 25 metros que ejecutó Dani Benítez, con una buena respuesta de Mario Fernández.
Cervera movió ficha en el descanso retirando a Babacar, que había estado perdido durante los primeros 45 minutos, para sacar a Arana a la banda derecha, flanco por el que apenas se había visto al Racing. Así el equipo cántabro se sacudió el dominio y pisó más el terreno del Granada, pero sin crear peligro alguno.
En este periodo el juego transcurrió con contantes interrupciones y muchas pérdidas de balón de ambos equipos que beneficiaban a un Granada que ya no tenía la misma velocidad y al que el empate le bastaba para mantener al Racing a seis puntos.
Salvo una parada de Mario Fernández, en una contra culminada por Mikel Rico, en la segunda parte no se vio un solo disparo a puerta, hasta que, a tres minutos del final, Bernardo derribó dentro del área Uche cuando el nigeriano iba a encarar a Mario Fernández y Siqueira transformó la pena máxima.
Y el Granada aún pudo aumentar su ventaja, en el tiempo añadido, pero Torrejón sacó un balón bajo el larguero, con Mario Fernández ya batido.
lunes, 26 de marzo de 2012
Video Granada 0 - 3 Sevilla FC
Sevilla consiguió su segunda victoria consecutiva como visitante tras ganar por 0-3 al Granada CF al aprovechar mejor sus opciones de gol y defenderse con mucho orden y acierto en la última media hora de encuentro.
El equipo hispalense, que se coloca octavo empatado con Atlético de Madrid y Getafe a cuatro puntos de puestos europeos, marcó sus tantos en momentos clave por mediación de Negredo y Del Moral por partida doble, mientras que los locales, que acumulan cuatro derrotas en las cinco últimas jornadas, jugaron una buena primera parte pero se hundieron en la segunda.
Los dos equipos, con onces titulares ofensivos sobre el campo, ofrecieron una muy buena primera parte, plagada de alternativas, ritmo, osadía y ocasiones, sobre todo en los frenéticos veinte minutos iniciales.
Negredo, muy activo desde el principio, avisó de sus intenciones a los ocho minutos con un balón que superó a Roberto por alto y que sacó bajo la línea de gol Borja Gómez, poco antes de que el meta rojiblanco despejara de forma espectacular con una mano el disparo de Reyes a la escuadra de su meta.
Palop no quiso ser menos en el otro área y, antes del cuarto de hora, evitó el gol de Uche al salir victorioso en el mano a mano, mientras que a los 17 minutos volvió a lucirse ante el nigeriano tras una gran contra llevada por Dani Benítez.
Con el choque en plena ebullición, Mikel Rico desaprovechó el rechace de un córner con toda la portería a su favor (m.18), mientras Del Moral, justo a la media hora, falló dos claras ocasiones por rematar mal después de ganar la espalda a la defensa local.
El frenesí dio pasos a minutos de sosiego para todos menos para Negredo, que arrancó en línea tras buen pase de Reyes, en la primera incursión del utrerano por el centro, y superó por alto en el uno contra uno a Roberto (1-0, m.40).
El Granada, ofuscado por momentos con el arbitraje del asturiano Muñiz Fernández, quiso igualar la contienda antes del intermedio, mas los lanzamientos lejanos de Abel Gómez y de Dani Benítez se marcharon fuera por poco.
El conjunto dirigido por Abel Resino rozó el gol en el arranque del segundo tiempo, primero con una clarísima opción de Uche, que no encontró ángulo para rematar a portería vacía, que acabó con un paradón de Palop a trallazo de Dani Benítez, y después con un cabezazo de Uche y un tiro de Henrique que casi entran.
El Granada perdonó y lo pagó, ya que el Sevilla mató el choque la primera vez que llegó en la reanudación, con un buen movimiento y perfecto zurdazo de Del Moral, tras gran desmarque y pase de Negredo (0-2, m.54).
Quedaba más de media hora por delante pero el choque se acabó ahí, ya que las posesiones de los locales, con poco fútbol por las bajas de Martins y Fran Rico junto al bajón de Abel Gómez en el segundo acto, se estrellaron una y otra vez contra la ordenada zaga sevillista.
Pese a tener cuatro delanteros en el campo, tras la entrada de Ighalo y Geijo, el Granada no volvió a crear peligro ante la meta rival y fueron los visitantes los que pudieron ampliar su ventaja a la contra, pero Del Moral, Rakitic y Navas se toparon con Roberto, el propio Rakitic perdonó una clara opción y Negredo mandó su vaselina al larguero.
Ya en el descuento, con el Granada volcado, Del Moral se benefició de un rechace de Roberto para firmar, a puerta vacía, su segundo tanto y rubricar el segundo triunfo seguido de los hispalenses fuera de casa tras el logrado el jueves en Santander.
El equipo hispalense, que se coloca octavo empatado con Atlético de Madrid y Getafe a cuatro puntos de puestos europeos, marcó sus tantos en momentos clave por mediación de Negredo y Del Moral por partida doble, mientras que los locales, que acumulan cuatro derrotas en las cinco últimas jornadas, jugaron una buena primera parte pero se hundieron en la segunda.
Los dos equipos, con onces titulares ofensivos sobre el campo, ofrecieron una muy buena primera parte, plagada de alternativas, ritmo, osadía y ocasiones, sobre todo en los frenéticos veinte minutos iniciales.
Negredo, muy activo desde el principio, avisó de sus intenciones a los ocho minutos con un balón que superó a Roberto por alto y que sacó bajo la línea de gol Borja Gómez, poco antes de que el meta rojiblanco despejara de forma espectacular con una mano el disparo de Reyes a la escuadra de su meta.
Palop no quiso ser menos en el otro área y, antes del cuarto de hora, evitó el gol de Uche al salir victorioso en el mano a mano, mientras que a los 17 minutos volvió a lucirse ante el nigeriano tras una gran contra llevada por Dani Benítez.
Con el choque en plena ebullición, Mikel Rico desaprovechó el rechace de un córner con toda la portería a su favor (m.18), mientras Del Moral, justo a la media hora, falló dos claras ocasiones por rematar mal después de ganar la espalda a la defensa local.
El frenesí dio pasos a minutos de sosiego para todos menos para Negredo, que arrancó en línea tras buen pase de Reyes, en la primera incursión del utrerano por el centro, y superó por alto en el uno contra uno a Roberto (1-0, m.40).
El Granada, ofuscado por momentos con el arbitraje del asturiano Muñiz Fernández, quiso igualar la contienda antes del intermedio, mas los lanzamientos lejanos de Abel Gómez y de Dani Benítez se marcharon fuera por poco.
El conjunto dirigido por Abel Resino rozó el gol en el arranque del segundo tiempo, primero con una clarísima opción de Uche, que no encontró ángulo para rematar a portería vacía, que acabó con un paradón de Palop a trallazo de Dani Benítez, y después con un cabezazo de Uche y un tiro de Henrique que casi entran.
El Granada perdonó y lo pagó, ya que el Sevilla mató el choque la primera vez que llegó en la reanudación, con un buen movimiento y perfecto zurdazo de Del Moral, tras gran desmarque y pase de Negredo (0-2, m.54).
Quedaba más de media hora por delante pero el choque se acabó ahí, ya que las posesiones de los locales, con poco fútbol por las bajas de Martins y Fran Rico junto al bajón de Abel Gómez en el segundo acto, se estrellaron una y otra vez contra la ordenada zaga sevillista.
Pese a tener cuatro delanteros en el campo, tras la entrada de Ighalo y Geijo, el Granada no volvió a crear peligro ante la meta rival y fueron los visitantes los que pudieron ampliar su ventaja a la contra, pero Del Moral, Rakitic y Navas se toparon con Roberto, el propio Rakitic perdonó una clara opción y Negredo mandó su vaselina al larguero.
Ya en el descuento, con el Granada volcado, Del Moral se benefició de un rechace de Roberto para firmar, a puerta vacía, su segundo tanto y rubricar el segundo triunfo seguido de los hispalenses fuera de casa tras el logrado el jueves en Santander.
domingo, 25 de marzo de 2012
Video Real Betis 1 - 1 Racing Santander
Real Betis tuvo el partido controlado y a su favor casi siempre, pero perdió grandes ocasiones para haber sentenciado y al final cedió un empate a uno que no le vale a ningún equipo, ni al local para alejarse casi definitivamente de la cola ni al Racing para escalar y salir de los puestos de descenso.
Repitió el equipo sevillano como local tres días después de que el delantero uruguayo del Espanyol Walter Pandiani lograra en la prolongación del choque empatar a uno un partido que los verdiblancos ya daban por ganado pese a no desplegar un buen juego.
En esta ocasión los hombres entrenados por Pepe Mel se encontraron a un rival con menos empaque que el del pasado jueves y que mostró desde el inicio el porqué ocupa puestos de descenso.
Álvaro Cervera, después de contar sus primeros tres partidos como técnico racinguista por derrotas -Barcelona, Espanyol y Sevilla- pareció que tampoco dio con la tecla en el estadio Benito Villamarín para hacer reaccionar a los suyos pese a la necesidad imperiosa de sumar de tres en tres.
El conjunto cántabro estuvo a merced del andaluz y pronto se vio que el gol solo era cuestión de tiempo porque el Betis mandó en el centro del campo y entró con mucha fluidez por las bandas, en esta ocasión con el ecuatoriano Jefferson Montero por la derecha y Jonathan Pereira por la izquierda.
Fue precisamente el delantero gallego el que sirvió un gran pase a Roque Santa Cruz, quien retornó a la titularidad en detrimento de Jorge Molina, para que el punta paraguayo resolviera con calidad y pusiera el 1-0.
La formación santanderina, ni antes del tanto encajado ni después demostró gran cosa, con el senegalés Khouma El Hadji Babacar perdido en la delantera y solo dando algunas sensaciones de peligro Adrián González, aunque en contadas ocasiones.
Lo mejor que les pudo pasar a los visitantes fue que el Betis se relajara en el tramo final de la primera parte y dejara vivo a su rival para la segunda mitad con la mínima desventaja en el marcador.
Betis salió en la reanudación con el mismo brío que al comienzo de la primera parte en busca de ese segundo tanto que le diera más tranquilidad, mientras que Álvaro Cervera le dio entrada al veterano Munitis para intentar ganar en mordiente ofensiva.
Los de Mel perdonaron mucho ante un acertado meta Mario Fernández y se mantuvo la incertidumbre pese a que el Racing nunca dio la sensación de poder empatar al acercase solo en jugadas a balón parado y con poca efectividad.
Ya en el tramo final del encuentro el Betis confió en su defensa para guardar la ventaja y el Racing no tuvo más remedio que irse con más efectivos a la delantera y el uruguayo Christian Stuani, que había ingresado pocos minutos antes al campo, logró de cabeza, tras pase de Munitis, el empate a uno.
Betis, con algo menos de un cuarto de hora por delante, ya tuvo que luchar contra el reloj para deshacer el entuerto y el partido enloqueció sin que ya se moviera el resultado.
Ver video en http://www.youtube.com/watch?v=WG7TnmGT-I8
Repitió el equipo sevillano como local tres días después de que el delantero uruguayo del Espanyol Walter Pandiani lograra en la prolongación del choque empatar a uno un partido que los verdiblancos ya daban por ganado pese a no desplegar un buen juego.
En esta ocasión los hombres entrenados por Pepe Mel se encontraron a un rival con menos empaque que el del pasado jueves y que mostró desde el inicio el porqué ocupa puestos de descenso.
Álvaro Cervera, después de contar sus primeros tres partidos como técnico racinguista por derrotas -Barcelona, Espanyol y Sevilla- pareció que tampoco dio con la tecla en el estadio Benito Villamarín para hacer reaccionar a los suyos pese a la necesidad imperiosa de sumar de tres en tres.
El conjunto cántabro estuvo a merced del andaluz y pronto se vio que el gol solo era cuestión de tiempo porque el Betis mandó en el centro del campo y entró con mucha fluidez por las bandas, en esta ocasión con el ecuatoriano Jefferson Montero por la derecha y Jonathan Pereira por la izquierda.
Fue precisamente el delantero gallego el que sirvió un gran pase a Roque Santa Cruz, quien retornó a la titularidad en detrimento de Jorge Molina, para que el punta paraguayo resolviera con calidad y pusiera el 1-0.
La formación santanderina, ni antes del tanto encajado ni después demostró gran cosa, con el senegalés Khouma El Hadji Babacar perdido en la delantera y solo dando algunas sensaciones de peligro Adrián González, aunque en contadas ocasiones.
Lo mejor que les pudo pasar a los visitantes fue que el Betis se relajara en el tramo final de la primera parte y dejara vivo a su rival para la segunda mitad con la mínima desventaja en el marcador.
Betis salió en la reanudación con el mismo brío que al comienzo de la primera parte en busca de ese segundo tanto que le diera más tranquilidad, mientras que Álvaro Cervera le dio entrada al veterano Munitis para intentar ganar en mordiente ofensiva.
Los de Mel perdonaron mucho ante un acertado meta Mario Fernández y se mantuvo la incertidumbre pese a que el Racing nunca dio la sensación de poder empatar al acercase solo en jugadas a balón parado y con poca efectividad.
Ya en el tramo final del encuentro el Betis confió en su defensa para guardar la ventaja y el Racing no tuvo más remedio que irse con más efectivos a la delantera y el uruguayo Christian Stuani, que había ingresado pocos minutos antes al campo, logró de cabeza, tras pase de Munitis, el empate a uno.
Betis, con algo menos de un cuarto de hora por delante, ya tuvo que luchar contra el reloj para deshacer el entuerto y el partido enloqueció sin que ya se moviera el resultado.
Ver video en http://www.youtube.com/watch?v=WG7TnmGT-I8
Video Rayo Vallecano 0 - 2 Villarreal
Villarreal tiró de oficio en Vallecas para lograr una importante victoria ante un errático Rayo (0-2), gracias a los tantos del delantero argentino Marco Ruben y el defensa Ángel López, que permiten al conjunto castellonense tomar aire en la clasificación y alejarse de los puestos de descenso.
Después de empatar en la última jornada con el líder, el Real Madrid, el Villarreal llegó a Madrid dispuesto a refrendar las buenas sensaciones dejadas en ese choque y más que motivado en busca de una victoria que les permitiera distanciarse de la zona de peligro de la tabla.
Por su parte, el Rayo afrontó el choque con el objetivo de certificar prácticamente la permanencia. Para ello José Ramón Sandoval, técnico de los locales, presentó un once con las novedades del central Mikel Labaka y de Roberto Trashorras en lugar del capitán José María Movilla.
Desde el inicio el conjunto franjirrojo quiso plasmar su sello identificativo con un estilo ofensivo, un fútbol de toque y queriendo manejar la posesión en el centro del campo.
Ante estas actitudes, el Villarreal de Miguel Ángel Lotina, que se estrenaba a domicilio como técnico de los amarillos, intentó buscar un juego más físico sin balón comandado por el veterano Marcos Senna y el talentoso Borja Valero para anular la estrategia del Rayo.
Al Rayo no se le vio cómodo sobre el campo, en parte al buen hacer del Villarreal, que se mostró como un equipo sólido, con las líneas muy juntas y encomendado a la velocidad del argentino Marco Ruben y Nilmar.
El conjunto local apenas inquietó la meta custodiada por Diego López y solo dio síntomas de peligro en la primera mitad en un par de acciones del brasileño Diego Costa. La primera con un remate de cabeza a centro de Armenteros que se marchó fuera, y la segunda a con un disparo cruzado dentro del área que salió desviado por el costado derecho de la portería visitante.
A los 29 minutos, el partido se rompió a favor del Villarreal, que aprovechó una perdida de balón de Javi Fuego en las proximidades del área que Cani aprovechó para iniciar la carrera y, ante la salida del portero Joel, lanzar un disparo que se estrelló en el travesaño y cuyo rebote remató de cabeza al fondo de las mallas el argentino Marco Ruben.
Con desventaja en el marcador el Rayo se lanzó en busca de la remontada y José Ramón Sandoval, técnico de los madrileños, realizó un doble cambio muy ofensivo en el descanso dando entrada a Raúl Tamudo y al guineano Lass Bangoura para dar mayor movilidad al ataque local.
Sin embargo, el que estuvo más cerca de marcar de nuevo fue el Villarreal a los 54 minutos desde el punto de penalti por medio de Marco Rubén, pero el disparo del argentino desde los once metros lo repelió Joel.
La entrega del Rayo, que fue acumulando ocasiones en el área rival por medio de Armenteros, Tamudo o Arribas, fue contrarrestada con acierto por el Villarreal, que tiró de oficio para ralentizar el juego, dominar los tiempos del partido y redondear el resultado al culminar un contraataque con un gol del lateral derecho Ángel López a falta de cinco minutos para el final.
Después de empatar en la última jornada con el líder, el Real Madrid, el Villarreal llegó a Madrid dispuesto a refrendar las buenas sensaciones dejadas en ese choque y más que motivado en busca de una victoria que les permitiera distanciarse de la zona de peligro de la tabla.
Por su parte, el Rayo afrontó el choque con el objetivo de certificar prácticamente la permanencia. Para ello José Ramón Sandoval, técnico de los locales, presentó un once con las novedades del central Mikel Labaka y de Roberto Trashorras en lugar del capitán José María Movilla.
Desde el inicio el conjunto franjirrojo quiso plasmar su sello identificativo con un estilo ofensivo, un fútbol de toque y queriendo manejar la posesión en el centro del campo.
Ante estas actitudes, el Villarreal de Miguel Ángel Lotina, que se estrenaba a domicilio como técnico de los amarillos, intentó buscar un juego más físico sin balón comandado por el veterano Marcos Senna y el talentoso Borja Valero para anular la estrategia del Rayo.
Al Rayo no se le vio cómodo sobre el campo, en parte al buen hacer del Villarreal, que se mostró como un equipo sólido, con las líneas muy juntas y encomendado a la velocidad del argentino Marco Ruben y Nilmar.
El conjunto local apenas inquietó la meta custodiada por Diego López y solo dio síntomas de peligro en la primera mitad en un par de acciones del brasileño Diego Costa. La primera con un remate de cabeza a centro de Armenteros que se marchó fuera, y la segunda a con un disparo cruzado dentro del área que salió desviado por el costado derecho de la portería visitante.
A los 29 minutos, el partido se rompió a favor del Villarreal, que aprovechó una perdida de balón de Javi Fuego en las proximidades del área que Cani aprovechó para iniciar la carrera y, ante la salida del portero Joel, lanzar un disparo que se estrelló en el travesaño y cuyo rebote remató de cabeza al fondo de las mallas el argentino Marco Ruben.
Con desventaja en el marcador el Rayo se lanzó en busca de la remontada y José Ramón Sandoval, técnico de los madrileños, realizó un doble cambio muy ofensivo en el descanso dando entrada a Raúl Tamudo y al guineano Lass Bangoura para dar mayor movilidad al ataque local.
Sin embargo, el que estuvo más cerca de marcar de nuevo fue el Villarreal a los 54 minutos desde el punto de penalti por medio de Marco Rubén, pero el disparo del argentino desde los once metros lo repelió Joel.
La entrega del Rayo, que fue acumulando ocasiones en el área rival por medio de Armenteros, Tamudo o Arribas, fue contrarrestada con acierto por el Villarreal, que tiró de oficio para ralentizar el juego, dominar los tiempos del partido y redondear el resultado al culminar un contraataque con un gol del lateral derecho Ángel López a falta de cinco minutos para el final.
Video Athletic Bilbao 1 - 1 Sporting Gijon
Alberto Lora ha rescatado sobre la hora, en el minuto 89, un punto importante para el Sporting de Gijón, un empate a un gol ante el Athletic, en San Mamés que, aunque no les saca de los puestos de descenso, permite a los de Javier Clemente seguir sumando en su pelea de evitar la pérdida de categoría.
Ese tanto de Lora, que antes de entrar dio en Javi Martínez, ha igualado otro que había marcado doce minutos antes Óscar de Marcos y deja al conjunto del argentino Marcelo Bielsa cada vez más desenganchado de unas posiciones europeas, de Liga de Campeones y de Liga Europa, que ahora quedan ya a 9 y 5 puntos, respectivamente.
Si bien fue el Athletic el que tuvo las ocasiones más claras a lo largo del encuentro, también el Sporting llegó con asiduidad a la meta de Iraizoz, aunque de manera menos peligrosa.
A los locales les penalizó su falta de acierto ante Juan Pablo, incluso del recuperado Fernando Llorente, y a los visitantes les dio un punto no desmayar durante todo el partido.
Empezó el Sporting más centrado y con mayores ambiciones, incluso buscando al Athletic en su campo empujado por un 4-3-3, con el 'tridente' Mendy-Colunga-De las Cuevas por delante del 'trivote' Eguren, André Castro, Rivera.
Un disparo fuerte, aunque alto y algo desviado, de Pedro Orfila, entrando por el callejón del '8' hasta el vértice, abrió la fase de llegadas peligrosas de los visitantes, que completaron un lanzamiento flojo de Mendy y un paradón de Iraizoz a un golpe franco de Colunga que dio en la barrera y se envenenó.
Superada la mitad del primer tiempo, el choque cambió de dinámica y fue el Athletic el que empezó a presentarse con opciones a la meta de Juan Pablo. Aunque careció de acierto.
Hasta de tres ocasiones inmejorables gozaron los de Marcelo Bielsa antes del descanso, la segunda de ellas un penalti de Botía a Llorente en el minuto 35, el primero que le pitan al Athletic en lo que va de campeonato. No estuvo fino Muniain en la transformación. Juan Pablo le adivinó la dirección del disparo y le detuvo el balón.
Tampoco tres minutos antes fue mejor el remate de Llorente, que no encontró portería, solo en el segundo palo, para remachar una espectacular jugada de Susaeta por la banda.
Una doble ocasión bilbaína, de Llorente y Muniain tras buena jugada del extremo navarro, dio paso al descanso. A Llorente le detuvo Juan Pablo y el remate y Muniain chutó fuera casi con la portería para él.
A regreso de vestuarios, un primer cuarto de hora de tanteo dio paso a otro vertiginoso, con múltiples llegadas a ambas metas, más claras las locales.
Amenazó primero Colunga con un lanzamiento lejano alto, después Ibai se encontró con el palo en un centro pasado de De Marcos que le cogió muy escorado; y Barral amenazó tres veces seguidas, la tercera una caída ante Amorebieta, antes del asedio al que sometió el Athletic a los de Javier Clemente tras el minuto 63.
Iraola, De Marcos, Javi Martínez, con otro palo, y Llorente marraron claras ocasiones antes de que De Marcos abriese el marcador finalizando una jugada por el centro de Muniain, con pared previa entre el pequeño delantero local y Llorente.
En el tramo final, un preciso golpe franco de Ibai y una caída de Barral ante Iraizoz precedieron al tanto del empate, en el que Lora, que contó finalmente con la colaboración de Javi Martínez, remató solo desde la frontal y algo escorado a la izquierda.
Ese tanto de Lora, que antes de entrar dio en Javi Martínez, ha igualado otro que había marcado doce minutos antes Óscar de Marcos y deja al conjunto del argentino Marcelo Bielsa cada vez más desenganchado de unas posiciones europeas, de Liga de Campeones y de Liga Europa, que ahora quedan ya a 9 y 5 puntos, respectivamente.
Si bien fue el Athletic el que tuvo las ocasiones más claras a lo largo del encuentro, también el Sporting llegó con asiduidad a la meta de Iraizoz, aunque de manera menos peligrosa.
A los locales les penalizó su falta de acierto ante Juan Pablo, incluso del recuperado Fernando Llorente, y a los visitantes les dio un punto no desmayar durante todo el partido.
Empezó el Sporting más centrado y con mayores ambiciones, incluso buscando al Athletic en su campo empujado por un 4-3-3, con el 'tridente' Mendy-Colunga-De las Cuevas por delante del 'trivote' Eguren, André Castro, Rivera.
Un disparo fuerte, aunque alto y algo desviado, de Pedro Orfila, entrando por el callejón del '8' hasta el vértice, abrió la fase de llegadas peligrosas de los visitantes, que completaron un lanzamiento flojo de Mendy y un paradón de Iraizoz a un golpe franco de Colunga que dio en la barrera y se envenenó.
Superada la mitad del primer tiempo, el choque cambió de dinámica y fue el Athletic el que empezó a presentarse con opciones a la meta de Juan Pablo. Aunque careció de acierto.
Hasta de tres ocasiones inmejorables gozaron los de Marcelo Bielsa antes del descanso, la segunda de ellas un penalti de Botía a Llorente en el minuto 35, el primero que le pitan al Athletic en lo que va de campeonato. No estuvo fino Muniain en la transformación. Juan Pablo le adivinó la dirección del disparo y le detuvo el balón.
Tampoco tres minutos antes fue mejor el remate de Llorente, que no encontró portería, solo en el segundo palo, para remachar una espectacular jugada de Susaeta por la banda.
Una doble ocasión bilbaína, de Llorente y Muniain tras buena jugada del extremo navarro, dio paso al descanso. A Llorente le detuvo Juan Pablo y el remate y Muniain chutó fuera casi con la portería para él.
A regreso de vestuarios, un primer cuarto de hora de tanteo dio paso a otro vertiginoso, con múltiples llegadas a ambas metas, más claras las locales.
Amenazó primero Colunga con un lanzamiento lejano alto, después Ibai se encontró con el palo en un centro pasado de De Marcos que le cogió muy escorado; y Barral amenazó tres veces seguidas, la tercera una caída ante Amorebieta, antes del asedio al que sometió el Athletic a los de Javier Clemente tras el minuto 63.
Iraola, De Marcos, Javi Martínez, con otro palo, y Llorente marraron claras ocasiones antes de que De Marcos abriese el marcador finalizando una jugada por el centro de Muniain, con pared previa entre el pequeño delantero local y Llorente.
En el tramo final, un preciso golpe franco de Ibai y una caída de Barral ante Iraizoz precedieron al tanto del empate, en el que Lora, que contó finalmente con la colaboración de Javi Martínez, remató solo desde la frontal y algo escorado a la izquierda.
Video Levante 0 - 2 Osasuna
Osasuna se metió de lleno en el pelotón de equipos que luchan por la Liga de Campeones, en un partido en el que, sin excesivo esfuerzo, controló a un rival indolente y sin ideas y obtuvo una victoria poco discutible.
Pocas veces ha tenido que sufrir tan poco el equipo navarro esta temporada para sacar un triunfo a domicilio como en este choque, en el que le bastó con controlar a su rival y aprovechar dos de las tres o cuatro ocasiones de que dispuso para lograr su objetivo.
Enfrente, el Levante, en uno de los partidos más flojos de esta campaña, demostró que es un equipo que sufre mucho cuando le toca llevar la iniciativa. Eso le tocó hacer en un partido en el que fue por detrás en el marcador desde el minuto 16.
La primera acción destacada del partido fue la del 0-1 en un balón que controló Nino por arriba y que Raúl García envió a gol con disparo seco y colocado con la izquierda desde el borde del área ante el que nada pudo hacer el uruguayo Gustavo Munúa.
Tras el tanto, el partido continuó con las fuerzas niveladas, ya que mientras Osasuna supo fijar bien a los atacantes del Levante, a los jugadores del equipo local les faltaba precisión en los pases, por lo que apenas llegaban a la portería de la meta visitante.
Un centro de Ghezzal que cabeceó Koné fue la opción más clara de gol para el conjunto valenciano, que poco a poco cercaba la meta de los navarros, aunque sin claridad en sus acciones ofensivas.
Los diez minutos finales del primer periodo ya estuvieron marcados por el dominio absoluto del Levante, sin que Osasuna fuera capaz de acercarse a la meta local.
Sin embargo, conjunto de Juan Ignacio Martínez estaba espeso, no tenía las ideas claras y no tuvo la posibilidad de crear situaciones de verdadero peligro para empatar antes del ecuador del encuentro.
El Levante perdió al comienzo del segundo tiempo la intensidad mostrada al final del primero y el Osasuna se defendía con una cierta comodidad ante un rival inofensivo, aunque sin llegadas a la meta local en pos de un segundo tanto que cerrara el partido.
A los diez minutos, Andrés desbarató en una doble intervención el primer ataque peligroso del Levante en el segundo tiempo. Luego pudo marcar Xavi Torres en un disparo lejano y a continuación nuevamente Andrés resolvió un mano a mano con Koné.
Levante no estaba fino y a Osasuna le bastaba con ser un equipo ordenado para evitar cualquier contingencia. Los minutos pasaban y aunque el dominio territorial era para los locales, su fútbol era muy previsible.
Poco a poco, Osasuna se empezó a acercar con frecuencia a la meta local. Un cabezazo de Raúl García pudo suponer el 0-2, pero Munúa hizo una gran parada (m.77). En el siguiente ataque, cuando el Levante ya estaba desorientado, Nino sí que lo logró.
Así, y con Ballesteros como delantero centro de su equipo, se llegó al final de un encuentro que deja a Osasuna a tan sólo un punto del equipo valenciano y en el que los navarros fueron un equipo eficiente y los valencianos ofrecieron su peor cara.
Pocas veces ha tenido que sufrir tan poco el equipo navarro esta temporada para sacar un triunfo a domicilio como en este choque, en el que le bastó con controlar a su rival y aprovechar dos de las tres o cuatro ocasiones de que dispuso para lograr su objetivo.
Enfrente, el Levante, en uno de los partidos más flojos de esta campaña, demostró que es un equipo que sufre mucho cuando le toca llevar la iniciativa. Eso le tocó hacer en un partido en el que fue por detrás en el marcador desde el minuto 16.
La primera acción destacada del partido fue la del 0-1 en un balón que controló Nino por arriba y que Raúl García envió a gol con disparo seco y colocado con la izquierda desde el borde del área ante el que nada pudo hacer el uruguayo Gustavo Munúa.
Tras el tanto, el partido continuó con las fuerzas niveladas, ya que mientras Osasuna supo fijar bien a los atacantes del Levante, a los jugadores del equipo local les faltaba precisión en los pases, por lo que apenas llegaban a la portería de la meta visitante.
Un centro de Ghezzal que cabeceó Koné fue la opción más clara de gol para el conjunto valenciano, que poco a poco cercaba la meta de los navarros, aunque sin claridad en sus acciones ofensivas.
Los diez minutos finales del primer periodo ya estuvieron marcados por el dominio absoluto del Levante, sin que Osasuna fuera capaz de acercarse a la meta local.
Sin embargo, conjunto de Juan Ignacio Martínez estaba espeso, no tenía las ideas claras y no tuvo la posibilidad de crear situaciones de verdadero peligro para empatar antes del ecuador del encuentro.
El Levante perdió al comienzo del segundo tiempo la intensidad mostrada al final del primero y el Osasuna se defendía con una cierta comodidad ante un rival inofensivo, aunque sin llegadas a la meta local en pos de un segundo tanto que cerrara el partido.
A los diez minutos, Andrés desbarató en una doble intervención el primer ataque peligroso del Levante en el segundo tiempo. Luego pudo marcar Xavi Torres en un disparo lejano y a continuación nuevamente Andrés resolvió un mano a mano con Koné.
Levante no estaba fino y a Osasuna le bastaba con ser un equipo ordenado para evitar cualquier contingencia. Los minutos pasaban y aunque el dominio territorial era para los locales, su fútbol era muy previsible.
Poco a poco, Osasuna se empezó a acercar con frecuencia a la meta local. Un cabezazo de Raúl García pudo suponer el 0-2, pero Munúa hizo una gran parada (m.77). En el siguiente ataque, cuando el Levante ya estaba desorientado, Nino sí que lo logró.
Así, y con Ballesteros como delantero centro de su equipo, se llegó al final de un encuentro que deja a Osasuna a tan sólo un punto del equipo valenciano y en el que los navarros fueron un equipo eficiente y los valencianos ofrecieron su peor cara.
Video Espanyol 1 - 2 Málaga
Dos tantos en el último cuarto de hora permitieron al Málaga remontar un disputado encuentro ante el Espanyol (1-2), que permite a los andaluces situarse en puestos de Liga de Campeones, mientras que los de Mauricio Pochettino caen de los de Liga Europa.
En esa lucha por los sueños, el duelo desprendió sabor continental, de media tarde anglosajona, de fútbol sin cortapisas ni medias tintas. No solo por los puestos europeos de ambos equipos en la tabla, sino por el destino que llama a la puerta, llámese Liga Europa, quién sabe si Liga de Campeones a la postre.
Rondan Málaga y Espanyol la delgada línea roja que separa la gloria del fiasco, el limbo de los sueños y la pura y dura realidad. Más aún cuando al cuarto de hora se anunciaba que el Levante, poseedor ahora del último billete hacia la Champions, ya cedía ante Osasuna. Pocas veces se dan oportunidades así.
Por ello, cuando las alturas del campeonato dictan que lo fácil es no arriesgar, el partido lo dominaron los artistas y eso siempre fue buena noticia. Coutinho e Isco, apasionados amantes del cuero, tripularon sus equipos y se repartieron el dominio del juego a partes iguales en el primer tiempo.
Primero el Espanyol, tan encendido desde el arranque como frágil en sus llegadas. Desplegado bajo las batutas de Coutinho y Verdú, la insistencia juvenil de Weiss y un Uche peleón, el conjunto blanquiazul obligó al Málaga a agazaparse en su terreno, prudente, enrocado alrededor de ese faro incansable que es Demichelis.
El dominio tranquilo de los locales, casi inocente, tuvo su contrapunto en la pillería de Coutinho, más listo que nadie cuando provocó una falta en la frontal. Brincó la barrera y el brasileño lanzó raso bajo ella, colocando su disparo al palo, tan inalcanzable para Caballero que incluso el meta se lesionó al intentar detenerlo.
Doble golpe. Mientras Cornellà celebraba el cuarto gol de Coutinho en nueve partidos, Willy se retiraba del campo dando entrada a Kameni. Cosas del destino, no solo debutaba con el Málaga en Liga, sino que lo hacía en el que fue su hogar durante ocho años.
Lejos de quedarse noqueado por las inclemencias, el parón de juego espabiló al Málaga, quien debió acordarse que, como decía Shakespeare, puede que sea el destino baraje las cartas, pero son los hombres quienes las juegan. Y de eso Isco sabe un rato.
A su alrededor se avivó la reacción andaluza, quien en menos de diez minutos ya se había topado dos veces con el poste. Primero Maresca a la cruceta, después Isco tras una magnífica jugada colectiva. El azar y el éxito, tantas veces caprichosos por cuestión de centímetros, por cuestión de minutos.
Minutos, los que pasaron volando tras el descanso, cuando la estética se dejó a un lado y entraron en acción las urgencias. Pochettino puso en el tablero a Romaric para blindar a su equipo y casi la victoria, cuando un excelente lanzamiento de falta del marfileño lo desvió un sensacional Kameni.
Y minutos, un par, los que apenas necesitó el Málaga para tumbar al Espanyol, los que le bastaron a Van Nistelrooy desde que entró al terreno de juego para mandar el balón al fondo de la red.
Un magistral cambio de banda de Cazorla a un cuarto de hora del final fue recogido por Isco, que encaró la meta local. Javi López logró interponerse en su camino en el último momento, pero el rechace cayó a los pies del artillero holandés. No perdonó.
Tampoco otro jugador de la vieja escuela, Demichelis, cuando dos minutos después aprovechó otro balón muerto en el área, esta vez tras un saque de esquina de Cazorla que cabeceó Rondón y salvó el meta local, que poco pudo hacer ante el disparo posterior del argentino. En nada, el Málaga había dado la vuelta al partido.
Ni siquiera la entrada de Pandiani, héroe ante el Betis, llevó a conseguir la machada. Los malagueños se encaraman a Liga de Campeones, tras la derrota del Levante ante Osasuna. El mismo equipo que aparta al Espanyol de Europa. Y todo en cuestión de minutos.
En esa lucha por los sueños, el duelo desprendió sabor continental, de media tarde anglosajona, de fútbol sin cortapisas ni medias tintas. No solo por los puestos europeos de ambos equipos en la tabla, sino por el destino que llama a la puerta, llámese Liga Europa, quién sabe si Liga de Campeones a la postre.
Rondan Málaga y Espanyol la delgada línea roja que separa la gloria del fiasco, el limbo de los sueños y la pura y dura realidad. Más aún cuando al cuarto de hora se anunciaba que el Levante, poseedor ahora del último billete hacia la Champions, ya cedía ante Osasuna. Pocas veces se dan oportunidades así.
Por ello, cuando las alturas del campeonato dictan que lo fácil es no arriesgar, el partido lo dominaron los artistas y eso siempre fue buena noticia. Coutinho e Isco, apasionados amantes del cuero, tripularon sus equipos y se repartieron el dominio del juego a partes iguales en el primer tiempo.
Primero el Espanyol, tan encendido desde el arranque como frágil en sus llegadas. Desplegado bajo las batutas de Coutinho y Verdú, la insistencia juvenil de Weiss y un Uche peleón, el conjunto blanquiazul obligó al Málaga a agazaparse en su terreno, prudente, enrocado alrededor de ese faro incansable que es Demichelis.
El dominio tranquilo de los locales, casi inocente, tuvo su contrapunto en la pillería de Coutinho, más listo que nadie cuando provocó una falta en la frontal. Brincó la barrera y el brasileño lanzó raso bajo ella, colocando su disparo al palo, tan inalcanzable para Caballero que incluso el meta se lesionó al intentar detenerlo.
Doble golpe. Mientras Cornellà celebraba el cuarto gol de Coutinho en nueve partidos, Willy se retiraba del campo dando entrada a Kameni. Cosas del destino, no solo debutaba con el Málaga en Liga, sino que lo hacía en el que fue su hogar durante ocho años.
Lejos de quedarse noqueado por las inclemencias, el parón de juego espabiló al Málaga, quien debió acordarse que, como decía Shakespeare, puede que sea el destino baraje las cartas, pero son los hombres quienes las juegan. Y de eso Isco sabe un rato.
A su alrededor se avivó la reacción andaluza, quien en menos de diez minutos ya se había topado dos veces con el poste. Primero Maresca a la cruceta, después Isco tras una magnífica jugada colectiva. El azar y el éxito, tantas veces caprichosos por cuestión de centímetros, por cuestión de minutos.
Minutos, los que pasaron volando tras el descanso, cuando la estética se dejó a un lado y entraron en acción las urgencias. Pochettino puso en el tablero a Romaric para blindar a su equipo y casi la victoria, cuando un excelente lanzamiento de falta del marfileño lo desvió un sensacional Kameni.
Y minutos, un par, los que apenas necesitó el Málaga para tumbar al Espanyol, los que le bastaron a Van Nistelrooy desde que entró al terreno de juego para mandar el balón al fondo de la red.
Un magistral cambio de banda de Cazorla a un cuarto de hora del final fue recogido por Isco, que encaró la meta local. Javi López logró interponerse en su camino en el último momento, pero el rechace cayó a los pies del artillero holandés. No perdonó.
Tampoco otro jugador de la vieja escuela, Demichelis, cuando dos minutos después aprovechó otro balón muerto en el área, esta vez tras un saque de esquina de Cazorla que cabeceó Rondón y salvó el meta local, que poco pudo hacer ante el disparo posterior del argentino. En nada, el Málaga había dado la vuelta al partido.
Ni siquiera la entrada de Pandiani, héroe ante el Betis, llevó a conseguir la machada. Los malagueños se encaraman a Liga de Campeones, tras la derrota del Levante ante Osasuna. El mismo equipo que aparta al Espanyol de Europa. Y todo en cuestión de minutos.
Video Real Zaragoza 1 - 0 Atlético Madrid
Un penal transformado por Antonio Galdeano "Apoño" en el minuto 94 de partido, que sirvió para derrotar al Atlético de Madrid, permite al Real Zaragoza reengancharse a la lucha por la permanencia en un partido en el que ni zaragocistas ni atléticos hicieron méritos para pasar del empate.
Real Zaragoza encadenó por primera vez en la temporada su segunda victoria consecutiva y, dependiendo de lo que hagan Racing de Santander y Sporting de Gijón, podría abandonar por primera vez en catorce jornadas la posición de colista.
Los rojiblancos en su visita a la capital aragonesa fueron excesivamente especulativos y rácanos en un encuentro en el que en ningún momento dieron la sensación de ir a por la victoria, más bien se conformaban con sumar el punto que otorga el empate, y terminaron pagándolo en los últimos segundos del tiempo añadido.
Ni Zaragoza ni Atlético quisieron responsabilizarse del control del balón, lo que se tradujo en un constante intercambio de balonazos con el que el objetivo, más que llegar con peligro a la portería rival, parecía ser el ganar metros y estar lo más lejos posible del área propia.
El juego carecía de fluidez, sin que los centrocampistas de ninguno de los equipos hiciese nada por bajar el balón y tratar de enlazar más de un par de pases seguidos, lo que hizo que tanto Roberto como Courtois se convirtiesen en meros espectadores del desarrollo del partido.
Hubo que consumir más de la mitad del tiempo del primer periodo para que se produjese el primer disparo de cierta entidad a la portería rival, y fue por medio del reconvertido a extremo Ivan Obradovic, que desde la esquina del borde del área intentó sorprender a Courtois, pero su disparo se fue fuera por poco.
El conjunto de Diego "Cholo" Simeone empezó a buscar con mayor intensidad las incursiones por las bandas, con Adrián como hombre más activo, pero las acciones rojiblancas morían excesivamente lejos de los dominios de Roberto, que seguía el partido con gran tranquilidad para los intereses de su equipo.
Durante unos minutos los rojiblancos con su juego maduraron a su rival y la mejor acción de los primeros cuarenta y cinco minutos nació de las botas de Arda Turán, a la media hora, en un balón que dejó a Adrián solo para estrellar su disparo en la cruceta izquierda de Roberto. El rebote llegó al goleador Falcao, que volvió a encontrar la madera, en esta ocasión en el lado derecho, en la trayectoria del balón.
Tras el descanso los zaragocistas salieron más enchufados y con más corazón en sus acciones, lo que les permitió tener el control territorial del juego, pero sin crear acciones claras de peligro sobre el área rival.
Los colchoneros parecían dar por buena la igualada porque se mostraban demasiado remisos a buscar con descaro la portería local, a pesar de que en las pocas ocasiones en las que enlazaron alguna acción de combinación se aproximaban con peligro.
El partido se encaminaba hacia la igualada sin goles y sin ocasiones, pero en los cuatro minutos de prolongación un balón controlado sin aparente peligro por Edu Oriol lo profundizó dentro del área a Helder Postiga que, sin hueco para disparar, cayó al suelo ante la entrada de Godín. Undiano Mallenco, muy encima de la jugada, no dudó y señaló penal.
Apoño se encaminó a por el balón y asumió la responsabilidad de un disparo que valía dos puntos más, ya que el empate parecía irremediable, de hecho solo dio tiempo tras el gol para poner el balón en juego desde el centro del campo.
Real Zaragoza encadenó por primera vez en la temporada su segunda victoria consecutiva y, dependiendo de lo que hagan Racing de Santander y Sporting de Gijón, podría abandonar por primera vez en catorce jornadas la posición de colista.
Los rojiblancos en su visita a la capital aragonesa fueron excesivamente especulativos y rácanos en un encuentro en el que en ningún momento dieron la sensación de ir a por la victoria, más bien se conformaban con sumar el punto que otorga el empate, y terminaron pagándolo en los últimos segundos del tiempo añadido.
Ni Zaragoza ni Atlético quisieron responsabilizarse del control del balón, lo que se tradujo en un constante intercambio de balonazos con el que el objetivo, más que llegar con peligro a la portería rival, parecía ser el ganar metros y estar lo más lejos posible del área propia.
El juego carecía de fluidez, sin que los centrocampistas de ninguno de los equipos hiciese nada por bajar el balón y tratar de enlazar más de un par de pases seguidos, lo que hizo que tanto Roberto como Courtois se convirtiesen en meros espectadores del desarrollo del partido.
Hubo que consumir más de la mitad del tiempo del primer periodo para que se produjese el primer disparo de cierta entidad a la portería rival, y fue por medio del reconvertido a extremo Ivan Obradovic, que desde la esquina del borde del área intentó sorprender a Courtois, pero su disparo se fue fuera por poco.
El conjunto de Diego "Cholo" Simeone empezó a buscar con mayor intensidad las incursiones por las bandas, con Adrián como hombre más activo, pero las acciones rojiblancas morían excesivamente lejos de los dominios de Roberto, que seguía el partido con gran tranquilidad para los intereses de su equipo.
Durante unos minutos los rojiblancos con su juego maduraron a su rival y la mejor acción de los primeros cuarenta y cinco minutos nació de las botas de Arda Turán, a la media hora, en un balón que dejó a Adrián solo para estrellar su disparo en la cruceta izquierda de Roberto. El rebote llegó al goleador Falcao, que volvió a encontrar la madera, en esta ocasión en el lado derecho, en la trayectoria del balón.
Tras el descanso los zaragocistas salieron más enchufados y con más corazón en sus acciones, lo que les permitió tener el control territorial del juego, pero sin crear acciones claras de peligro sobre el área rival.
Los colchoneros parecían dar por buena la igualada porque se mostraban demasiado remisos a buscar con descaro la portería local, a pesar de que en las pocas ocasiones en las que enlazaron alguna acción de combinación se aproximaban con peligro.
El partido se encaminaba hacia la igualada sin goles y sin ocasiones, pero en los cuatro minutos de prolongación un balón controlado sin aparente peligro por Edu Oriol lo profundizó dentro del área a Helder Postiga que, sin hueco para disparar, cayó al suelo ante la entrada de Godín. Undiano Mallenco, muy encima de la jugada, no dudó y señaló penal.
Apoño se encaminó a por el balón y asumió la responsabilidad de un disparo que valía dos puntos más, ya que el empate parecía irremediable, de hecho solo dio tiempo tras el gol para poner el balón en juego desde el centro del campo.
sábado, 24 de marzo de 2012
Video Getafe 3 - 1 Valencia
El Getafe doblegó al Valencia 3-1 gracias a una primera parte marcada por la sobresaliente actuación de Jaime Gavilán, que lideró a su equipo hacia una victoria que cuestiona la labor del entrenador visitante, Unai Emery.
El equipo de Luis García Plaza aprovechó su buen momento y su tendencia positiva (cuatro partidos sin perder consecutivos) para acabar con el Valencia, que vive en un estado totalmente contrario. No levanta cabeza en Liga y el tercer puesto ya no es tan seguro por sus propios fallos y por los aciertos de equipos como el Levante, que están haciendo muy buen trabajo.
Pese a que comenzó enchufado, con un tanto de Roberto Soldado en el minuto cuatro, en ese pequeño espacio de tiempo anterior a la diana del internacional el Getafe ya estaba mostrando indicios de que su rival iba a tener problemas. Luis García utilizó a dos extremos puros como Jaime Gavilán y Pedro Ríos. Ambos, pegados a la línea de banda, auguraban alegrías locales durante 90 minutos.
Antes, Soldado se encargó de recordar quién es en el Coliseum. El pasado curso ya marcó cuatro goles en el estadio que le lanzó hacia el club de la capital del Turia, y a las primeras de cambio, en su segundo regreso, volvió a acertar en la portería del Getafe. Por respeto, no celebró el gol, aunque esa alegría que llevaría por dentro se tornó pronto en decepción.
Exactamente ocho minutos. Fue el tiempo que tardó en funcionar la dupla Jaime Gavilán-Pedro Ríos para empatar el encuentro. Una internada por la banda del primero acabó en un centro que cabeceó a la red el segundo. Las sensaciones de dispersión valencianista se hacían realidad. El Getafe, tomaba el mando sin disimulos.
Para que no hubiera dudas, el segundo tanto y el tercero no tardaron en llegar. Primero, el venezolano Miku cabeceó un disparo mordido de Gavilán. Celebró el gol dando una patada a una valla de publicidad. Fue su forma de sacar rabia acumulada por los pitidos que recibe últimamente por un sector de su público.
Después, se unió al festejo en la siguiente alegría de su equipo, propiciada por Bruno, que marcó en propia meta tras una falta lanzada, como no, por Gavilán, el mejor sin duda de la primera parte.
En el otro lado, difícil elegir a uno. La defensa del Valencia, imprecisa. Bruno, era un agujero constante que aprovechaba Gavilán. En el medio, Dani Parejo mostró alguno de los defectos que no gustaban en su etapa en el Coliseum. Tiene mucha clase, pero le falta algo, tal vez más actitud, más músculo, que es el que parece tener siempre Soldado, el único capaz de crear cierta inquietud en el área rival.
En la reanudación suya fue una de las dos únicas opciones que tuvo el Valencia para reducir distancias. No fue la más clara, su cabezazo fue menos peligroso que un disparo de Mathieu dentro del área pequeña. Fueron las dos intentonas de los hombres de Emery, que sólo cogieron el ritmo del partido gracias al esfuerzo físico que desplegó el Getafe en la primera parte.
Por eso, tal vez se echó atrás para intentar salir al contragolpe. No tuvo pocas opciones, como en los 45 minutos iniciales, pero la sensación de peligro existía. Por si acaso, Luis García, con la salida de Pablo Hernández y Aduriz al campo, en un último intento de Emery por darle la vuelta a la situación, apuntaló el centro del campo con Javier Casquero.
Con el veterano centrocampista sobre el césped el partido fue muriendo poco a poco hasta caer finalmente del lado del Getafe, que suma ya casi los 40 puntos que teóricamente otorgan la salvación. Y, de pasada, con su victoria, los madrileños desgastan aún más el proyecto de Emery, que no consigue dar regularidad a su equipo.
El equipo de Luis García Plaza aprovechó su buen momento y su tendencia positiva (cuatro partidos sin perder consecutivos) para acabar con el Valencia, que vive en un estado totalmente contrario. No levanta cabeza en Liga y el tercer puesto ya no es tan seguro por sus propios fallos y por los aciertos de equipos como el Levante, que están haciendo muy buen trabajo.
Pese a que comenzó enchufado, con un tanto de Roberto Soldado en el minuto cuatro, en ese pequeño espacio de tiempo anterior a la diana del internacional el Getafe ya estaba mostrando indicios de que su rival iba a tener problemas. Luis García utilizó a dos extremos puros como Jaime Gavilán y Pedro Ríos. Ambos, pegados a la línea de banda, auguraban alegrías locales durante 90 minutos.
Antes, Soldado se encargó de recordar quién es en el Coliseum. El pasado curso ya marcó cuatro goles en el estadio que le lanzó hacia el club de la capital del Turia, y a las primeras de cambio, en su segundo regreso, volvió a acertar en la portería del Getafe. Por respeto, no celebró el gol, aunque esa alegría que llevaría por dentro se tornó pronto en decepción.
Exactamente ocho minutos. Fue el tiempo que tardó en funcionar la dupla Jaime Gavilán-Pedro Ríos para empatar el encuentro. Una internada por la banda del primero acabó en un centro que cabeceó a la red el segundo. Las sensaciones de dispersión valencianista se hacían realidad. El Getafe, tomaba el mando sin disimulos.
Para que no hubiera dudas, el segundo tanto y el tercero no tardaron en llegar. Primero, el venezolano Miku cabeceó un disparo mordido de Gavilán. Celebró el gol dando una patada a una valla de publicidad. Fue su forma de sacar rabia acumulada por los pitidos que recibe últimamente por un sector de su público.
Después, se unió al festejo en la siguiente alegría de su equipo, propiciada por Bruno, que marcó en propia meta tras una falta lanzada, como no, por Gavilán, el mejor sin duda de la primera parte.
En el otro lado, difícil elegir a uno. La defensa del Valencia, imprecisa. Bruno, era un agujero constante que aprovechaba Gavilán. En el medio, Dani Parejo mostró alguno de los defectos que no gustaban en su etapa en el Coliseum. Tiene mucha clase, pero le falta algo, tal vez más actitud, más músculo, que es el que parece tener siempre Soldado, el único capaz de crear cierta inquietud en el área rival.
En la reanudación suya fue una de las dos únicas opciones que tuvo el Valencia para reducir distancias. No fue la más clara, su cabezazo fue menos peligroso que un disparo de Mathieu dentro del área pequeña. Fueron las dos intentonas de los hombres de Emery, que sólo cogieron el ritmo del partido gracias al esfuerzo físico que desplegó el Getafe en la primera parte.
Por eso, tal vez se echó atrás para intentar salir al contragolpe. No tuvo pocas opciones, como en los 45 minutos iniciales, pero la sensación de peligro existía. Por si acaso, Luis García, con la salida de Pablo Hernández y Aduriz al campo, en un último intento de Emery por darle la vuelta a la situación, apuntaló el centro del campo con Javier Casquero.
Con el veterano centrocampista sobre el césped el partido fue muriendo poco a poco hasta caer finalmente del lado del Getafe, que suma ya casi los 40 puntos que teóricamente otorgan la salvación. Y, de pasada, con su victoria, los madrileños desgastan aún más el proyecto de Emery, que no consigue dar regularidad a su equipo.
Video Real Madrid 5 - 1 Real Sociedad
El Real Madrid recuperó la normalidad, se reencontró con el triunfo ante la Real Sociedad a ritmo de goleada y puso fin a la sangría de puntos que ha padecido en las últimas jornadas y que han dejado en seis su renta al frente de la Liga.
La Real Sociedad ponía a prueba el estado de ánimo madridista, en entredicho después de los dos partidos recientes, dos empates. Cuatro puntos dejados en el trayecto hacia el título.
Las secuelas de Villarreal dejaron un parte de bajas amplio. Entre ellas las del alemán Mesut Ozil y el portugués Pepe. También la del francés Lass Diarra, por acumulación de tarjetas. El galo Raphael Varane y el brasileño Kaká, de vuelta al once inicial, ocuparon su espacio.
Competición, sin embargo, no sancionó a Sergio Ramos y el Madrid lo agradeció. Firmó un partido notable el sevillano. Firme al corte y desinhibido para emprender las acciones de ataque de su equipo. Cristiano Ronaldo lo agradeció. Uno de los goles llegó por esa vía.
La Real Sociedad asumió el choque sin la presión de su rival. Maneja una renta cómoda en la tabla. Y a pesar de llegar a Madrid con dos derrotas seguidas, la pelea por la permanencia, de momento, no va con el equipo del francés Philippe Montanier.
El cuadro blanco arrancó a toda pastilla. Una presión desatada, en busca del cuerpo a cuerpo, de transiciones rápidas. Directas. Con prisa por acabar el choque. Se le puso de cara a los siete minutos, cuando el francés Karim Benzema desde la derecha lanzó un pase al centro del área, donde remató el argentino Gonzalo Higuaín a la primera para batir al chileno Claudio Bravo.
Jose Mourinho, en algún lugar del estadio, pero fuera no en el banquillo, castigado, apostó por la dupla Benzema e Higuaín. La decisión le salió redonda.
El Madrid amenazó sin tino en acciones a balón parado. Mientras el cuadro donostiarra desechó una descompensación defensiva blanca que situó a Agirretxe de cara a Iker Casillas, que desvió a córner.
Cristiano Ronaldo marró dos. Un remate franco al cuerpo y un cabezazo. Pero a la tercera atinó. Fue en la aparición enorme de Ramos. Un corte, balón al suelo y centro medido al luso, que cruzó ante Bravo.
El segundo gol, el que nunca apareció ante el Málaga y el Villarreal, sosegó al Real Madrid, que firmó el tercero por medio de Benzema. El francés, entre los más destacados, finalizó a la perfección un pase de cincuenta metros de Xabi Alonso.
El primer arrebato de orgullo del equipo vasco llegó a continuación. Con el gol marcado desde fuera del área por Xabi Prieto, por la escuadra de Iker.
Benzema llevó la fiesta a la grada con el cuarto. Al inicio de la segunda parte, también a pase de Alonso. El gol echó por tierra las intenciones del cuadro donostiarra, de inicio sin la 'perla' David Zurutuza y sin el mexicano Carlos Vela, que entraron después.
Ronaldo, a puerta vacía, amplió la cuenta. Hizo el quinto con media hora aún por delante y trasladó el partido al relax total. Con minutos para el turco Nuri Sahin y para el portugués Fabio Coentrao, de vuelta tras el olvido sometido por ser visto fumando. Y también para el canterano Jesse Rodríguez que apareció en el tramo final.
La Real Sociedad ponía a prueba el estado de ánimo madridista, en entredicho después de los dos partidos recientes, dos empates. Cuatro puntos dejados en el trayecto hacia el título.
Las secuelas de Villarreal dejaron un parte de bajas amplio. Entre ellas las del alemán Mesut Ozil y el portugués Pepe. También la del francés Lass Diarra, por acumulación de tarjetas. El galo Raphael Varane y el brasileño Kaká, de vuelta al once inicial, ocuparon su espacio.
Competición, sin embargo, no sancionó a Sergio Ramos y el Madrid lo agradeció. Firmó un partido notable el sevillano. Firme al corte y desinhibido para emprender las acciones de ataque de su equipo. Cristiano Ronaldo lo agradeció. Uno de los goles llegó por esa vía.
La Real Sociedad asumió el choque sin la presión de su rival. Maneja una renta cómoda en la tabla. Y a pesar de llegar a Madrid con dos derrotas seguidas, la pelea por la permanencia, de momento, no va con el equipo del francés Philippe Montanier.
El cuadro blanco arrancó a toda pastilla. Una presión desatada, en busca del cuerpo a cuerpo, de transiciones rápidas. Directas. Con prisa por acabar el choque. Se le puso de cara a los siete minutos, cuando el francés Karim Benzema desde la derecha lanzó un pase al centro del área, donde remató el argentino Gonzalo Higuaín a la primera para batir al chileno Claudio Bravo.
Jose Mourinho, en algún lugar del estadio, pero fuera no en el banquillo, castigado, apostó por la dupla Benzema e Higuaín. La decisión le salió redonda.
El Madrid amenazó sin tino en acciones a balón parado. Mientras el cuadro donostiarra desechó una descompensación defensiva blanca que situó a Agirretxe de cara a Iker Casillas, que desvió a córner.
Cristiano Ronaldo marró dos. Un remate franco al cuerpo y un cabezazo. Pero a la tercera atinó. Fue en la aparición enorme de Ramos. Un corte, balón al suelo y centro medido al luso, que cruzó ante Bravo.
El segundo gol, el que nunca apareció ante el Málaga y el Villarreal, sosegó al Real Madrid, que firmó el tercero por medio de Benzema. El francés, entre los más destacados, finalizó a la perfección un pase de cincuenta metros de Xabi Alonso.
El primer arrebato de orgullo del equipo vasco llegó a continuación. Con el gol marcado desde fuera del área por Xabi Prieto, por la escuadra de Iker.
Benzema llevó la fiesta a la grada con el cuarto. Al inicio de la segunda parte, también a pase de Alonso. El gol echó por tierra las intenciones del cuadro donostiarra, de inicio sin la 'perla' David Zurutuza y sin el mexicano Carlos Vela, que entraron después.
Ronaldo, a puerta vacía, amplió la cuenta. Hizo el quinto con media hora aún por delante y trasladó el partido al relax total. Con minutos para el turco Nuri Sahin y para el portugués Fabio Coentrao, de vuelta tras el olvido sometido por ser visto fumando. Y también para el canterano Jesse Rodríguez que apareció en el tramo final.
Video Mallorca 0 - 2 Barcelona
El Barcelona continúa con su frenética persecución al Real Madrid en la liga española al vencer 0-2 al Mallorca con goles de Messi y Piqué, éste último cuando el equipo de Josep Guardiola jugaba con diez futbolistas por la expulsión de Thiago en el minuto 56.
El Barcelona se marchó al vestuario distanciado a tres puntos del Madrid, tras un encuentro en el que sus jugadores tuvieron que ponerse el mono de trabajo para defender el gol de Messi en inferioridad numérica.
Pero la isla sigue siendo tierra prometida para los azulgranas, donde han ganado en nueve de sus últimas diez visitas. Asimismo, Joaquín Caparrós sigue sin ganar al Barcelona como local.
El Mallorca, que se topó con un rival muy superior, tuvo cinco minutos explosivos en la primera parte. Llegó con peligro y puso en dificultades a la defensa de tres integrada por Mascherano, Piqué y Puyol.
Ausentes Dani Alves y Adriano Correia, Guardiola dejó en el banquillo al lateral del filial Martín Montoya y apostó por un esquema ambicioso pero arriesgado ante un rival muy motivado y en su mejor momento de la temporada.
El Barcelona tardó varios minutos en asentarse sobre el terreno de juego, pero cuando lo hizo marcó el ritmo más conveniente para sus intereses.
Los azulgranas, hoy de verde, demostraron que no venía a la isla de la calma a descansar, ni mucho menos.
Su objetivo era incrementar la presión sobre el Real Madrid e irse del campo distanciado tan sólo a tres puntos de su máximo rival en la lucha por el título.
Y lo hizo apoyado en sus argumentos de siempre, tan demoledores como efectivos: monopolio del balón y triangulaciones permanentes, abriendo el campo y agotando al rival.
En el minuto 24, Messi marcó el gol que colocaba al Barcelona a tiro de piedra del Real Madrid.
Una falta directa lanzada por el argentino al segundo palo, muy mal defendida por los mallorquinistas y que entró directamente en la portería, pese a que pareció que Alexis había tocado la pelota con la cabeza en la línea de gol. El Barcelona, casi sin quererlo, ya tenía ventaja en el marcador.
Poco antes, el propio Messi había fallado en una jugada -'un 'mano a mano'- en la que suele ser letal, al estrellar el balón en la cara del meta Aouate.
Después, el chileno Alexis Sánchez remató al larguero (min. 32) en pleno dominio de un Barça al que sólo le faltaba un segundo gol para vivir una tarde plácida del todo.
El Mallorca de Caparrós sólo tuvo esos minutos fulgurantes del inicio del partido. Sus jugadores pelearon mucho y con intensidad, pero casi siempre en el centro del campo y cerca de Aouate.
Con la entrada de Hemed y Nsue por Álvaro y Chico, Joaquín Caparrós dejó claro que iba a por el partido, objetivo que se puso aún más de cara para los locales tras la polémica expulsión por doble tarjeta amarilla de Thiago (min. 56). El colegiado apreció mano del barcelonista, pero las imágenes de televisión demostraron que no fue así.
El partido a partir de ese momento cambió de manera radical. El Mallorca se fue arriba de manera decidida y el Barcelona dio un paso atrás -Martín Montoya sustituyó a un desaparecido Cesc Fábregas- para intentarse sentenciar al contragolpe.
Lo que era un partido controlado por el Barcelona se transformó en una agonía continua para su portería, y sólo la genialidad de Messi y las carreras de Alexis le permitieron equilibrar, en parte, las acciones.
El astro argentino, precisamente, acabó con las ilusiones locales con otra jugada de las suyas, de esas que le han convertido en un "humano entre comillas", según lo definió Caparrós. Remató al palo y el rechace lo aprovechó Piqué para marcar el segundo y definitivo gol de un Barça que cerró el partido para irse al vestuario a tres puntos del Real Madrid, que poco después recibía a la Real Sociedad.
El Barcelona se marchó al vestuario distanciado a tres puntos del Madrid, tras un encuentro en el que sus jugadores tuvieron que ponerse el mono de trabajo para defender el gol de Messi en inferioridad numérica.
Pero la isla sigue siendo tierra prometida para los azulgranas, donde han ganado en nueve de sus últimas diez visitas. Asimismo, Joaquín Caparrós sigue sin ganar al Barcelona como local.
El Mallorca, que se topó con un rival muy superior, tuvo cinco minutos explosivos en la primera parte. Llegó con peligro y puso en dificultades a la defensa de tres integrada por Mascherano, Piqué y Puyol.
Ausentes Dani Alves y Adriano Correia, Guardiola dejó en el banquillo al lateral del filial Martín Montoya y apostó por un esquema ambicioso pero arriesgado ante un rival muy motivado y en su mejor momento de la temporada.
El Barcelona tardó varios minutos en asentarse sobre el terreno de juego, pero cuando lo hizo marcó el ritmo más conveniente para sus intereses.
Los azulgranas, hoy de verde, demostraron que no venía a la isla de la calma a descansar, ni mucho menos.
Su objetivo era incrementar la presión sobre el Real Madrid e irse del campo distanciado tan sólo a tres puntos de su máximo rival en la lucha por el título.
Y lo hizo apoyado en sus argumentos de siempre, tan demoledores como efectivos: monopolio del balón y triangulaciones permanentes, abriendo el campo y agotando al rival.
En el minuto 24, Messi marcó el gol que colocaba al Barcelona a tiro de piedra del Real Madrid.
Una falta directa lanzada por el argentino al segundo palo, muy mal defendida por los mallorquinistas y que entró directamente en la portería, pese a que pareció que Alexis había tocado la pelota con la cabeza en la línea de gol. El Barcelona, casi sin quererlo, ya tenía ventaja en el marcador.
Poco antes, el propio Messi había fallado en una jugada -'un 'mano a mano'- en la que suele ser letal, al estrellar el balón en la cara del meta Aouate.
Después, el chileno Alexis Sánchez remató al larguero (min. 32) en pleno dominio de un Barça al que sólo le faltaba un segundo gol para vivir una tarde plácida del todo.
El Mallorca de Caparrós sólo tuvo esos minutos fulgurantes del inicio del partido. Sus jugadores pelearon mucho y con intensidad, pero casi siempre en el centro del campo y cerca de Aouate.
Con la entrada de Hemed y Nsue por Álvaro y Chico, Joaquín Caparrós dejó claro que iba a por el partido, objetivo que se puso aún más de cara para los locales tras la polémica expulsión por doble tarjeta amarilla de Thiago (min. 56). El colegiado apreció mano del barcelonista, pero las imágenes de televisión demostraron que no fue así.
El partido a partir de ese momento cambió de manera radical. El Mallorca se fue arriba de manera decidida y el Barcelona dio un paso atrás -Martín Montoya sustituyó a un desaparecido Cesc Fábregas- para intentarse sentenciar al contragolpe.
Lo que era un partido controlado por el Barcelona se transformó en una agonía continua para su portería, y sólo la genialidad de Messi y las carreras de Alexis le permitieron equilibrar, en parte, las acciones.
El astro argentino, precisamente, acabó con las ilusiones locales con otra jugada de las suyas, de esas que le han convertido en un "humano entre comillas", según lo definió Caparrós. Remató al palo y el rechace lo aprovechó Piqué para marcar el segundo y definitivo gol de un Barça que cerró el partido para irse al vestuario a tres puntos del Real Madrid, que poco después recibía a la Real Sociedad.
El colombiano Radamel Falcao es el delantero del momento en el Atlético Madrid. Ya lleva marcado 25 goles.
Radamel Falcao, delantero colombiano del Atlético de Madrid, abordó todos los asuntos de su vida profesional y personal en una entrevista en Onda Cero. Confesó que en Colombia nadie consideraba acertado que se mudara desde el Oporto al club de la capital de España. "En mi país, el 99% de las personas pensaba que era un error dejar el Oporto por el Atléti, decían que no era un club grande y que yo no haría más de 12 goles en la temporada. Con mis números [25 tantos, 19 en Liga y seis en Europa League] estoy hablando sin responder verbalmente”, dijo Radamel Falcao, deseoso de ver a un Atlético fuerte en el futuro
A dejar huella. "Tenía claro que no venía a hacer olvidar a Agüero ni a Forlán. Sabía que nos compararían, pero yo he venido a hacer mi camino y a dejar una huella en la institución. El Atléti tiene un potencial enorme. Si logramos hacer un equipo fuerte y pelear con los grandes de España y Europa, es un equipo para quedarme muchísimos años", afirmó el delantero colombiano.
El Derby. "Tenemos un buen plantel, pero no queremos vivir a la sombra de lo que haga el Real Madrid. Queremos centrarnos en nosotros y hacer un equipo fuerte para que esa diferencia no se vea en las próximas temporadas". En el mes próximo llegará su primer derby contra el Madrid. "Ojalá que podamos ganar el partido. Lo vamos a dar todo para hacerlo, pero no tenemos que vivir pensando en el Madrid".
A dejar huella. "Tenía claro que no venía a hacer olvidar a Agüero ni a Forlán. Sabía que nos compararían, pero yo he venido a hacer mi camino y a dejar una huella en la institución. El Atléti tiene un potencial enorme. Si logramos hacer un equipo fuerte y pelear con los grandes de España y Europa, es un equipo para quedarme muchísimos años", afirmó el delantero colombiano.
El Derby. "Tenemos un buen plantel, pero no queremos vivir a la sombra de lo que haga el Real Madrid. Queremos centrarnos en nosotros y hacer un equipo fuerte para que esa diferencia no se vea en las próximas temporadas". En el mes próximo llegará su primer derby contra el Madrid. "Ojalá que podamos ganar el partido. Lo vamos a dar todo para hacerlo, pero no tenemos que vivir pensando en el Madrid".
viernes, 23 de marzo de 2012
Málaga, su último club Van Nistelrooy está cerca del adiós
El delantero holandés del Málaga Ruud van Nistelrooy admitió que medita su retirada del fútbol profesional al final de esta temporada, aunque puntualizó que aún no adoptó ninguna decisión y que tiene previsto hacerlo el próximo mes. En declaraciones a la cadena televisiva Sport1 de su país, el exjugador de la selección holandesa afirmó que, en cualquier caso, el Málaga será “el último club” en el que jugará.
jueves, 22 de marzo de 2012
Video Málaga 4 - 2 Rayo Vallecano
El Málaga, en un partido de muchos goles, consiguió la quinta victoria consecutiva como local frente al Rayo Vallecano, que se adelantó en el marcador, pero el delantero venezolano José Salomón Rondón, fue el artífice de la remontada con dos tantos.
El conjunto rayista salió decidido a por el partido, con un planteamiento ofensivo y en la primera acción sorprendió al Málaga con un penalti de Gámez, que zancadilleó al argentino Emiliano Armenteros cuando entraba en el área. Su compañero Diego Costa lo transformó en el minuto 5.
El Málaga, que no se esperaba esa acción, serenó su juego y tomó la iniciativa, con Cazorla, Isco y Joaquín. El centrocampista gaditano tuvo el empate pero su lanzamiento lo atajó Joel. El conjunto malagueño jugaba con rapidez por las bandas y situaba al Rayo dentro de su propia área.
El defensa Weligton, pudo empatar, pero su remate de cabeza pegó en el larguero. El equipo malaguista rondaba el gol, asediaba la portería de Joel con muchos acercamientos, aunque sin lograr el empate.
Este llegó tras una jugada entre Cazorla y Eliseu, con centro del portugués que remató de cabeza Rondón en el área pequeña.
El encuentro entró en otra dimensión, aunque el Málaga bajó el pistón, guardó fuerzas para la segunda parte y el Rayo adelantó líneas para intentar atemorizar a los locales, algo que no sucedió.
El inicio de la segunda parte fue del Rayo, expeditivo, sin complejos, rondaba la portería de Caballero con un lanzamiento de Piti, que despejó Caballero y un centro de Casado, que tocó en Gámez y a punto estuvo de introducirse por la parábola que toma el balón y que salvó Caballero.
El Málaga, a pesar del ímpetu rayista, no perdió la compostura y Rondón, pudo desnivelar el marcador, pero su disparo se fue fuera por escasos centímetros. A la segunda no falló el venezolano, porque aprovechó un pase de Eliseu y en el punto de penal, el delantero se dio la media vuelta y batió por bajo a Joel con tiro fuerte y raso.
Los locales estaban desbocados y el italiano Enzo Maresca, recién salido al campo, sentenció el encuentro con un cabezazo tras centro de Gámez. El Rayo Vallecano había sufrido un varapalo importante, aunque siguió atacando y volvió a marcar de penalti que le hizo Caballero a Diego costa, que anotó Trashorras.
Quedaban nueve minutos para conseguir la remontada, pero Duda, que salió por Cazorla, vio hueco y, su disparo desde más de treinta metros, entró por la escuadra, dejando claro quién mandaba en el partido. Al final, victoria, y quinto en la clasificación, igualado con el Levante.
El conjunto rayista salió decidido a por el partido, con un planteamiento ofensivo y en la primera acción sorprendió al Málaga con un penalti de Gámez, que zancadilleó al argentino Emiliano Armenteros cuando entraba en el área. Su compañero Diego Costa lo transformó en el minuto 5.
El Málaga, que no se esperaba esa acción, serenó su juego y tomó la iniciativa, con Cazorla, Isco y Joaquín. El centrocampista gaditano tuvo el empate pero su lanzamiento lo atajó Joel. El conjunto malagueño jugaba con rapidez por las bandas y situaba al Rayo dentro de su propia área.
El defensa Weligton, pudo empatar, pero su remate de cabeza pegó en el larguero. El equipo malaguista rondaba el gol, asediaba la portería de Joel con muchos acercamientos, aunque sin lograr el empate.
Este llegó tras una jugada entre Cazorla y Eliseu, con centro del portugués que remató de cabeza Rondón en el área pequeña.
El encuentro entró en otra dimensión, aunque el Málaga bajó el pistón, guardó fuerzas para la segunda parte y el Rayo adelantó líneas para intentar atemorizar a los locales, algo que no sucedió.
El inicio de la segunda parte fue del Rayo, expeditivo, sin complejos, rondaba la portería de Caballero con un lanzamiento de Piti, que despejó Caballero y un centro de Casado, que tocó en Gámez y a punto estuvo de introducirse por la parábola que toma el balón y que salvó Caballero.
El Málaga, a pesar del ímpetu rayista, no perdió la compostura y Rondón, pudo desnivelar el marcador, pero su disparo se fue fuera por escasos centímetros. A la segunda no falló el venezolano, porque aprovechó un pase de Eliseu y en el punto de penal, el delantero se dio la media vuelta y batió por bajo a Joel con tiro fuerte y raso.
Los locales estaban desbocados y el italiano Enzo Maresca, recién salido al campo, sentenció el encuentro con un cabezazo tras centro de Gámez. El Rayo Vallecano había sufrido un varapalo importante, aunque siguió atacando y volvió a marcar de penalti que le hizo Caballero a Diego costa, que anotó Trashorras.
Quedaban nueve minutos para conseguir la remontada, pero Duda, que salió por Cazorla, vio hueco y, su disparo desde más de treinta metros, entró por la escuadra, dejando claro quién mandaba en el partido. Al final, victoria, y quinto en la clasificación, igualado con el Levante.
Video Racing Santander 0 - 3 Sevilla FC
El Sevilla, con dos goles de Manu del Moral y otro de Jesús Navas, superó con facilidad a un Racing que suma su cuarta derrota consecutiva y que con este resultado, además de volver a ofrecer una penosa imagen, se queda a cuatro puntos de la permanencia.
Álvaro Cervera, en su tercer partido al frente del Racing, tras dos derrotas consecutivas en las que quedó descontento con el resultado de sus pruebas, volvió a experimentar dando la titularidad a Edu Bedia y Osmar, quienes apenas han jugado hasta ahora, relegando al banquillo a Arana, Cisma y Jairo.
Por su parte, Michel, como novedad más significativa, presentó un equipo inicial en el que no aparecía ni Reyes ni Rakitic, como tampoco estaba el malí Kanoute.
Desde los primeros minutos, el Racing se mostró blando en defensa, con muchos apuros para sacar el balón, no solo controlado, sino incluso en el despeje, lo que propiciaba que el Sevilla combinara con facilidad en las proximidades del área y recuperara balones en la línea de medios de los locales.
Un cuarto de hora tardó el Racing en llegar por primera vez al área de Palop y cuando lo hizo, a trompicones, acabó marcando Stuani, pero el tanto no subió al marcador por fuera de juego del uruguayo.
A partir de ahí, el Racing dejó de estar embotellado y ya no parecía quemarle el balón en los pies, pero fue entonces cuando más daño hizo el Sevilla, al contragolpe.
El primer aviso lo dio Negredo en una internada en el área, que atajó Mario Fernández derribándolo, sin que el colegiado decretara un penalti que pereció muy claro y que también pudo suponer la expulsión del guardameta cántabro.
Poco después Negredo culminaba una nueva contra con un duro disparo ante el que se lució Mario Fernández, pero su rechace cayó a pies de Navas, que remató duro a las mallas. Y apenas cinco minutos más tarde, Christian marcó para el Racing rematando un saque de falta, pero el gol fue anulado por fuera de juego.
Al filo del descanso, una nueva falta lanzada por Edu Bedia fue rematada de cabeza por Stuani, con despeje de Palop cuando el balón se iba a colar ajustado al larguero.
Tras el descanso, con Reyes ya en el campo, el Sevilla no tardó en aumentar su ventaja, con una jugada personal de Manu del Moral, que entró por la izquierda para recortar a Álvaro y sorprender a Mario Fernández con un tiro raso desde el vértice del área.
Álvaro Cervera reaccionó con un doble cambio de Babacar y el debutante Javi Martínez, por Stuani y Adrián, respectivamente, que fue recibido con una sonora pitada por la afición racinguista, que entendía que había otros que lo estaban haciendo peor, como el capitán Pedro Munitis, que perdía el balón con reiteración agotando la paciencia de su público.
Manu del Moral, con un tiro al palo, y Negredo con un remate de cabeza que se salió desviado, solo ante el portero, pudieron aumentar la ventaja del Sevilla en pleno desconcierto de los locales.
Un tiro lejano de Diop, que salió ligeramente alto y un remate de Babacar, atajado por Palop, fueron las mejores opciones que tuvo el Racing para acortar distancias ante un rival bajó el ritmo cuando se vio con dos goles de ventaja.
A diez minutos del final, el Racing se quedó en inferioridad numérica al sancionar el árbitro con tarjeta roja al senegalés Diop, por una entrada por detrás a Trochowski.
En el último minuto del tiempo añadido, el Sevilla marcó su tercer gol, con un pase horizontal de Navas, que remató a las mallas Manu del Moral ante la pasividad de los centrales racinguistas.
Álvaro Cervera, en su tercer partido al frente del Racing, tras dos derrotas consecutivas en las que quedó descontento con el resultado de sus pruebas, volvió a experimentar dando la titularidad a Edu Bedia y Osmar, quienes apenas han jugado hasta ahora, relegando al banquillo a Arana, Cisma y Jairo.
Por su parte, Michel, como novedad más significativa, presentó un equipo inicial en el que no aparecía ni Reyes ni Rakitic, como tampoco estaba el malí Kanoute.
Desde los primeros minutos, el Racing se mostró blando en defensa, con muchos apuros para sacar el balón, no solo controlado, sino incluso en el despeje, lo que propiciaba que el Sevilla combinara con facilidad en las proximidades del área y recuperara balones en la línea de medios de los locales.
Un cuarto de hora tardó el Racing en llegar por primera vez al área de Palop y cuando lo hizo, a trompicones, acabó marcando Stuani, pero el tanto no subió al marcador por fuera de juego del uruguayo.
A partir de ahí, el Racing dejó de estar embotellado y ya no parecía quemarle el balón en los pies, pero fue entonces cuando más daño hizo el Sevilla, al contragolpe.
El primer aviso lo dio Negredo en una internada en el área, que atajó Mario Fernández derribándolo, sin que el colegiado decretara un penalti que pereció muy claro y que también pudo suponer la expulsión del guardameta cántabro.
Poco después Negredo culminaba una nueva contra con un duro disparo ante el que se lució Mario Fernández, pero su rechace cayó a pies de Navas, que remató duro a las mallas. Y apenas cinco minutos más tarde, Christian marcó para el Racing rematando un saque de falta, pero el gol fue anulado por fuera de juego.
Al filo del descanso, una nueva falta lanzada por Edu Bedia fue rematada de cabeza por Stuani, con despeje de Palop cuando el balón se iba a colar ajustado al larguero.
Tras el descanso, con Reyes ya en el campo, el Sevilla no tardó en aumentar su ventaja, con una jugada personal de Manu del Moral, que entró por la izquierda para recortar a Álvaro y sorprender a Mario Fernández con un tiro raso desde el vértice del área.
Álvaro Cervera reaccionó con un doble cambio de Babacar y el debutante Javi Martínez, por Stuani y Adrián, respectivamente, que fue recibido con una sonora pitada por la afición racinguista, que entendía que había otros que lo estaban haciendo peor, como el capitán Pedro Munitis, que perdía el balón con reiteración agotando la paciencia de su público.
Manu del Moral, con un tiro al palo, y Negredo con un remate de cabeza que se salió desviado, solo ante el portero, pudieron aumentar la ventaja del Sevilla en pleno desconcierto de los locales.
Un tiro lejano de Diop, que salió ligeramente alto y un remate de Babacar, atajado por Palop, fueron las mejores opciones que tuvo el Racing para acortar distancias ante un rival bajó el ritmo cuando se vio con dos goles de ventaja.
A diez minutos del final, el Racing se quedó en inferioridad numérica al sancionar el árbitro con tarjeta roja al senegalés Diop, por una entrada por detrás a Trochowski.
En el último minuto del tiempo añadido, el Sevilla marcó su tercer gol, con un pase horizontal de Navas, que remató a las mallas Manu del Moral ante la pasividad de los centrales racinguistas.
Video Real Betis 1 - 1 Espanyol
El delantero uruguayo Walter Pandiani, que salió como último recurso para arreglar el entuerto en el que se había metido el Espanyol, logró en la prolongación del partido el empate a un tanto que deja al Betis con la miel en los labios cuando creía que volvería a reencontrarse con la victoria.
Los béticos, pese a todo, se quedan a siete puntos del descenso gracias al favor que indirectamente le ha hecho su eterno rival, el Sevilla, en Santander, y los espanyolista se alegran por llevarse un punto que tenía perdido pero que no sirve de mucho en las aspiraciones de volver a Europa.
El equipo del argentino Mauricio Pochettino buscó en el Benito Villamarín una victoria, la tercera consecutiva, que le asentara entre los aspirantes a jugar la venidera campaña en la Europa League o incluso a una cuarta plaza en la tabla que le metiera en la previa de la UEFA Champions League.
Así, la formación barcelonesa mandó en el inicio de la contienda con la defensa adelantada y con la distribución del juego por los dos extremos sin que el conjunto sevillano lograra tomar la iniciativa que habitualmente le gusta llevar en todos los encuentros y más ante sus seguidores.
Los verdiblancos se tomaban el partido como una 'final' para romper una mala racha en la que han sumado uno de los últimos doce puntos disputados y que aún le tiene más cerca de lo deseado de la zona de descenso, pero le costó arrancar.
El partido transcurrió sin ningún sobresalto en las porterías y con solo destellos de calidad del brasileño Coutinho, quien por el costado izquierdo del Espanyol mostró velocidad e intenciones.
Una caída del ecuatoriano Jefferson Montero por un presunto empujón en el área visitante y una falta de definición del portugués Rui Fonte tras pase de Coutinho en el área local fue el pobre bagaje ofensivo cuando el encuentro se acercó al descanso, al que se llegó con el previsible empate a cero pese a que los de Pepe Mel se despejaron un poco en los últimos minutos y en un par de aproximaciones hicieron moverse algo a la defensa del Espanyol.
Tuvo que pedirle el técnico madrileño del Betis en los vestuarios algo más de intensidad a los suyos porque los locales parecieron más enchufados y el central brasileño Paulao Santos, de cabeza, hizo intervenir por primera vez en el partido al meta Kiko Casilla y segundos después fue el centrocampista Beñat Etxebarria el que también lo intentó con un remate que se le fue desviado.
Mel, incluso, dio pronto entrada a otros dos jugadores de ataque, Jonathan Pereira y el canterano Alejandro Pozuelo, para tener más opciones de encontrar el 1-0 ante un rival que ahora le costó controlar la situación pese a que el centrocampista marfileño ex del Sevilla Ndri Romaric quiso estar participativo y darle juego a sus compañeros.
Dos remates del propio futbolista africano, uno de libre directo, y un pase de éste a Coutinho, con disparo alto del brasileño, fueron los avisos de los visitantes, pero el fruto lo sacó el Betis en un pase por la derecha de Jonathan Pareira que conectó perfectamente con la cabeza Rubén Castro para batir a Casilla.
Pochettino hizo ingresar rápidamente al campo a Pandiani para apretar al máximo en busca de recobrar, al menos, un punto, y el defensa Dídac Vilá estuvo muy cerca de conseguirlo en un partido que se convirtió de ida y vuelta en sus últimos minutos y en el apareció el delantero uruguayo para poner el empate en la prolongación.
Los béticos, pese a todo, se quedan a siete puntos del descenso gracias al favor que indirectamente le ha hecho su eterno rival, el Sevilla, en Santander, y los espanyolista se alegran por llevarse un punto que tenía perdido pero que no sirve de mucho en las aspiraciones de volver a Europa.
El equipo del argentino Mauricio Pochettino buscó en el Benito Villamarín una victoria, la tercera consecutiva, que le asentara entre los aspirantes a jugar la venidera campaña en la Europa League o incluso a una cuarta plaza en la tabla que le metiera en la previa de la UEFA Champions League.
Así, la formación barcelonesa mandó en el inicio de la contienda con la defensa adelantada y con la distribución del juego por los dos extremos sin que el conjunto sevillano lograra tomar la iniciativa que habitualmente le gusta llevar en todos los encuentros y más ante sus seguidores.
Los verdiblancos se tomaban el partido como una 'final' para romper una mala racha en la que han sumado uno de los últimos doce puntos disputados y que aún le tiene más cerca de lo deseado de la zona de descenso, pero le costó arrancar.
El partido transcurrió sin ningún sobresalto en las porterías y con solo destellos de calidad del brasileño Coutinho, quien por el costado izquierdo del Espanyol mostró velocidad e intenciones.
Una caída del ecuatoriano Jefferson Montero por un presunto empujón en el área visitante y una falta de definición del portugués Rui Fonte tras pase de Coutinho en el área local fue el pobre bagaje ofensivo cuando el encuentro se acercó al descanso, al que se llegó con el previsible empate a cero pese a que los de Pepe Mel se despejaron un poco en los últimos minutos y en un par de aproximaciones hicieron moverse algo a la defensa del Espanyol.
Tuvo que pedirle el técnico madrileño del Betis en los vestuarios algo más de intensidad a los suyos porque los locales parecieron más enchufados y el central brasileño Paulao Santos, de cabeza, hizo intervenir por primera vez en el partido al meta Kiko Casilla y segundos después fue el centrocampista Beñat Etxebarria el que también lo intentó con un remate que se le fue desviado.
Mel, incluso, dio pronto entrada a otros dos jugadores de ataque, Jonathan Pereira y el canterano Alejandro Pozuelo, para tener más opciones de encontrar el 1-0 ante un rival que ahora le costó controlar la situación pese a que el centrocampista marfileño ex del Sevilla Ndri Romaric quiso estar participativo y darle juego a sus compañeros.
Dos remates del propio futbolista africano, uno de libre directo, y un pase de éste a Coutinho, con disparo alto del brasileño, fueron los avisos de los visitantes, pero el fruto lo sacó el Betis en un pase por la derecha de Jonathan Pareira que conectó perfectamente con la cabeza Rubén Castro para batir a Casilla.
Pochettino hizo ingresar rápidamente al campo a Pandiani para apretar al máximo en busca de recobrar, al menos, un punto, y el defensa Dídac Vilá estuvo muy cerca de conseguirlo en un partido que se convirtió de ida y vuelta en sus últimos minutos y en el apareció el delantero uruguayo para poner el empate en la prolongación.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Video Villarreal 1 - 1 Real Madrid
Real Madrid dio un paso atrás y deja en seis puntos su ventaja sobre el Barcelona, tras un partido que controló casi siempre, pero en el que acabó desquiciado y con nueve jugadores tras las expulsiones de Sergio Ramos y Ozil y en el que el Villarreal renació de la mano de su nuevo técnico.
El empate supo a victoria para el conjunto local y dejó sabor a derrota en el equipo madrileño.
Un gol de Cristiano Ronaldo en la mejor fase de juego de su equipo no fue suficiente para que la victoria se decantara del lado del equipo madrileño, que al final perdió dos puntos por culpa del gol de Marcos Senna en la noche del debut de Miguel Ángel Lotina como entrenador local.
El Real Madrid llevó siempre la iniciativa en el juego, pero mientras en la primera parte el Villarreal creó mucho peligro a la contra, en la segunda, el dominio visitante fue total hasta que el gol del empate local truncó sus expectativas.
Con ello, la ventaja sobre el Barcelona que el pasado viernes era de diez puntos ha quedado reducida a seis.
La primera parte ya fue muy intensa. Se jugó a un ritmo muy alto, con el Real Madrid como dominador del juego y dueño del balón, ante un Villarreal muy motivado, que salía a la contra con peligro.
Consecuencia de esa dinámica fueron las ocasiones constantes ante ambas porterías, en el caso del Real Madrid casi siempre en acciones a balón paradas rematados sin apenas oposición por Pepe o Sergio Ramos, mientras que Nilmar, Cani y Marcos Senna pudieron resolver algunos de los contragolpes locales.
El Real Madrid imponía su ley a partir de su juego colectivo y su calidad individual, pero enfrente ya no tenía al equipo triste y sin argumentos que ha sido el Villarreal más reciente, sino a un rival intenso que creía en sus posibilidades a partir de una buena defensa y una salida eficaz al contragolpe.
A la media hora de juego, el técnico madridista José Mourinho movió ficha y sacó del terreno de juego a Lass para dar entrada a Callejón, un futbolista más ofensivo, aunque poco cambió la forma de jugar de su equipo.
Sin goles, pero con ocasiones, buenas jugadas y mucha pelea, llegó el encuentro a su descanso tras 45 minutos en los que el Real Madrid cumplió con lo que de él se esperaba, ante un rival muy motivado.
Callejón, lesionado, no salió tras el descanso. Lo hizo en su lugar Altintop.
Cambió el panorama del encuentro, ya que el equipo visitante mantuvo en control del juego, pero el Villarreal tuvo menos llegada que en la primera mitad. Por ello el balón pasó a estar cada vez más cerca de la meta local y en una gran acción ofensiva del conjunto madrileño llegó el 0-1.
Cristiano Ronaldo, tras una gran pared, se plantó solo ante Diego López, le dribló y abrió el marcador, justo un minuto después de que el Villarreal hubiera introducido dos cambios en un grupo necesitado de oxígeno tras un esfuerzo tremendo.
Poco después Bruno Soriano evitó un tanto en la línea de gol. Para entonces, el partido estaba donde quería el Real Madrid, que se había adueñado completamente del juego y casi todo pasaba cerca de la portería local, ya que los contragolpes villarrealenses del primer tiempo ahora brillaban por su ausencia.
Sólo en el cuarto de hora final recuperó el Villarreal parte del espíritu de la primera mitad y en una falta directa lanzada por Marcos Senna llegó el empate.
El partido se complicó con las expulsiones de Sergio Ramos, Ozil y Mourinho. Quedaban cinco minutos y el Real Madrid pasaba del control del partido a tener que defender el empate con nueve jugadores. No hubo más.
El empate supo a victoria para el conjunto local y dejó sabor a derrota en el equipo madrileño.
Un gol de Cristiano Ronaldo en la mejor fase de juego de su equipo no fue suficiente para que la victoria se decantara del lado del equipo madrileño, que al final perdió dos puntos por culpa del gol de Marcos Senna en la noche del debut de Miguel Ángel Lotina como entrenador local.
El Real Madrid llevó siempre la iniciativa en el juego, pero mientras en la primera parte el Villarreal creó mucho peligro a la contra, en la segunda, el dominio visitante fue total hasta que el gol del empate local truncó sus expectativas.
Con ello, la ventaja sobre el Barcelona que el pasado viernes era de diez puntos ha quedado reducida a seis.
La primera parte ya fue muy intensa. Se jugó a un ritmo muy alto, con el Real Madrid como dominador del juego y dueño del balón, ante un Villarreal muy motivado, que salía a la contra con peligro.
Consecuencia de esa dinámica fueron las ocasiones constantes ante ambas porterías, en el caso del Real Madrid casi siempre en acciones a balón paradas rematados sin apenas oposición por Pepe o Sergio Ramos, mientras que Nilmar, Cani y Marcos Senna pudieron resolver algunos de los contragolpes locales.
El Real Madrid imponía su ley a partir de su juego colectivo y su calidad individual, pero enfrente ya no tenía al equipo triste y sin argumentos que ha sido el Villarreal más reciente, sino a un rival intenso que creía en sus posibilidades a partir de una buena defensa y una salida eficaz al contragolpe.
A la media hora de juego, el técnico madridista José Mourinho movió ficha y sacó del terreno de juego a Lass para dar entrada a Callejón, un futbolista más ofensivo, aunque poco cambió la forma de jugar de su equipo.
Sin goles, pero con ocasiones, buenas jugadas y mucha pelea, llegó el encuentro a su descanso tras 45 minutos en los que el Real Madrid cumplió con lo que de él se esperaba, ante un rival muy motivado.
Callejón, lesionado, no salió tras el descanso. Lo hizo en su lugar Altintop.
Cambió el panorama del encuentro, ya que el equipo visitante mantuvo en control del juego, pero el Villarreal tuvo menos llegada que en la primera mitad. Por ello el balón pasó a estar cada vez más cerca de la meta local y en una gran acción ofensiva del conjunto madrileño llegó el 0-1.
Cristiano Ronaldo, tras una gran pared, se plantó solo ante Diego López, le dribló y abrió el marcador, justo un minuto después de que el Villarreal hubiera introducido dos cambios en un grupo necesitado de oxígeno tras un esfuerzo tremendo.
Poco después Bruno Soriano evitó un tanto en la línea de gol. Para entonces, el partido estaba donde quería el Real Madrid, que se había adueñado completamente del juego y casi todo pasaba cerca de la portería local, ya que los contragolpes villarrealenses del primer tiempo ahora brillaban por su ausencia.
Sólo en el cuarto de hora final recuperó el Villarreal parte del espíritu de la primera mitad y en una falta directa lanzada por Marcos Senna llegó el empate.
El partido se complicó con las expulsiones de Sergio Ramos, Ozil y Mourinho. Quedaban cinco minutos y el Real Madrid pasaba del control del partido a tener que defender el empate con nueve jugadores. No hubo más.
Video Valencia 1 - 2 Real Zaragoza
Zaragoza logró una meritoria e increíble victoria en su visita a Mestalla, pese a jugar en inferioridad numérica durante más de una hora, ante un Valencia que fue muy superior pero que no supo plasmarlo en el marcador y que acabó siendo despedido por sus aficionados con una "pañolada".
Nadie hubiera apostado nada por el colista en los primeros compases del partido cuando el Valencia mandaba en el marcador, jugaba con uno más y se mostraba muy superior a su rival.
Pero un inexistente penalti en el primer tiempo, la casta del Zaragoza y la falta de acierto local en el remate fueron argumentos suficientes para tirar por tierra la buena imagen ofrecida por el Valencia el pasado domingo en San Mamés y para dar un balón de oxígeno y moral al equipo aragonés.
Unai Emery planteó el partido con una alineación muy ofensiva aunque el Zaragoza encaró también el duelo de forma atrevida, con una fuerte presión en la zona defensiva del Valencia y con una línea de retaguardia muy adelantada.
Precisamente el Valencia pudo sacar tajada de esta circunstancia al romper el fuera de juego, pero Aduriz, completamente solo, remató al cuerpo del portero con todo a su favor. Pese al susto, el conjunto maño siguió apretando al equipo local, complicando mucho su salida de balón.
Sin embargo, en cuanto el Valencia conseguía acercarse al área del Zaragoza lo hacía con mucho peligro y a los diez minutos, Pablo aprovechó perfectamente una gran jugada de Soldado por banda derecha para adelantar a su equipo, aunque Aduriz, en posición dudosa, se encontraba en la trayectoria del balón.
Los de Emery encontraron una mina por la banda izquierda del Zaragoza, y de nuevo Aduriz desperdició otra clarísima ocasión para marcar, tras una buena jugada entre Soldado y Barragán.
El Valencia jugaba a placer y parecía que las cosas aún le iban a ir mejor cuando el colegiado expulsó al zaragozista Álvarez. Sin embargo el efecto fue el contrario.
El cuadro local se relajó y todo se le complicó aún más cuando a la media hora el árbitro sorprendió a todos, incluido los jugadores maños, al señalar una pena máxima a favor del Zaragoza cuando todo el mundo pensaba que había pitado manos de Aranda. Apoño transformó el penalti, empató y el partido entró en una fase de tensión y juego brusco que favoreció a los intereses de los aragoneses.
Pese a ello, el Valencia pudo marcharse al descanso con ventaja, pero ni Soldado ni Aduriz acertaron sendos remates en los minutos finales del primer acto.
En la reanudación, el Valencia acorraló al Zaragoza en su campo. Con buenas entradas por las bandas, las ocasiones se iban sucediendo a favor del cuadro local y el meta Roberto se multiplicaba para evitar el tanto.
El gol parecía que era solo cuestión de tiempo, pero los minutos se fueron sucediendo. El Zaragoza fue acumulando efectivos en defensa, y a perder el tiempo, y al Valencia comenzaron a entrarle los nervios, que se convirtieron en histeria cuando Apoño hizo su segundo gol, con un potente disparo, que finiquitó el partido, ya que el Valencia estaba definitivamente reñido con el gol.
Nadie hubiera apostado nada por el colista en los primeros compases del partido cuando el Valencia mandaba en el marcador, jugaba con uno más y se mostraba muy superior a su rival.
Pero un inexistente penalti en el primer tiempo, la casta del Zaragoza y la falta de acierto local en el remate fueron argumentos suficientes para tirar por tierra la buena imagen ofrecida por el Valencia el pasado domingo en San Mamés y para dar un balón de oxígeno y moral al equipo aragonés.
Unai Emery planteó el partido con una alineación muy ofensiva aunque el Zaragoza encaró también el duelo de forma atrevida, con una fuerte presión en la zona defensiva del Valencia y con una línea de retaguardia muy adelantada.
Precisamente el Valencia pudo sacar tajada de esta circunstancia al romper el fuera de juego, pero Aduriz, completamente solo, remató al cuerpo del portero con todo a su favor. Pese al susto, el conjunto maño siguió apretando al equipo local, complicando mucho su salida de balón.
Sin embargo, en cuanto el Valencia conseguía acercarse al área del Zaragoza lo hacía con mucho peligro y a los diez minutos, Pablo aprovechó perfectamente una gran jugada de Soldado por banda derecha para adelantar a su equipo, aunque Aduriz, en posición dudosa, se encontraba en la trayectoria del balón.
Los de Emery encontraron una mina por la banda izquierda del Zaragoza, y de nuevo Aduriz desperdició otra clarísima ocasión para marcar, tras una buena jugada entre Soldado y Barragán.
El Valencia jugaba a placer y parecía que las cosas aún le iban a ir mejor cuando el colegiado expulsó al zaragozista Álvarez. Sin embargo el efecto fue el contrario.
El cuadro local se relajó y todo se le complicó aún más cuando a la media hora el árbitro sorprendió a todos, incluido los jugadores maños, al señalar una pena máxima a favor del Zaragoza cuando todo el mundo pensaba que había pitado manos de Aranda. Apoño transformó el penalti, empató y el partido entró en una fase de tensión y juego brusco que favoreció a los intereses de los aragoneses.
Pese a ello, el Valencia pudo marcharse al descanso con ventaja, pero ni Soldado ni Aduriz acertaron sendos remates en los minutos finales del primer acto.
En la reanudación, el Valencia acorraló al Zaragoza en su campo. Con buenas entradas por las bandas, las ocasiones se iban sucediendo a favor del cuadro local y el meta Roberto se multiplicaba para evitar el tanto.
El gol parecía que era solo cuestión de tiempo, pero los minutos se fueron sucediendo. El Zaragoza fue acumulando efectivos en defensa, y a perder el tiempo, y al Valencia comenzaron a entrarle los nervios, que se convirtieron en histeria cuando Apoño hizo su segundo gol, con un potente disparo, que finiquitó el partido, ya que el Valencia estaba definitivamente reñido con el gol.
Video Sporting Gijon 2 - 3 Mallorca
Mallorca dejó muy tocado al Sporting con una victoria en El Molinón (2-3) en un partido en el que los visitantes se adelantaron tres veces en el marcador ante un rival que siempre fue a remolque y, aunque empató en dos ocasiones, nunca dio sensación de poder llevarse los tres puntos.
Para que a Javier Clemente le salieran las cuentas, el Sporting tenía que ganar todos los partidos de casa y se esperaba una salida impetuosa del equipo local ante el Mallorca.
Pero el Sporting se pasó los primeros cinco minutos corriendo detrás del balón y perdiéndolo al primer pase. El resultado fue que los rojiblancos apenas podían salir de su medio campo, mientras que el Mallorca rondaba el área de Juan Pablo y movía el balón con bastante facilidad.
El público empezó a inquietarse porque el dominio visitante era notorio y Aouate un mero espectador, salvo en una jugada de Adrián Colunga, que, bastante escorado, probó suerte y el balón, tras tocar ligeramente en Chico, se estrelló en un poste.
El Mallorca tradujo su dominio en el primer gol al aprovecharse Nunes de varios rechaces tras un córner en el que la defensa rojiblanca no estuvo contundente en el despeje.
A partir de ese momento, el Sporting puso más coraje en sus acciones y empezó a llegar con más peligro gracias a las internadas de Mendy, que puso varios buenos centros que sus compañeros no supieron aprovechar, en especial un remate de cabeza de Botía que Aouate rechazó.
El público también apretaba y el Sporting pasó a jugar los mejores minutos de la primera parte y consiguió el empate gracias a un gran pase entre los centrales de Nacho Cases sobre la internada de Adrián Colunga, que eleva el balón lo justo para superar al portero del Mallorca.
Con el empate en el marcador y el Sporting haciendo el mejor juego se llegó al descanso, pero en la reanudación la mala suerte se cebó con los rojiblancos, ya que en la jugada inicial Nsúe se internó por su banda y al llegar a la línea de fondo, cerca de la portería, intentó dar un pase atrás y Orfila marcó en propia meta.
Clemente decidió hacer cambios y sustituyó primero a Trejo por De las Cuevas y minutos después a Gálvez por André Castro.
Fue el Mallorca el que tuvo la siguiente ocasión con un disparo casi a bocajarro de Casadesús que contrarrestó Juan Pablo con un buen rechace, y el Sporting respondió con una internada de Mendy y un disparo de Barral que Aouate paró.
Los locales, espoleados por su público, lo siguieron intentando y volvieron a empatar por medio de Botía, que tocó el balón lo suficiente para superar a Aouate en una jugada en la se produjeron varios rechaces y en la que varios jugadores del Sporting reclamaron penalti.
El partido entró en unos minutos un tanto alocados en los que Caparrós hizo los tres cambios y el Mallorca marcó su tercer gol en una jugada personal de Álvaro, que quebró a Orfila y envió el balón a la red con un remate suave. Fue la sentencia al partido.
El público de El Molinón no cargó contra su equipo, sino contra el máximo accionista del club y el cántico de "Fernández vete ya" volvió a corearse en las gradas al término del partido.
Para que a Javier Clemente le salieran las cuentas, el Sporting tenía que ganar todos los partidos de casa y se esperaba una salida impetuosa del equipo local ante el Mallorca.
Pero el Sporting se pasó los primeros cinco minutos corriendo detrás del balón y perdiéndolo al primer pase. El resultado fue que los rojiblancos apenas podían salir de su medio campo, mientras que el Mallorca rondaba el área de Juan Pablo y movía el balón con bastante facilidad.
El público empezó a inquietarse porque el dominio visitante era notorio y Aouate un mero espectador, salvo en una jugada de Adrián Colunga, que, bastante escorado, probó suerte y el balón, tras tocar ligeramente en Chico, se estrelló en un poste.
El Mallorca tradujo su dominio en el primer gol al aprovecharse Nunes de varios rechaces tras un córner en el que la defensa rojiblanca no estuvo contundente en el despeje.
A partir de ese momento, el Sporting puso más coraje en sus acciones y empezó a llegar con más peligro gracias a las internadas de Mendy, que puso varios buenos centros que sus compañeros no supieron aprovechar, en especial un remate de cabeza de Botía que Aouate rechazó.
El público también apretaba y el Sporting pasó a jugar los mejores minutos de la primera parte y consiguió el empate gracias a un gran pase entre los centrales de Nacho Cases sobre la internada de Adrián Colunga, que eleva el balón lo justo para superar al portero del Mallorca.
Con el empate en el marcador y el Sporting haciendo el mejor juego se llegó al descanso, pero en la reanudación la mala suerte se cebó con los rojiblancos, ya que en la jugada inicial Nsúe se internó por su banda y al llegar a la línea de fondo, cerca de la portería, intentó dar un pase atrás y Orfila marcó en propia meta.
Clemente decidió hacer cambios y sustituyó primero a Trejo por De las Cuevas y minutos después a Gálvez por André Castro.
Fue el Mallorca el que tuvo la siguiente ocasión con un disparo casi a bocajarro de Casadesús que contrarrestó Juan Pablo con un buen rechace, y el Sporting respondió con una internada de Mendy y un disparo de Barral que Aouate paró.
Los locales, espoleados por su público, lo siguieron intentando y volvieron a empatar por medio de Botía, que tocó el balón lo suficiente para superar a Aouate en una jugada en la se produjeron varios rechaces y en la que varios jugadores del Sporting reclamaron penalti.
El partido entró en unos minutos un tanto alocados en los que Caparrós hizo los tres cambios y el Mallorca marcó su tercer gol en una jugada personal de Álvaro, que quebró a Orfila y envió el balón a la red con un remate suave. Fue la sentencia al partido.
El público de El Molinón no cargó contra su equipo, sino contra el máximo accionista del club y el cántico de "Fernández vete ya" volvió a corearse en las gradas al término del partido.
Video Real Sociedad 1 - 3 Levante
La Real Sociedad encajó su primera derrota en Anoeta en 2012 ante un práctico Levante, que remató cuatro veces sobre la portería de Claudio Bravo y logró tres goles que le afianzan en la cuarta posición.
Con fluidez en el juego comenzó un choque que enseguida desequilibró la Real en el minuto 6, tras una conducción de Xabi Prieto con asistencia al mexicano Carlos Vela, quien marcó con habilidad su sexto gol de la temporada.
Poco duró la alegría para los donostiarras porque una internada de El Zhar fue frenada por Iñigo Martínez en el área grande y el árbitro no dudó en señalar penalti. Barkero, con su eficacia habitual, marcó ante sus excompañeros.
El Levante tomó la iniciativa tras el empate y, ante un Anoeta reivindicativo con Álvarez Izquierdo, Koné estuvo cerca de batir a un acertado Bravo.
Los donostiarras, después de unos minutos bloqueados, volvieron a generar fútbol y a siete minutos para el descanso su afición, encendida con el colegiado, reclamaría con intensidad un penalti por mano en el área del Levante que el árbitro obvió.
Cuando esperaban los dos equipos el descanso llegó un balón largo para Koné, que en velocidad dejó atrás a la defensa local y metió el segundo para el Levante con un remate desde una posición muy escorada ante la portería realista.
El Levante, con el partido de cara, fue un rival peligroso para un equipo donostiarrra desnortado que no encontraba la forma de penetrar en el área rival y que sufrió acometidas visitantes al contraataque, como la que pudo costar el tercer gol en un remate de El Zhar detenido por Bravo.
Las cosas se pusieron más de cara todavía para el equipo de Juan Ignacio Martínez con la expulsión, un tanto rigurosa, del pivote Elustondo por doble amonestación que dejaba la apelación a la heroíca como único recurso para los guipuzcoanos.
EL uruguayo Diego Ifrán tendría en sus botas el empate en un mano a mano con su compatriota Gustavo Munúa en la que éste salió vencedor y la Real dejó escapar la oportunidad del empate para terminar encajando en el descuento y con el equipo volcado en el área contraria el gol de Torres.
Con fluidez en el juego comenzó un choque que enseguida desequilibró la Real en el minuto 6, tras una conducción de Xabi Prieto con asistencia al mexicano Carlos Vela, quien marcó con habilidad su sexto gol de la temporada.
Poco duró la alegría para los donostiarras porque una internada de El Zhar fue frenada por Iñigo Martínez en el área grande y el árbitro no dudó en señalar penalti. Barkero, con su eficacia habitual, marcó ante sus excompañeros.
El Levante tomó la iniciativa tras el empate y, ante un Anoeta reivindicativo con Álvarez Izquierdo, Koné estuvo cerca de batir a un acertado Bravo.
Los donostiarras, después de unos minutos bloqueados, volvieron a generar fútbol y a siete minutos para el descanso su afición, encendida con el colegiado, reclamaría con intensidad un penalti por mano en el área del Levante que el árbitro obvió.
Cuando esperaban los dos equipos el descanso llegó un balón largo para Koné, que en velocidad dejó atrás a la defensa local y metió el segundo para el Levante con un remate desde una posición muy escorada ante la portería realista.
El Levante, con el partido de cara, fue un rival peligroso para un equipo donostiarrra desnortado que no encontraba la forma de penetrar en el área rival y que sufrió acometidas visitantes al contraataque, como la que pudo costar el tercer gol en un remate de El Zhar detenido por Bravo.
Las cosas se pusieron más de cara todavía para el equipo de Juan Ignacio Martínez con la expulsión, un tanto rigurosa, del pivote Elustondo por doble amonestación que dejaba la apelación a la heroíca como único recurso para los guipuzcoanos.
EL uruguayo Diego Ifrán tendría en sus botas el empate en un mano a mano con su compatriota Gustavo Munúa en la que éste salió vencedor y la Real dejó escapar la oportunidad del empate para terminar encajando en el descuento y con el equipo volcado en el área contraria el gol de Torres.
Video Atlético Madrid 2 - 1 Athletic Bilbao
Dos goles del colombiano Radamel Falcao y un partido estupendo del turco Arda Turan solucionaron un duelo incómodo para el Atlético de Madrid, que adelantó en la carrera por las plazas europeas al Athletic Club, al que doblegó con una buena segunda parte y al que condenó a su tercera derrota consecutiva.
Le faltó llegada al conjunto bilbaíno, que dominó el primer tiempo, pero que desapareció en el segundo, al ritmo de los tantos de Falcao, cuyo poder rematador lideró de nuevo la victoria de su equipo, la segunda en los últimos ocho encuentros de Liga e imprescindible para mantener sus aspiraciones de Liga de Campeones.
El duelo, un clásico de la Liga, que cumplía su enfrentamiento número 150 en Primera División, cumplió las previsiones de igualdad desde el principio. Tocó más y mejor el Athletic en el primer tiempo, pero sin verticalidad; tiró más el Atlético sobre portería, pero siempre en acciones aisladas, embarulladas y sin puntería.
Así se movió el encuentro en la primera parte. Frenados los locales por la posesión de la pelota y el control del balón de su rival y los visitantes por su falta de profundidad, la ausencia de ocasiones resumió el viaje hacia el descanso, con excesivo juego de medio campo y con intranscendentes apariciones en el área contraria.
No aprovechó el Atlético las desequilibrantes jugadas de Arda Turan, enchufado desde el primer segundo; tampoco el Athletic sus momentos de buen fútbol, con la pelota como amiga inseparable, y el duelo llegó al intermedio con una sola parada, de Gorka Iraizoz a un disparo centrado del centrocampista turco en el minuto 2 del choque.
Nada más ofreció el primer tiempo, cerrado con el equipo bilbaíno más cerca del área madrileña, con los dos conjuntos con asignaturas pendientes en ataque y con la necesidad de proponer mucho más, sobre todo el Atlético por su condición de local y porque su situación en la tabla, un punto por detrás de su oponente, le obligaba a ganar.
Y encontró el 1-0 en su primera oportunidad de la segunda parte, en una jugada de Arda Turan, hoy el mejor de los locales y que entregó un pase medido, milimétrico, a Adrián López. El posterior disparo cruzado del atacante asturiano lo despejó Iraizoz, pero ahí estaba Falcao, siempre atento, para rematar ante el meta visitante.
El gol, en el minuto 50, animó al Atlético, con nuevas ocasiones en dos tiros de Koke, y descargó las urgencias en el Athletic, al que su velocidad en el contragolpe y el descontrol defensivo, por momentos, del conjunto madrileño le permitió incomodar al belga Thibaut Courtois, aunque sin opciones claras para el empate.
Mucho menos necesitó el Atlético. Solo una jugada y un pase de Juanfran desde la banda derecha para el cabezazo de Falcao (2-0, m. 71). El atacante colombiano ya suma 19 goles en esta temporada de Liga. Hoy hizo un 'doblete', sentenció un encuentro complicado y lideró la pegada del conjunto madrileño ante un rival directo.
Aún quedaban veinte minutos. Lo intentó el Athletic en el tramo final, en el que su siguiente ocasión se encontró con la rapidez del colombiano Luis Perea, salvador bajo la línea, y en el que marcó el 2-1, de Javi Martínez en el tiempo añadido, insuficiente para alterar la victoria de un Atlético que apunta de nuevo a Europa.
Le faltó llegada al conjunto bilbaíno, que dominó el primer tiempo, pero que desapareció en el segundo, al ritmo de los tantos de Falcao, cuyo poder rematador lideró de nuevo la victoria de su equipo, la segunda en los últimos ocho encuentros de Liga e imprescindible para mantener sus aspiraciones de Liga de Campeones.
El duelo, un clásico de la Liga, que cumplía su enfrentamiento número 150 en Primera División, cumplió las previsiones de igualdad desde el principio. Tocó más y mejor el Athletic en el primer tiempo, pero sin verticalidad; tiró más el Atlético sobre portería, pero siempre en acciones aisladas, embarulladas y sin puntería.
Así se movió el encuentro en la primera parte. Frenados los locales por la posesión de la pelota y el control del balón de su rival y los visitantes por su falta de profundidad, la ausencia de ocasiones resumió el viaje hacia el descanso, con excesivo juego de medio campo y con intranscendentes apariciones en el área contraria.
No aprovechó el Atlético las desequilibrantes jugadas de Arda Turan, enchufado desde el primer segundo; tampoco el Athletic sus momentos de buen fútbol, con la pelota como amiga inseparable, y el duelo llegó al intermedio con una sola parada, de Gorka Iraizoz a un disparo centrado del centrocampista turco en el minuto 2 del choque.
Nada más ofreció el primer tiempo, cerrado con el equipo bilbaíno más cerca del área madrileña, con los dos conjuntos con asignaturas pendientes en ataque y con la necesidad de proponer mucho más, sobre todo el Atlético por su condición de local y porque su situación en la tabla, un punto por detrás de su oponente, le obligaba a ganar.
Y encontró el 1-0 en su primera oportunidad de la segunda parte, en una jugada de Arda Turan, hoy el mejor de los locales y que entregó un pase medido, milimétrico, a Adrián López. El posterior disparo cruzado del atacante asturiano lo despejó Iraizoz, pero ahí estaba Falcao, siempre atento, para rematar ante el meta visitante.
El gol, en el minuto 50, animó al Atlético, con nuevas ocasiones en dos tiros de Koke, y descargó las urgencias en el Athletic, al que su velocidad en el contragolpe y el descontrol defensivo, por momentos, del conjunto madrileño le permitió incomodar al belga Thibaut Courtois, aunque sin opciones claras para el empate.
Mucho menos necesitó el Atlético. Solo una jugada y un pase de Juanfran desde la banda derecha para el cabezazo de Falcao (2-0, m. 71). El atacante colombiano ya suma 19 goles en esta temporada de Liga. Hoy hizo un 'doblete', sentenció un encuentro complicado y lideró la pegada del conjunto madrileño ante un rival directo.
Aún quedaban veinte minutos. Lo intentó el Athletic en el tramo final, en el que su siguiente ocasión se encontró con la rapidez del colombiano Luis Perea, salvador bajo la línea, y en el que marcó el 2-1, de Javi Martínez en el tiempo añadido, insuficiente para alterar la victoria de un Atlético que apunta de nuevo a Europa.
martes, 20 de marzo de 2012
Video Barcelona 5 - 3 Granada
Leo Messi ha vuelto a escribir una nueva página en la historia del barcelonismo, puesto que con el triplete firmado ante el Granada (5-3) se ha convertido en el máximo goleador de club catalán al superar a César Rodríguez y firmar 234 tantos desde su estreno como barcelonista.
Messi fue determinante para la victoria de su equipo que se sitúa a cinco de la cabeza del Campeonato y suma 34 goles en la Liga, con lo que se convierte en el máximo goleador del torneo, en un partido extraño, dominado a placer por los azulgrana en el primer tiempo y que llegó a empatar el equipo de Abel Resino en la segunda mitad.
Fue, además, la mejor manera que tuvo el argentino de rendir homenaje a la delantera del Barça de la 'Cinco Copas', acabó con el récord de César y lo hizo el día en el que el Camp Nou rindió homenaje al fallecido Estanislao Basora.
Cuatro minutos, el primer gol, y en diecisiete, el partido parecía liquidado. Jugó el Barcelona muchos minutos con la marcha reductora, sin la necesidad de acelerar sus acciones más allá de lo necesario frente a un rival que apenas le exigió, ni siquiera en el plano físico, que cuando los andaluces igualaron el marcador, los azulgrana tuvieron todas las dudas.
Era el partido de Messi, que afrontaba la primera oportunidad de igualar el récord de goles de César Rodríguez en partidos oficiales con el Barça. Y el argentino, como siempre, respondió a las expectativas.
De salida, se movió el equipo de Guardiola al son de Xavi y con la electricidad de Isaac Cuenca. El canterano, pegado a la línea de cal, desbordó en cuanto se lo propuso a Cortés y generó múltiples opciones con sus jugadas desde la izquierda.
Y Cuenca lo intentó desde el primer minuto. En el cuatro regateó al lateral, puso el balón en el segundo palo y Messi asistió de cabeza a Xavi.
El 'seis' del Barça, en su mejor temporada como goleador, no perdonó en la primera que tuvo. El Granada mostró todas sus dudas y dejó jugar demasiado a los azulgranas.
Con tiempo y pausa los de Guardiola con insuperables, si además en el minuto 4 los locales ya iban por delante, el panorama para los andaluces era muy negro.
El despliegue físico y la profundidad de Alves por la derecha, la intensidad de Puyol y de Keita, la clarividencia de Xavi y el carácter matador de Messi, con todo eso al Barça le bastaba.
Messi perdonó el 2-0 en un remate demasiado centrado (m.11), pero no lo hizo seis minutos después. El argentino, aún con 24 años, ya hace tiempo que está en los libros de historia del barcelonismo, hoy añadió una nueva entrada al igualar primero y batir después el récord de César.
El Granada, a siete puntos de la zona de descenso, no exigió al Barça en el primer tiempo. Había perdido en sus diecisiete visitas anteriores al campo de los azulgrana y de la última ya habían pasado más de 36 años.
Sin embargo, en el inicio del segundo tiempo, una falta botada desde la izquierda fue rematada por Mainz y, casi sin buscarlo, el equipo de Abel Resino se encontró con el 2-1 (m.55) y creyó en el milagro.
Pagó cara el Barça su indolencia, pero la sorpresa fue en aumento, cuando en una jugada de Dani Benítez con Alves acabó en penalti. Siqueira (2-2, m.62) transformó la pena máxima y el Granada, cabizbajo hasta entonces, había resucitado sin saber muy bien cómo.
Eligió un buen momento Messi para rescatar a su equipo y convertirse en el máximo goleador de la historia del club. El argentino recibió de Alves y batió a Julio César con una sutil vaselina. Era el 3-2, el tanto 233, en una jugada en la que la defensa del Granada reclamó que Messi se encontraba en fuera de juego.
El cuarto de hora final fue para Iniesta y Tello, quienes entraron por Alexis y Thiago. Se dedicó el Barcelona a controlar el partido. Entró Geijo por Ighalo para forzar la situación, pero quien triunfó fue Cristian Tello.
A ocho minutos para el final, el Barça respiró en una acción magistral de Iniesta y, sobre todo, el gol de Tello, un jugador que aprovecha al máximo los minutos que Guardiola le da.
Hoy el eléctrico extremo cazó un rechace dentro del área para sentenciar el partido con un remate con efecto al palo largo del portero.
Pero no acabó aquí el partido. En ocho minutos, aún hubo tiempo de ver dos goles más y una expulsión. Messi cerró su actuación con un triplete y elevó a 234 goles sus tantos como barcelonista y convertirse además en máximo goleador del campeonato con 34.
El expulsado fue Dani Alves, por tocar el balón con la mano. Siqueira cerró el partido desde el punto de penalti con un homenaje a Antonin Panenka. El Barça sufrió demasiado en un partido que parecía tener absolutamente controlado en el primer tiempo, pero su triunfo le acerca un poco más a la cabeza de la Liga.
Messi fue determinante para la victoria de su equipo que se sitúa a cinco de la cabeza del Campeonato y suma 34 goles en la Liga, con lo que se convierte en el máximo goleador del torneo, en un partido extraño, dominado a placer por los azulgrana en el primer tiempo y que llegó a empatar el equipo de Abel Resino en la segunda mitad.
Fue, además, la mejor manera que tuvo el argentino de rendir homenaje a la delantera del Barça de la 'Cinco Copas', acabó con el récord de César y lo hizo el día en el que el Camp Nou rindió homenaje al fallecido Estanislao Basora.
Cuatro minutos, el primer gol, y en diecisiete, el partido parecía liquidado. Jugó el Barcelona muchos minutos con la marcha reductora, sin la necesidad de acelerar sus acciones más allá de lo necesario frente a un rival que apenas le exigió, ni siquiera en el plano físico, que cuando los andaluces igualaron el marcador, los azulgrana tuvieron todas las dudas.
Era el partido de Messi, que afrontaba la primera oportunidad de igualar el récord de goles de César Rodríguez en partidos oficiales con el Barça. Y el argentino, como siempre, respondió a las expectativas.
De salida, se movió el equipo de Guardiola al son de Xavi y con la electricidad de Isaac Cuenca. El canterano, pegado a la línea de cal, desbordó en cuanto se lo propuso a Cortés y generó múltiples opciones con sus jugadas desde la izquierda.
Y Cuenca lo intentó desde el primer minuto. En el cuatro regateó al lateral, puso el balón en el segundo palo y Messi asistió de cabeza a Xavi.
El 'seis' del Barça, en su mejor temporada como goleador, no perdonó en la primera que tuvo. El Granada mostró todas sus dudas y dejó jugar demasiado a los azulgranas.
Con tiempo y pausa los de Guardiola con insuperables, si además en el minuto 4 los locales ya iban por delante, el panorama para los andaluces era muy negro.
El despliegue físico y la profundidad de Alves por la derecha, la intensidad de Puyol y de Keita, la clarividencia de Xavi y el carácter matador de Messi, con todo eso al Barça le bastaba.
Messi perdonó el 2-0 en un remate demasiado centrado (m.11), pero no lo hizo seis minutos después. El argentino, aún con 24 años, ya hace tiempo que está en los libros de historia del barcelonismo, hoy añadió una nueva entrada al igualar primero y batir después el récord de César.
El Granada, a siete puntos de la zona de descenso, no exigió al Barça en el primer tiempo. Había perdido en sus diecisiete visitas anteriores al campo de los azulgrana y de la última ya habían pasado más de 36 años.
Sin embargo, en el inicio del segundo tiempo, una falta botada desde la izquierda fue rematada por Mainz y, casi sin buscarlo, el equipo de Abel Resino se encontró con el 2-1 (m.55) y creyó en el milagro.
Pagó cara el Barça su indolencia, pero la sorpresa fue en aumento, cuando en una jugada de Dani Benítez con Alves acabó en penalti. Siqueira (2-2, m.62) transformó la pena máxima y el Granada, cabizbajo hasta entonces, había resucitado sin saber muy bien cómo.
Eligió un buen momento Messi para rescatar a su equipo y convertirse en el máximo goleador de la historia del club. El argentino recibió de Alves y batió a Julio César con una sutil vaselina. Era el 3-2, el tanto 233, en una jugada en la que la defensa del Granada reclamó que Messi se encontraba en fuera de juego.
El cuarto de hora final fue para Iniesta y Tello, quienes entraron por Alexis y Thiago. Se dedicó el Barcelona a controlar el partido. Entró Geijo por Ighalo para forzar la situación, pero quien triunfó fue Cristian Tello.
A ocho minutos para el final, el Barça respiró en una acción magistral de Iniesta y, sobre todo, el gol de Tello, un jugador que aprovecha al máximo los minutos que Guardiola le da.
Hoy el eléctrico extremo cazó un rechace dentro del área para sentenciar el partido con un remate con efecto al palo largo del portero.
Pero no acabó aquí el partido. En ocho minutos, aún hubo tiempo de ver dos goles más y una expulsión. Messi cerró su actuación con un triplete y elevó a 234 goles sus tantos como barcelonista y convertirse además en máximo goleador del campeonato con 34.
El expulsado fue Dani Alves, por tocar el balón con la mano. Siqueira cerró el partido desde el punto de penalti con un homenaje a Antonin Panenka. El Barça sufrió demasiado en un partido que parecía tener absolutamente controlado en el primer tiempo, pero su triunfo le acerca un poco más a la cabeza de la Liga.
Osasuna 0 - 0 Getafe
PAMPLONA -- Osasuna y Getafe sumaron un punto que les acerca a la permanencia tras empatar sin goles en el Reyno de Navarra en un encuentro en el que ambos tuvieron ocasiones para desnivelar el marcador, pero no lo consiguieron por su falta de puntería y la actuación de los porteros.
El equipo pamplonés, que llevaba tres victorias seguidas en casa, perdió una oportunidad para dormir en 'Champions' y cerrar el objetivo de la permanencia frente a un Getafe que vio frenada una racha de dos triunfos consecutivos, pero salvó un punto con tres paradas decisivas de Moyá, a dos remates de Nino y uno de Raúl.
Los 'rojillos' salieron con intensidad, pero el Getafe estuvo bien colocado y a Osasuna le costó llegar con verdadero peligro en unos primeros minutos de tanteo.
Cejudo se mostró muy activo en los primeros compases, pero Moyá le paró un disparo lejano y un remate con la zurda de Lamah fue bien intencionado, pero se marchó desviado.
El Getafe también buscó el gol, sobre todo por mediación de Lacen, pero la ocasión más clara de equipo azulón fue una peinada de 'Cata' Díaz, tras falta de Pedro Ríos, que no encontró portería por poco.
Osasuna, en un partido bastante táctico, se encomendó a las acciones a balón parado, pero tras una falta sacada con pillería por Puñal, Nino no acertó a marcar en la llegada más clara del equipo local en la primera parte, desbaratada por Moyá con la rodilla.
La segunda parte empezó trabada, aunque con una gran ocasión para los locales a la contra. Lamah metió un espectacular último pase a Nino, pero el delantero no pudo batir a Moyá, quien salió rápido para tapar portería.
El equipo madrileño tuvo unos minutos de acoso a Osasuna, con un activo Pedro Ríos, aunque le falto definición y dejó pasar su oportunidad.
Osasuna fue creciendo paulatinamente de la mano de Puñal y Raúl García, si bien no pudo alterar el resultado del partido, a pesar de que el técnico 'rojillo', José Luis Mendilibar, lo intentó con la reaparición del serbio Lekic, ausente tres semanas por una fractura de cúbito.
Moyá salvó al final al Getafe con una parada a un remate con la zurda de Raúl García en el minuto 88.
El equipo pamplonés, que llevaba tres victorias seguidas en casa, perdió una oportunidad para dormir en 'Champions' y cerrar el objetivo de la permanencia frente a un Getafe que vio frenada una racha de dos triunfos consecutivos, pero salvó un punto con tres paradas decisivas de Moyá, a dos remates de Nino y uno de Raúl.
Los 'rojillos' salieron con intensidad, pero el Getafe estuvo bien colocado y a Osasuna le costó llegar con verdadero peligro en unos primeros minutos de tanteo.
Cejudo se mostró muy activo en los primeros compases, pero Moyá le paró un disparo lejano y un remate con la zurda de Lamah fue bien intencionado, pero se marchó desviado.
El Getafe también buscó el gol, sobre todo por mediación de Lacen, pero la ocasión más clara de equipo azulón fue una peinada de 'Cata' Díaz, tras falta de Pedro Ríos, que no encontró portería por poco.
Osasuna, en un partido bastante táctico, se encomendó a las acciones a balón parado, pero tras una falta sacada con pillería por Puñal, Nino no acertó a marcar en la llegada más clara del equipo local en la primera parte, desbaratada por Moyá con la rodilla.
La segunda parte empezó trabada, aunque con una gran ocasión para los locales a la contra. Lamah metió un espectacular último pase a Nino, pero el delantero no pudo batir a Moyá, quien salió rápido para tapar portería.
El equipo madrileño tuvo unos minutos de acoso a Osasuna, con un activo Pedro Ríos, aunque le falto definición y dejó pasar su oportunidad.
Osasuna fue creciendo paulatinamente de la mano de Puñal y Raúl García, si bien no pudo alterar el resultado del partido, a pesar de que el técnico 'rojillo', José Luis Mendilibar, lo intentó con la reaparición del serbio Lekic, ausente tres semanas por una fractura de cúbito.
Moyá salvó al final al Getafe con una parada a un remate con la zurda de Raúl García en el minuto 88.
lunes, 19 de marzo de 2012
Espanyol 3 - 1 Racing Santander
Espanyol vuelve a los puestos europeos de clasificación tras remontar un 0-1 al Racing Club con tantos de Verdú, el brasileño Coutinho y el mexicano Héctor Moreno, cuya actuación deja a los cántabros -con diez en el 51 tras la expulsión de Gullón- sin arañar puntos para la salvación.
El partido ya empezó con claro dominio local. La apuesta cántabra era más ofensiva de lo previsto, pero los espacios favorecieron el fútbol del Espanyol. Los jugadores de Pochettino, muy activos arriba, tenían el control del balón y desbordaban en posesión al rival pero apenas disfrutaron de ocasiones.
Sin embargo, un mal control en el círculo centrar acabó en una fructífera contra para el equipo santanderino. En el minuto 11, Adrián puso un centro desde la banda izquierda a Stuani. El delantero uruguayo, con excesiva permisividad de Amat, enganchó el balón al primer toque y batió por bajo a Kiko Casilla (0-1).
Los de Álvaro Cervera bajaron un punto la intensidad. Y el Espanyol probaba, pero un tiro de falta de Verdú en el minuto 20 y un disparo lejano de Uche en el 23 fue todo lo que consiguió a base de insistencia. Hasta el minuto 27: una asistencia milimétrica de Sergio García acabó en una vaselina para enmarcar de Verdú (1-1).
El Racing estaba obligado a atacar y en la siguiente jugada llegó la polémica. El balón se estrelló en el codo de Héctor Moreno, involuntario para el árbitro. Un susto que Coutinho borraría en el 33. El brasileño controló con el pecho un rechace del central Álvaro y puso un latigazo, desde la frontal, imposible para Toño (2-1).
Los cántabros no reaccionaban. Su ataque no existía y se limitaban a expulsar a los locales de su área, aunque el juego de bandas y las combinaciones dificultaban el trabajo de la defensa racinguista. El Espanyol no tenía problemas. Lo único negativo, la lesión de Sergio García, que dejó su puesto a Weiss en el 40.
La segunda parte no empezó mal para el Racing. A punto estuvo Christian, de cabeza, de sorprender a Kiko Casilla. Pero pronto cambiaría el guión.
Gullón vio la segunda amarilla en el 51 por una falta sobre Verdú y dejó a su equipo con diez, dando muchas más facilidades al bloque catalán, que seguía buscando el tercero.
Uche caía constantemente en fuera de juego y ponía a prueba la atención de la defensa visitante. La zaga catalana apenas tenía trabajo, salvo honrosas excepciones como un fuerte disparo de Adrián, a las manos de Casilla, o una chilena frustrada de Torrejón. Pese a que el dominio era local, Cornellá-El Prat no respiraba tranquilo.
La calma llegaría en el 80. Héctor Moreno cerró el partido rematando de cabeza la segunda jugada que se originó tras un córner (3-1). El mexicano hundió definitivamente al Racing, en puestos de descenso, y dio alas al Espanyol, que gracias a estos tres puntos sueña de nuevo con jugar la próxima temporada en Europa.
El partido ya empezó con claro dominio local. La apuesta cántabra era más ofensiva de lo previsto, pero los espacios favorecieron el fútbol del Espanyol. Los jugadores de Pochettino, muy activos arriba, tenían el control del balón y desbordaban en posesión al rival pero apenas disfrutaron de ocasiones.
Sin embargo, un mal control en el círculo centrar acabó en una fructífera contra para el equipo santanderino. En el minuto 11, Adrián puso un centro desde la banda izquierda a Stuani. El delantero uruguayo, con excesiva permisividad de Amat, enganchó el balón al primer toque y batió por bajo a Kiko Casilla (0-1).
Los de Álvaro Cervera bajaron un punto la intensidad. Y el Espanyol probaba, pero un tiro de falta de Verdú en el minuto 20 y un disparo lejano de Uche en el 23 fue todo lo que consiguió a base de insistencia. Hasta el minuto 27: una asistencia milimétrica de Sergio García acabó en una vaselina para enmarcar de Verdú (1-1).
El Racing estaba obligado a atacar y en la siguiente jugada llegó la polémica. El balón se estrelló en el codo de Héctor Moreno, involuntario para el árbitro. Un susto que Coutinho borraría en el 33. El brasileño controló con el pecho un rechace del central Álvaro y puso un latigazo, desde la frontal, imposible para Toño (2-1).
Los cántabros no reaccionaban. Su ataque no existía y se limitaban a expulsar a los locales de su área, aunque el juego de bandas y las combinaciones dificultaban el trabajo de la defensa racinguista. El Espanyol no tenía problemas. Lo único negativo, la lesión de Sergio García, que dejó su puesto a Weiss en el 40.
La segunda parte no empezó mal para el Racing. A punto estuvo Christian, de cabeza, de sorprender a Kiko Casilla. Pero pronto cambiaría el guión.
Gullón vio la segunda amarilla en el 51 por una falta sobre Verdú y dejó a su equipo con diez, dando muchas más facilidades al bloque catalán, que seguía buscando el tercero.
Uche caía constantemente en fuera de juego y ponía a prueba la atención de la defensa visitante. La zaga catalana apenas tenía trabajo, salvo honrosas excepciones como un fuerte disparo de Adrián, a las manos de Casilla, o una chilena frustrada de Torrejón. Pese a que el dominio era local, Cornellá-El Prat no respiraba tranquilo.
La calma llegaría en el 80. Héctor Moreno cerró el partido rematando de cabeza la segunda jugada que se originó tras un córner (3-1). El mexicano hundió definitivamente al Racing, en puestos de descenso, y dio alas al Espanyol, que gracias a estos tres puntos sueña de nuevo con jugar la próxima temporada en Europa.
Bielsa, especialista en ‘fracasos’
Cuando Marcelo Bielsa dirigió a la selección argentina en la Copa del Mundo Japón/Corea del Sur 2002, apostó a la fórmula de combinar la exquisita identidad del fútbol rioplatense a partir del manejo de la pelota con todas sus variantes técnicas y un planteamiento táctico férreo que no pudieron aplicar a cabalidad sus dirigidos, lo que significó su eliminación del torneo a manos del seleccionado de Holanda.
Durante la eliminatoria previa a ese torneo escribí que Bielsa “cuando duerme no duerme porque seguramente pone la cabeza sobre la almohada con un ojo cerrado y el otro fijo sin pestañear frente a la pantalla que le sirve para mirar y remirar diagramas” (2001). Obsesivo del trabajo, examinador de todos los detalles que podrían desquiciar a la criatura más paciente del planeta, el ahora entrenador del Athletic de Bilbao es de una peculiaridad siempre llamativa con su impresionante lucidez para comprender el fútbol y sus innegociables métodos de trabajo frente a los videos, los pizarrones y en los campos de juego, y si a estos rasgos le agregamos sus laberínticas elaboraciones verbales para explicarse, estamos frente a un ser único en los asuntos relacionados con la pelota, para muchos excéntrico, para casi todos, un portentoso guía de grupos humanos.
Transcurrida una década de la salida temprana de Argentina del mundial asiático, el primero del siglo XXI, Bielsa fue contratado para dirigir a la selección chilena a la que clasificó para Sudáfrica 2010. A partir de su aterrizaje en Santiago, el rosarino empezó a cambiar el aire de la capital y luego de todo el país, extendiendo sus actividades para ofrecer charlas a instituciones y empresarios en las que se autocalificó de “especialista en fracasos” y que se puede sintetizar en una genial reflexión: “Sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Hay gente exitosa que no es feliz y gente feliz que no necesita del éxito. El éxito es una excepción y no un continuo.”
Encarando sus tareas diarias con la misma obsesividad de siempre, lo que Bielsa hizo en Chile, ahora lo está haciendo en Bilbao donde la marca del club que dirige informa “que los jugadores del Athletic tienen la obligación de acabar muertos todos los partidos”, idea fuerza que quedó plasmada con esa soberbia incursión en Old Trafford para batir al Manchester United y luego en su casa de San Mamés para dar el tiro de gracia y confirmar lo que el periodista Manu Leguineche afirma con enorme convicción: “Ser del Athletic es un cromosoma que marca para toda la vida”.
Resistido al principio, con la natural desconfianza que provoca la llegada de un forastero, Bielsa violentó a sus dirigidos cuando de entrada nomás les planteó que el equipo podía jugar a tocar la pelota dejando atrás una rusticidad que en alguna medida caracteriza su trayecto histórico. Conforme fueron jugándose los partidos de la liga española y los de la Europa League en la que le toca el desafío de los cuartos de final, Bielsa acabó por confirmar su arrasadora convicción cuando su equipo terminó empatado (2-2) con el Barcelona y Pep Guardiola fue a darle la mano, como el alumno noble que agradece al maestro.
A estas horas Bilbao vive embanderada de rojo y blanco y no deja de disfrutar el 3-2 a domicilio primero y el 2-1 en casa con desempeños que le hicieron decir a Álex Fergusson, el escocés que entrena al Manchester hace más de dos décadas, que “ojalá el Athletic llegue a la final porque se lo merece”. Hay cosas impensables en la vida y Bielsa acaba de encontrarse con que su terquedad es una virtud superlativa en el País Vasco. Todo el planeta fútbol habla hoy de este equipo aguerrido y preciso hasta el paroxismo que tiene como Dios a este rosarino que ha sabido sostener sus convicciones con una entereza desconcertante, hasta el punto de hacernos pensar que la conciencia sobre el fracaso es una virtud y no simplemente una pasajera derrota.
Así piensa ‘el loco’
Lo del Barcelona es una producción futbolística absolutamente novedosa que ha generado cultura. Le voy a explicar por qué. En Bolivia, por ejemplo, cuando el jugador se prepara para rematar al arco de media distancia se escucha en la gente el "uy" que remite al pre-gol. En Argentina, cuando hay un desborde y un centro atrás también se escucha el "uy" pre-gol. En el Barcelona, en cambio, cuando dan la vuelta y empiezan a transversalizar partiendo de un córner, por ejemplo —ellos descomponen la jugada del córner, que para muchos entrenadores da la posibilidad de convertirse en una jugada directa— se escucha el "uy" pre-gol.
Eso que en cualquier caso generaría ansiedad porque el público, que es emotivo y pasional, es poco tolerante, genera un reconocimiento de la gente. Este equipo ha trascendido los números y a su propio esquema posicional, que son normalmente los elementos que se recuerdan de un conjunto. El mensaje que deja este equipo es de estilo, y ese estilo es contracultural porque va en contra de lo que sucede en el mundo del fútbol hoy” (frasesbielsistas.blogspot.com).
Durante la eliminatoria previa a ese torneo escribí que Bielsa “cuando duerme no duerme porque seguramente pone la cabeza sobre la almohada con un ojo cerrado y el otro fijo sin pestañear frente a la pantalla que le sirve para mirar y remirar diagramas” (2001). Obsesivo del trabajo, examinador de todos los detalles que podrían desquiciar a la criatura más paciente del planeta, el ahora entrenador del Athletic de Bilbao es de una peculiaridad siempre llamativa con su impresionante lucidez para comprender el fútbol y sus innegociables métodos de trabajo frente a los videos, los pizarrones y en los campos de juego, y si a estos rasgos le agregamos sus laberínticas elaboraciones verbales para explicarse, estamos frente a un ser único en los asuntos relacionados con la pelota, para muchos excéntrico, para casi todos, un portentoso guía de grupos humanos.
Transcurrida una década de la salida temprana de Argentina del mundial asiático, el primero del siglo XXI, Bielsa fue contratado para dirigir a la selección chilena a la que clasificó para Sudáfrica 2010. A partir de su aterrizaje en Santiago, el rosarino empezó a cambiar el aire de la capital y luego de todo el país, extendiendo sus actividades para ofrecer charlas a instituciones y empresarios en las que se autocalificó de “especialista en fracasos” y que se puede sintetizar en una genial reflexión: “Sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Hay gente exitosa que no es feliz y gente feliz que no necesita del éxito. El éxito es una excepción y no un continuo.”
Encarando sus tareas diarias con la misma obsesividad de siempre, lo que Bielsa hizo en Chile, ahora lo está haciendo en Bilbao donde la marca del club que dirige informa “que los jugadores del Athletic tienen la obligación de acabar muertos todos los partidos”, idea fuerza que quedó plasmada con esa soberbia incursión en Old Trafford para batir al Manchester United y luego en su casa de San Mamés para dar el tiro de gracia y confirmar lo que el periodista Manu Leguineche afirma con enorme convicción: “Ser del Athletic es un cromosoma que marca para toda la vida”.
Resistido al principio, con la natural desconfianza que provoca la llegada de un forastero, Bielsa violentó a sus dirigidos cuando de entrada nomás les planteó que el equipo podía jugar a tocar la pelota dejando atrás una rusticidad que en alguna medida caracteriza su trayecto histórico. Conforme fueron jugándose los partidos de la liga española y los de la Europa League en la que le toca el desafío de los cuartos de final, Bielsa acabó por confirmar su arrasadora convicción cuando su equipo terminó empatado (2-2) con el Barcelona y Pep Guardiola fue a darle la mano, como el alumno noble que agradece al maestro.
A estas horas Bilbao vive embanderada de rojo y blanco y no deja de disfrutar el 3-2 a domicilio primero y el 2-1 en casa con desempeños que le hicieron decir a Álex Fergusson, el escocés que entrena al Manchester hace más de dos décadas, que “ojalá el Athletic llegue a la final porque se lo merece”. Hay cosas impensables en la vida y Bielsa acaba de encontrarse con que su terquedad es una virtud superlativa en el País Vasco. Todo el planeta fútbol habla hoy de este equipo aguerrido y preciso hasta el paroxismo que tiene como Dios a este rosarino que ha sabido sostener sus convicciones con una entereza desconcertante, hasta el punto de hacernos pensar que la conciencia sobre el fracaso es una virtud y no simplemente una pasajera derrota.
Así piensa ‘el loco’
Lo del Barcelona es una producción futbolística absolutamente novedosa que ha generado cultura. Le voy a explicar por qué. En Bolivia, por ejemplo, cuando el jugador se prepara para rematar al arco de media distancia se escucha en la gente el "uy" que remite al pre-gol. En Argentina, cuando hay un desborde y un centro atrás también se escucha el "uy" pre-gol. En el Barcelona, en cambio, cuando dan la vuelta y empiezan a transversalizar partiendo de un córner, por ejemplo —ellos descomponen la jugada del córner, que para muchos entrenadores da la posibilidad de convertirse en una jugada directa— se escucha el "uy" pre-gol.
Eso que en cualquier caso generaría ansiedad porque el público, que es emotivo y pasional, es poco tolerante, genera un reconocimiento de la gente. Este equipo ha trascendido los números y a su propio esquema posicional, que son normalmente los elementos que se recuerdan de un conjunto. El mensaje que deja este equipo es de estilo, y ese estilo es contracultural porque va en contra de lo que sucede en el mundo del fútbol hoy” (frasesbielsistas.blogspot.com).
domingo, 18 de marzo de 2012
Video Real Madrid 1 - 1 Málaga
Un golazo de falta de Santi Cazorla cuando un duelo igualado se cerraba con triunfo de un líder al que le flojeaban las fuerzas, premió el buen fútbol del Málaga (1-1), cortó la racha de once victorias consecutivas del Real Madrid y devuelve el pulso a la lucha por el título con el Barcelona a ocho puntos.
Mientras Pep Guardiola insiste desde Barcelona que la Liga está perdida, el Malaga de Manuel Pellegrini sorprendió al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. En momentos en los que el caminar madridista hacia el título liguero era firme. Cuando desbordaba confianza, sufre un bajón físico. Ante el CSKA hubo señales que se confirmaron con el Málaga. Superado, se agarró a la calidad individual de los jugadores de ataque como salvación hasta que apareció Cazorla.
Pellegrini supo quitar brillantez al fútbol madridista en una nueva vuelta al que fue su estadio. Esta vez no pasó desapercibido. Pocos le agradecen el trabajo que dejó a José Mourinho porque no ganó títulos, pero muestra sus conocimientos con planteamientos como el que plasmó en el Bernabéu. Desdibujó a Khedira, tapó a Xabi Alonso y no hubo continuidad en el juego blanco.
El músculo de Demichelis como mediocentro y Camacho fue suficiente. La magia la ponía un trío que hace soñar al Málaga con jugar la Liga de Campeones. Isco, Cazorla y Joaquín. Con el andaluz rememorando sus mejores tiempos en minutos de regates en los que enloqueció a Kaká.
Había pedido Mourinho a su afición más empatía con sus jugadores. No ovacionar tanto al que para, Casillas, y al que marca, Cristiano, y tener guiños con los que fallan. Son mensajes que caen en vacío. La idiosincrasia de la afición del Bernabéu nadie la cambiará. Desacertado Kaká, tiró por tierra dos contras y sus seguidores no se lo perdonaron. Volvieron a sonar los silbidos que no entiende el técnico portugués.
A base de goles se ha ganado Cristiano Ronaldo que se coree su nombre. Con una transformación brutal se gana ovaciones Karim Benzema. Fueron los únicos a los que no afectó el bajón blanco. El francés remataba con un toque sutil al inicio a las manos de Caballero, que con una rápida salida también evitaba el tanto del portugués.
Eran momentos en los que el Málaga imponía su fútbol. Demichelis se adueñaba de la medular, Cazorla e Isco conectaban y Joaquín desbordaba. El remate lo puso Rondón y la parada Casillas. Pegada al palo para sacar un tiro cruzado del venezolano.
En el Bernabéu no se puede perdonar. Isco lo hizo. Entró con tiempo para pensar el remate y lo cruzó en exceso. El Real Madrid pasaba a depender de individualidades. Las tienes y demostraron que están entre las mejores del mundo. Benzema inventó una jugada que concluyó con un disparo ajustado al palo. Cristiano sacó un pase medido de la nada desde el costado izquierdo a la cabeza de Karim. A placer, no perdonó.
Fue un duro golpe al fútbol del Málaga. Tenía la segunda mitad para levantarse cuando el Real Madrid le entregó el balón para hacerle daño al contraataque. Se parapetó bien el equipo de José Mourinho y Casillas no sufrió hasta una falta que entró por su palo pegada a la escuadra.
Sin orden buscó sentenciar el partido el Real Madrid. Son momentos en los que añora el desborde de Ángel Di María. Su poder ofensivo le hizo generar ocasiones. Bastan destellos de Özil para que Cristiano Ronaldo la tenga, pero se tope con una magnífica intervención de Caballero a su disparo ajustado y vea cortada su racha de siete partidos consecutivos marcando.
Perdonó Benzema, que primero dudó en una contra entre asistir a Cristiano o chutar y lanzó fuera un jugadón de Özil que nadie pudo frenar. El partido estaba roto y Pellegrini movió su banquillo sabiendo que podía hacer daño por las bandas. Eliseu cogía la espalda de 'Lass' y Seba desbordó ante Marcelo. Pero van Nistelrooy, ovacionado por la que fue su afición, no encontró el remate.
Cuando parecía que el líder sufría para ganar un nuevo partido, apareció sobre la hora Cazorla para poner el broche a un gran partido en el que pudo ser su estadio. Una de esas faltas que ensaya en los entrenamientos de la selección con Casillas, se la coló por la escuadra para mantener en puestos 'Champions' al Málaga y devolver el pulso a la Liga.
Mientras Pep Guardiola insiste desde Barcelona que la Liga está perdida, el Malaga de Manuel Pellegrini sorprendió al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. En momentos en los que el caminar madridista hacia el título liguero era firme. Cuando desbordaba confianza, sufre un bajón físico. Ante el CSKA hubo señales que se confirmaron con el Málaga. Superado, se agarró a la calidad individual de los jugadores de ataque como salvación hasta que apareció Cazorla.
Pellegrini supo quitar brillantez al fútbol madridista en una nueva vuelta al que fue su estadio. Esta vez no pasó desapercibido. Pocos le agradecen el trabajo que dejó a José Mourinho porque no ganó títulos, pero muestra sus conocimientos con planteamientos como el que plasmó en el Bernabéu. Desdibujó a Khedira, tapó a Xabi Alonso y no hubo continuidad en el juego blanco.
El músculo de Demichelis como mediocentro y Camacho fue suficiente. La magia la ponía un trío que hace soñar al Málaga con jugar la Liga de Campeones. Isco, Cazorla y Joaquín. Con el andaluz rememorando sus mejores tiempos en minutos de regates en los que enloqueció a Kaká.
Había pedido Mourinho a su afición más empatía con sus jugadores. No ovacionar tanto al que para, Casillas, y al que marca, Cristiano, y tener guiños con los que fallan. Son mensajes que caen en vacío. La idiosincrasia de la afición del Bernabéu nadie la cambiará. Desacertado Kaká, tiró por tierra dos contras y sus seguidores no se lo perdonaron. Volvieron a sonar los silbidos que no entiende el técnico portugués.
A base de goles se ha ganado Cristiano Ronaldo que se coree su nombre. Con una transformación brutal se gana ovaciones Karim Benzema. Fueron los únicos a los que no afectó el bajón blanco. El francés remataba con un toque sutil al inicio a las manos de Caballero, que con una rápida salida también evitaba el tanto del portugués.
Eran momentos en los que el Málaga imponía su fútbol. Demichelis se adueñaba de la medular, Cazorla e Isco conectaban y Joaquín desbordaba. El remate lo puso Rondón y la parada Casillas. Pegada al palo para sacar un tiro cruzado del venezolano.
En el Bernabéu no se puede perdonar. Isco lo hizo. Entró con tiempo para pensar el remate y lo cruzó en exceso. El Real Madrid pasaba a depender de individualidades. Las tienes y demostraron que están entre las mejores del mundo. Benzema inventó una jugada que concluyó con un disparo ajustado al palo. Cristiano sacó un pase medido de la nada desde el costado izquierdo a la cabeza de Karim. A placer, no perdonó.
Fue un duro golpe al fútbol del Málaga. Tenía la segunda mitad para levantarse cuando el Real Madrid le entregó el balón para hacerle daño al contraataque. Se parapetó bien el equipo de José Mourinho y Casillas no sufrió hasta una falta que entró por su palo pegada a la escuadra.
Sin orden buscó sentenciar el partido el Real Madrid. Son momentos en los que añora el desborde de Ángel Di María. Su poder ofensivo le hizo generar ocasiones. Bastan destellos de Özil para que Cristiano Ronaldo la tenga, pero se tope con una magnífica intervención de Caballero a su disparo ajustado y vea cortada su racha de siete partidos consecutivos marcando.
Perdonó Benzema, que primero dudó en una contra entre asistir a Cristiano o chutar y lanzó fuera un jugadón de Özil que nadie pudo frenar. El partido estaba roto y Pellegrini movió su banquillo sabiendo que podía hacer daño por las bandas. Eliseu cogía la espalda de 'Lass' y Seba desbordó ante Marcelo. Pero van Nistelrooy, ovacionado por la que fue su afición, no encontró el remate.
Cuando parecía que el líder sufría para ganar un nuevo partido, apareció sobre la hora Cazorla para poner el broche a un gran partido en el que pudo ser su estadio. Una de esas faltas que ensaya en los entrenamientos de la selección con Casillas, se la coló por la escuadra para mantener en puestos 'Champions' al Málaga y devolver el pulso a la Liga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)