Preciosa mañana de derbi levantino en el Ciudad de Valencia. Levante y Villarreal afrontaban el encuentro en situaciones contrapuestas y eso terminó por condicionar el modo en que ambos técnicos plantearon el partido.
Salió el Levante dominante, más bien por la permisividad del Villarreal que por iniciativa propia, pero así fue. Los de Juan Ignacio Martínez aceptaron de buen grado la pelota y trataron de moverla con paciencia para acercarse al área rival. Los de Molina, en cambio, trataban de encontrar a sus hombres más ofensivos en alguna acción aislada. Pero no pudieron. Los balones largos en busca de Nilmar, Martinuccio o Ruben encontraban en la zaga granota un muro insuperable. Así todo el partido.
Koné y Guezzal se asociaban para crear peligro. Dame la bola, que yo te la devuelvo. Un, dos. Aparezco por aquí y te la pido por allá. Una dupla rápida y muy incómoda para Zapata y Musacchio, que ha tenido que intervenir crucialmente en varias ocasiones.
Por detrás, Xavi Torres e Iborra manejaban el cotarro con paciencia, superando claramente a Bruno y Marcos Senna, desafortunados a lo largo de los 90 minutos. Valdo y Barkero se atrevían por la banda y desbordaban para poner centros que no encontraban rematador. Así se llegó al descanso. Con un Levante que lo intentaba, pero que no culminaba. Si esto fuese boxeo, los locales ya se habrían ido con ventaja a los puntos.
La reanudación no hizo sino confirmar lo que ya se intuía en los primeros 45 minutos. El asedio del Levante se intensificó y el Villarreal sobrevivía como podía. Nilmar y Marco Ruben no olían la pelota. Los cambios de Juan Ignacio Martínez no alteraron el ritmo de su equipo, que seguía buscando con ahínco la meta defendida por Diego López.
Hubo que esperar a que Marchena, en un minuto de arrebato en el descuento, soltara dos patadas tan duras como innecesarias y viese dos cartulinas (quizás demasiado castigo) que le mandaban al vestuario antes de tiempo. El Villarreal se quedaba con 10, pero ya se veía con el punto del empate en el bolsillo.
Rubén Suárez la pidió, colocó la pelota y golpeó de zurda con el exterior y ajustado al palo. Diego López hizo un paradón, pero la pelota pegó en el palo y quedó muerta para que Xavi Torres, que merodeaba el área pequeña, sólo tuviera que empujar la pelota para desatar el delirio en la grada. 1-0 y el Ciudad de Valencia convertido en una auténtica 'Mascletá' en este domingo de fallas.
El Levante -cuarto con 41 puntos- le ha ganado los dos partidos esta temporada a un Villarreal que queda decimoséptimo en la tabla rozando el abismo del descenso. El 'Submarino Amarillo' sigue sin salir a flote.
Ciudad de Valencia: 12.000 espectadores.
Levante UD: Munúa; Javi Venta, Ballesteros, Cabral, Juanfran; Iborra (Farinós, 72'), Xavi Torres; Valdo, Ghezzal (El Zhar, 84'), Barkero (Rubén Suárez, 67'); Koné.
Villarreal: Diego López; Joan Oriol, Musacchio, Zapata, Mario; Castellani (Marchena, 72'), Bruno, Senna, Martinuccio (Hernán Pérez, 79'); Nilmar (Camuñas, 92') y Marco Ruben.
Goles: 1-0 (Xavi Torres, 93').
Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los locales Valdo, Juanfran y Javi Venta y a los visitantes Zapata, Nilmar, Martinuccio. Expulsó por doble amarilla al visitante Marchena.
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