Mallorca dejó muy tocado al Sporting con una victoria en El Molinón (2-3) en un partido en el que los visitantes se adelantaron tres veces en el marcador ante un rival que siempre fue a remolque y, aunque empató en dos ocasiones, nunca dio sensación de poder llevarse los tres puntos.
Para que a Javier Clemente le salieran las cuentas, el Sporting tenía que ganar todos los partidos de casa y se esperaba una salida impetuosa del equipo local ante el Mallorca.
Pero el Sporting se pasó los primeros cinco minutos corriendo detrás del balón y perdiéndolo al primer pase. El resultado fue que los rojiblancos apenas podían salir de su medio campo, mientras que el Mallorca rondaba el área de Juan Pablo y movía el balón con bastante facilidad.
El público empezó a inquietarse porque el dominio visitante era notorio y Aouate un mero espectador, salvo en una jugada de Adrián Colunga, que, bastante escorado, probó suerte y el balón, tras tocar ligeramente en Chico, se estrelló en un poste.
El Mallorca tradujo su dominio en el primer gol al aprovecharse Nunes de varios rechaces tras un córner en el que la defensa rojiblanca no estuvo contundente en el despeje.
A partir de ese momento, el Sporting puso más coraje en sus acciones y empezó a llegar con más peligro gracias a las internadas de Mendy, que puso varios buenos centros que sus compañeros no supieron aprovechar, en especial un remate de cabeza de Botía que Aouate rechazó.
El público también apretaba y el Sporting pasó a jugar los mejores minutos de la primera parte y consiguió el empate gracias a un gran pase entre los centrales de Nacho Cases sobre la internada de Adrián Colunga, que eleva el balón lo justo para superar al portero del Mallorca.
Con el empate en el marcador y el Sporting haciendo el mejor juego se llegó al descanso, pero en la reanudación la mala suerte se cebó con los rojiblancos, ya que en la jugada inicial Nsúe se internó por su banda y al llegar a la línea de fondo, cerca de la portería, intentó dar un pase atrás y Orfila marcó en propia meta.
Clemente decidió hacer cambios y sustituyó primero a Trejo por De las Cuevas y minutos después a Gálvez por André Castro.
Fue el Mallorca el que tuvo la siguiente ocasión con un disparo casi a bocajarro de Casadesús que contrarrestó Juan Pablo con un buen rechace, y el Sporting respondió con una internada de Mendy y un disparo de Barral que Aouate paró.
Los locales, espoleados por su público, lo siguieron intentando y volvieron a empatar por medio de Botía, que tocó el balón lo suficiente para superar a Aouate en una jugada en la se produjeron varios rechaces y en la que varios jugadores del Sporting reclamaron penalti.
El partido entró en unos minutos un tanto alocados en los que Caparrós hizo los tres cambios y el Mallorca marcó su tercer gol en una jugada personal de Álvaro, que quebró a Orfila y envió el balón a la red con un remate suave. Fue la sentencia al partido.
El público de El Molinón no cargó contra su equipo, sino contra el máximo accionista del club y el cántico de "Fernández vete ya" volvió a corearse en las gradas al término del partido.
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