domingo, 11 de marzo de 2012

Atlético Madrid 2 - 0 Granada

Los goles del brasileño Joao Miranda y del colombiano Radamel Falcao dieron el triunfo al Atlético de Madrid en un partido sin brillo contra el Granada en el Vicente Calderón (2-0), en el que el conjunto local tiró de efectividad ofensiva para recuperar terreno en la lucha por las plazas de competición europea.

Lo mejor fue el resultado para el conjunto madrileño, que se reencontró con la victoria después de cinco choques (cuatro empates y una derrota) y que mantuvo sus aspiraciones de Liga de Campeones con más pegada que fútbol en el encuentro de este domingo, en el que el Granada, de más a menos, enlazó su tercera derrota consecutiva.

De principio, el bloque de Abel Resino desconectó al Atlético del partido durante más de media hora. No se enteró el equipo madrileño en todo ese tiempo, impreciso, sin continuidad en su juego y sin apariciones en ataque contra un oponente dispuesto a presionar y a incomodar el juego de los locales desde su línea defensiva.

No la tocaba Adrián López, no entraba en acción Koke, no remataba el colombiano Radamel Falcao... Sólo el argentino Eduardo Salvio, con una internada por banda derecha, inquietó al portero Julio César, en un partido que cumplió la primera media hora sin nada, sumido en el aburrimiento de un duelo con más intensidad visitante.

Granada veía mucho más claro el encuentro. Con el choque controlado en su área y con las carreras velocísimas de Jaime, profundo en cada desmarque, hábil en cada regate y muy incómodo en el marcaje para Juanfran Torres o Miranda, se sintió también por momentos con opciones de ataque al contragolpe, aunque sin pegada.

En un encuentro ya de evidente dificultad contra un competitivo conjunto andaluz, que perdió por lesión a Jaime superada la media hora, el Atlético no encontró el camino hasta un saque de esquina, en el que el uruguayo Diego Godín tocó atrás con la cabeza y el brasileño Joao Miranda, de media chilena, enganchó el 1-0 (m. 37) y su primer gol en la Liga española, a la que llegó el pasado verano.

No merecía la ventaja el equipo madrileño, al que le bastó su única ocasión del primer tiempo para marcharse al descanso con una mínima renta en el marcador. Era la mejor noticia para el Atlético y su gris actuación en los 45 minutos iniciales. Y un castigo injusto para el Granada, que pagó su falta de contundencia en ataque.

Mejoró poco el conjunto dirigido por el argentino Diego Simeone en la reanudación, empeoró el equipo andaluz y el choque se movió entre los balones aéreos, los pases al contrario, el bostezo en la grada, el intercambio de imprecisiones, los despejes sin sentido y la incapacidad de uno y otro para generar ocasiones de gol.

Era un partido insufrible para el aficionado, sólo aliviado por una ocasión de Falcao, salvada por Julio César en los primeros minutos del segundo tiempo, que mantenían abierto el encuentro por lo apretado del marcador, porque el Granada casi ni se acercó a la portería del belga Thibaut Courtois tras volver del vestuario.

Fue suficiente para el triunfo del Atlético, que jugó los últimos diez minutos en superioridad numérica, por la expulsión de Henrique, y que marcó el segundo en una fenomenal jugada de Juanfran, que dejó atrás a varios rivales y asistió a Falcao, que hizo el 2-0 y que cerró una victoria imprescindible para mirar a la Liga de Campeones.

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