El FC Barcelona, pese a lo complicado que tiene ganar la Liga, demostró que aún no quiere renunciar al torneo y, con una gran primera parte, sacó al Sevilla del campo y se llevó tres puntos con un incontestable 0-2 ante un rival que en la segunda le puso más interés, pero solo eso.
Salió el conjunto que entrena Pep Guardiola sin dar ni un minuto de tregua, con ganas de enseñar su poderío y de hacer ver que, aunque revalidar el título de Liga lo tiene muy difícil por la desventaja de diez puntos con la que se presentó en Sevilla con el Real Madrid, no va a darle ninguna facilidad a su máximo rival.
El brasileño exsevillista Adriano Correia ya hizo trabajar a Andrés Palop a los siete minutos y poco después fue Pedro el que lo intentó ante al meta valenciano en un vendaval del equipo visitante ante un local que lo único que podía hacer era correr tras la pelota.
Una falta sobre Adriano del central bosnio Emir Spahic, quien fue duda por lesión hasta minutos antes del choque, fue el preludio del primer gol azulgrana, pues Xavi Hernández se sacó un magnífico lanzamiento libre directo al que no pudo responder Palop.
Pareció que al Barcelona le hacía falta ganar en el Sánchez Pizjuán por goleada para lograr algún título porque tras el 0-1 no paró de atosigar a un Sevilla perdido y sin capacidad de reaccionar.
Andrés Iniesta tuvo cerca el 2-0, pero se le fue el balón desviado, lo que no le ocurrió al argentino Leo Messi en una de sus habituales espléndidas jugadas, con caño incluido, que la concluyó con un sutil toque por encima de Palop.
El 2-0 cuando aún no se había cumplido la media hora de juego pareció que sí hizo que el Barcelona levantara el pie del acelerador de su máquina y ello le valió al equipo que entrena José Miguel González 'Míchel' para sacudirse el absoluto dominio del adversario.
Manu del Moral puso a prueba por primera vez sevillista a Víctor Valdés pero fue una segunda del jiennense la mejor ocasión de la formación local en la primera parte al aprovecharse de una indecisión entre el portero y Piqué para encontrar un remate que acabó con el balón repelido por el larguero.
En esta última fase del primer período, el juego se equilibró algo al tener el Sevilla algo más de tiempo el balón y montar algunas combinaciones trenzadas, aunque eso también valió para que el Barcelona, en las botas de Pedro y Messi, encontrara espacios y estuviera cerca de hacerle el 3-0 a Palop, el más destacado de los suyos en los primeros 45 minutos.
En la segunda parte, se mantuvo la progresión del conjunto andaluz y el Barcelona sí pareció que tuvo en cuenta el claro marcador a su favor para no forzar más que lo necesario y guardar fuerzas para la próxima jornada intersemanal.
El equipo de Míchel le puso más intensidad pero eso le valió solo para que el conjunto visitante no se acercara con tanto peligro, ya que en ataque creó pocos problemas a la siempre bien colocada defensa azulgrana.
Los minutos pasaron sin mucha historia porque pareció que todo lo que tenía que suceder en el encuentro se vio en la primera parte, aunque Iniesta falló lo increíble ante Palop en lo que pudo ser el 3-0 ante un rival cada vez más desgastado físicamente e impotente que también empezó a pensar en las próximas jornadas.
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