Un triunfo incontestable del Atlético de Madrid y dos goles de Fernando Torres despidieron ayer con emoción, pasión y victoria (3-1) del estadio “Vicente Calderón” contra el Athletic Club, desbordado y doblegado desde el minuto 10 y con el objetivo europeo todavía pendiente de la final de la Copa del Rey.
Una inquietud para el conjunto bilbaíno, que no existió hasta el minuto 70, hasta que Iñaki Williams anotó el 2-1, de un partido que terminó 3-1, con el tanto del argentino Ángel Correa, y que ya antes había apuntado a goleada a favor del equipo madrileño, mejor siempre sobre el terreno de juego que su rival y en un campo que ya no pisará más, pero que permanecerá irreductible en el tiempo.
Ayer fue su última tarde, de melancolía y emoción, en la despedida oficial de su casa durante el último medio siglo, durante 1.227 partidos oficiales, durante muchos duelos memorables, el escenario de la Copa Intercontinental, de dos Ligas, de inolvidables momentos y triunfos.
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