La selección española recuperó ayer la sonrisa con un entrenamiento que comenzó con juegos y con risas en el conjunto nacional, en su última sesión previa al partido de su debut en el Mundial de Rusia 2018 contra Portugal en el escenario del encuentro, el imponente estadio Fisht de Sochi.
Después de dos días de agitación, con la destitución de Julen Lopetegui y el nombramiento de Fernando Hierro, la selección retoma poco a poco la normalidad, pero sin apenas tiempo, porque este viernes ya juega su primer compromiso en el Mundial, ante Portugal. EFE
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