El "periodo de entreguerras", la tensa calma que viven Real Madrid y Barcelona a la espera del último clásico del curso, animó la lucha por la permanencia en la Liga española, donde, a rebufo de las sorprendentes victorias de Zaragoza y Real Sociedad, se clarificó la zona baja, con el Almería prácticamente desahuciado y el Hércules cada vez más cerca de Segunda.
Los triunfos de Zaragoza y Real Sociedad espolearon a un buen puñado de equipos que, ayer, se vieron obligados a ganar para no dar ventaja a esos dos.
Esta situación no alteró mucho, sin embargo, los planes de Levante y Sporting, que desde hace una semana sabían que el empate sin goles en el Ciudad de Valencia no era tan malo y a ello se pusieron sin demasiado disimulo.
Más se aplicaron el Málaga de Manuel Pellegrini, el Racing y Osasuna, triunfadores como locales frente al Hércules (3-1), al Mallorca (2-0) y al Valencia (1-0), respectivamente.
El Racing tampoco pasó apuros ante el Mallorca, quien desde la semana pasada festeja su permanencia. Dos tantos de los suecos Rosenberg y Kennedy, a los que se les ha achacado su poco gol, fueron suficientes.
El gol de Rossi, rescató con gancho al Almería de la Segunda División. Tras perder ante el Sevilla (0-1), y después de que Pedro Ríos adelantase al Getafe, el equipo de Roberto Olabe estuvo matemáticamente en Segunda, pero finalmente pudo compartir la alegría de El Madrigal y se mantiene una semana más en Primera. Pendiente tan sólo de un milagro, con doce puntos de desventaja respecto al decimoséptimo, los mismos que deben disputarse.
También contiene la respiración el Deportivo, el primero que se salva de la quema, que ante el Atlético, el sábado, sucumbió al acierto del Kun Agüero (0-1).
Con cuatro enfrentamientos directos en la trigésima quinta jornada (Zaragoza- Osasuna, Sporting-Deportivo, Hércules-Racing y Getafe-Almería) el descenso puede quedar casi visto para sentencia dentro de siete días. EFE
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