Una lección de fútbol de Isco Alarcón guió a España a media hora de buen juego para derribar el muro plantado por Bielorrusia, a la que goleó 3-0 recuperando viejas sensaciones sin añorar las bajas importantes con las que encaró el duelo.
El genio de Málaga tardó diez minutos en meterse en su bolsillo a toda la afición del Nuevo Colombino. Con libertad en el campo para disfrutar del fútbol y hacer disfrutar con su fútbol. La nueva Roja generó expectación cuando Isco se adueñó del balón cerca del área.
Todos esperan la genialidad y no falló a nadie.
La clase magistral de fútbol de Isco en su quinto partido con la absoluta comenzó con una España que encontró su mejor juego en minutos de fútbol veloz, con intensidad para encontrar la fórmula para sacar los colores a una defensa de cinco de Bielorrusia.
Alcácer remató mal uno de esos centros de Juanfran y apareció Isco con su gol para tumbar el planteamiento defensivo de la selección eslava en un par de minutos. En el veinte, cuando aún se degustaba la genialidad del primer tanto, un rechace a nuevo servicio desde el costado derecho quedó muerto para el latigazo de Busquets. Su disparo se envenenó al tocar en un defensa rival.
España se sintió tan superior que no vio necesidad de forzar la máquina. Ni añoró a indiscutibles como Silva, Iniesta, Cesc o Diego Costa. Hacía falta alguna cara nueva, hambre de éxito para volver a disfrutar. Isco seguía a lo suyo.
El partido pudo acabar en ese momento. Bielorrusia dejó un disparo a puerta, a los 79 minutos con potencia de Nekhaychik que detuvo con seguridad Casillas. Y Del Bosque hizo debutar a José Callejón y Álvaro Morata.
La madera evitó el segundo de Pedro en el cierre del telón, con España confirmando su reacción al traspié de Eslovaquia y caminando firme, y con nuevas caras, hacia la Eurocopa 2016.
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