El Atlético de Madrid se sobrepuso ayer al hambre del Espanyol en Cornellà-El Prat con la inspiración de Antoine Griezmann en el minuto 73, después de firmar un choque sin excesiva fluidez, pero con el oficio suficiente para dejar al anfitrión sin puntuar y atenuar su sueño europeo.
Los de Quique Sánchez Flores querían más. José Manuel Jurado avisó en el minuto 4 enviando a las nubes un centro de Gerard Moreno. El ex del Atlético recibió el balón sin marca, pero conectó mal. Fue la ocasión más clara de los pericos en los primeros compases del encuentro. Los blanquiazules llevaban la iniciativa.
Aun así, el Atlético demostraba su calidad. El belga Yannick Carrasco, en el 14, obligó a lucirse a Diego López con un disparo raso y pegado al palo. La exhibición de fuerza rojiblanca quedó en eso. La zaga blanquiazul, con un imperial David López, frenaba las incursiones de Fernando Torres y el galo Griezmann.
La entrega sobraba en ambos equipos, pero a los dos les faltaba puntería. Desde el tiro de Carrasco, el Atlético no había visto puerta. Y el Espanyol, pese a combinar y llegar al área con criterio, se deshacía cerca de los dominios de Jan Oblak. El portero esloveno apenas intervino en la primera media hora.
Los de Simeone no estaban finos arriba, quizás por el desgaste en la Champions, pero no son la mejor defensa de la Liga por casualidad. Diego Godín y Stefan Savic no cedían a un rival que ahora ponía el foco en el ecuatoriano Felipe Caicedo, que intentaba imponer su envergadura y el argentino Pablo Piatti, que hacía lo propio.
No había un dominador claro. En el minuto 70 todo cambió. Amenazó Gameiro, aunque falló. Pero Griezmann estuvo certero (0-1).
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