Sevilla espera hacer bueno el empate logrado en Liverpool en el arranque de la fase de grupos de la Liga de Campeones y para ello no debe fallar como local ante el Maribor esloveno, al que sitúan como el más débil del grupo E, pero que sumó también un punto con su igualada en casa frente al Spartak de Moscú.
El equipo que entrena el argentino Eduardo Berizzo afronta este encuentro tras encajar el pasado sábado la primera derrota de la temporada, en el campo del Atlético de Madrid (2-0), después de enlazar ocho partidos oficiales sin perder, los cinco primeros de LaLiga Santander y tres en el torneo continental -dos en la eliminatoria previa y el primero de la fase de grupos-.
Con esa incertidumbre, los sevillistas reciben al vigente campeón esloveno también con la sensación de que la formación hispalense ha tenido hasta ahora mejores resultados que juego y que aún está en proceso de acoplamiento y asimilación de conceptos tácticos.
Berizzo, expulsado en el estadio Anfield por retrasar un saque de banda del Liverpool, fue castigado con un partido de sanción.
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