Los jugadores de primera y segunda división del fútbol español irán a la huelga en las dos primeras jornadas de la temporada 2011/12 para presionar por la creación de un fondo de garantía para proteger a los futbolistas de clubes con problemas financieros, dijo el jueves la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
"Los futbolistas hemos tomado la decisión firme, unánime, de convocar una huelga", dijo el presidente de la AFE, Luis Rubiales, en una rueda de prensa.
"La liga no empezará hasta que se firme un nuevo acuerdo (entre la Liga y los jugadores)", aclaró.
En el corazón de la disputa está la exigencia de la asociación de un mayor fondo de garantía para ayudar a los jugadores que no reciben los salarios de los clubes que se encuentran intervenidos por problemas financieros.
La temporada comenzará el fin de semana del 20 y 21 de agosto.
La AFE tuvo el apoyo de cien jugadores de la elite del fútbol español en el hotel en Madrid donde se celebró la reunión.
El capitán de la selección española y del Real Madrid, Iker Casillas, y el del Barcelona, Carles Puyol, estaban entre los presentes. También había representantes de Francia, Alemania e Italia, entre otros, para mostrar su apoyo.
"Hay que ser solidario con la gente que la está pasando mal y nosotros estamos apoyándolos a muerte", manifestó Casillas a periodistas. "A día de hoy lo que sabemos es que no se juega y está muy difícil".
Rubiales dijo que los futbolistas habían estado negociando con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) una serie de medidas de protección para jugadores que ya están en vigor en otras ligas europeas pero no en España.
"Es lamentable. Estamos en el último lugar de Europa. No queremos más dinero, queremos que los clubes cumplan nuestros contratos", dijo Rubiales.
"No queremos medidas paliativas. Hemos presentado propuestas que existen en Holanda, Alemania, Francia e Inglaterra que son preventivas. En estos países, si un club no demuestra que va a pagar, no compite", agregó.
Rubiales indicó que a pesar de las extensas negociaciones, la LFP había impuesto un nuevo acuerdo a comienzos de agosto que los jugadores rechazaron.
"Ya basta. Esto no significa que nos neguemos a negociar más.
Lo haremos si es por el bien de los jugadores y del fútbol en general", dijo.
"Pero la liga no comenzará hasta que se firme un nuevo convenio colectivo", aseguró.
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