El ex conductor de Sporting Gijón iba a ser presentado el viernes como nuevo entrenador del equipo valenciano en su intento de regresar a la primera categoría del fútbol español.
Nacido el 28 de agosto de 1957 en el pueblo de El Astillero, en Santander, Manolo Preciado se convirtió en la última década en uno de los entrenadores más carismáticos del medio ibérico. Como jugador actuó de central y se formó en las categorías filiales de Racing de Santander, para debutar con el primer equipo en la temporada 1977/78.
Con el "verdiblanco" sufrió un descenso y luego disfrutó de un ascenso antes de cambiar de camiseta. Sucesivamente, jugó en Linares, Mallorca, Alavés y Ourense, para acabar su carrera en la Gimnástica de Torrelavega.
Como técnico profesional, inició su trayectoria en el Racing de Santander en la temporada 2002/03.
Ese año ya dio muestras de su fuerte personalidad y presentó su dimisión tras la compra del club cántabro por parte de Dmitry Piterman, ante la intención del polémico empresario ucraniano de ejercer también de entrenador.
En la campaña 2003/04 condujo al Levante a la primera categoría del fútbol español. A pesar de ello, Preciado no continuó al frente del club levantino y firmó por el Real Murcia, de la segunda categoría, aunque fue destituido en la decimotercera jornada del campeonato.
En la temporada 2005/06, regresó a Primera División para entrenar de nuevo al Racing de Santander. A falta de cuatro jornadas para terminar la competición, presentó su dimisión al no verse capaz de salvar al equipo del descenso.
En 2006 acometió la mejor época de su carrera al firmar por el Sporting de Gijón para intentar el ascenso tras nueve temporadas militando en la segunda categoría.
Con el equipo asturiano logró el ascenso en la temporada 2007/08. Además se ganó el ilimitado afecto de su hinchada y sus jugadores, convirtiéndose en un auténtico ídolo en la ciudad, por delante de los propios futbolistas.
A mediados de la temporada 2011/12, su sexta al frente del equipo, fue destituido como entrenador del Sporting, lo que provocó manifestaciones masivas de rechazo al despido entre la afición.
También los futbolistas salieron en defensa del entrenador, pero la decisión ya estaba tomada. Finalmente, el Sporting descendió con Javier Clemente en el banquillo.
Conocido por su fuerte temperamento y nobleza, consiguió que sus equipos practicaran un fútbol vistoso y atrevido a pesar de su modestia.
Durante los últimos meses que estuvo sin trabajar, Preciado se dedicó a visitar los entrenamientos de colegas como José Mourinho, técnico del Real Madrid, o Josep Guardiola, del Barcelona, para estudiar nuevos métodos de trabajo y continuar su carrera como entrenador, ahora abortada súbitamente.
Infobae
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