Un buen partido y un triunfo incontestable reactivaron al Atlético de Madrid en las alturas de la clasificacióncon un encuentro completo, serio y eficaz frente al Espanyol, al que manejó de principio a fin, con dos goles de Tiago Mendes y Mario Suárez y con un control casi absoluto.
Una victoria indispensable para su reacción y para seguir decerca la estela de los primeros puestos de la tabla. Fue este domingo el Espanyol, que aguantó hasta el minuto 42 con rendimiento defensivo y las paradas de Kiko Casillas, pero que terminó los 90 minutos sin puntos y sin apenas ocasiones. Atlético asumió la responsabilidad del duelo desde el inicio en el que en cuatro minutos arrinconó a su adversario. El equipo blanquiazul contuvo la ambición del Atlético hasta el minuto 42. Tiago el que puso la testa, a pase de Gabi, para transformar el 1-0 para el final del primer tiempo.
La ventaja, perseguida por el equipo rojiblanco y merecida después por oportunidades, fútbol e intención sobre la portería contraria, tampoco modificó el diseño del encuentro para la segunda mitad, que comenzó con las lesiones de Tiago y Sergio García y prosiguió sin sobresaltos para un Atlético solvente también en defensa, con buen despliegue de los uruguayos Diego Godín y José María Giménez. Todo seguía igual a falta de media hora, cuando Sergio González metió más artillería en el campo: la velocidad de Montañés y la capacidad goleadora de Cristian Stuani, nuevos recursos para potenciar un ataque prácticamente inofensivo hasta ese momento, frenado siempre lejos del área por la habilidad defensiva local.
No tardó mucho más el Atlético en zanjar el resultado, a través de un saque de esquina de Koke, con un toque en el segundo palo de Giménez y el empujón definitivo de la pelota de Mario Suárez a menos de un metro de la línea.
La sentencia para un triunfo convincente y necesario del equipo rojiblanco en su persecución del liderato de la clasificación.
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