El Sevilla se impuso por 2-0 en la ida de los cuartos de final de la Copa, una buena renta ante el Mirandés, único equipo de Segunda que queda en el torneo y que se mostró sin complejos, aunque no tuvo fuerza en el ataque y el conjunto local logró en la prolongación un segundo tanto que le hizo respirar.
Los sevillistas nunca estuvieron fluidos, pero sí gozaron de muchas más ocasiones de marcar que el rival, aunque la falta de acierto hizo que no lograra el segundo tanto hasta el último lance del choque.
El Sevilla dispuso de un equipo renovado en relación al que le ganó el pasado sábado al Málaga (2-1).
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