viernes, 17 de marzo de 2017
Celta llega a cuartos de Europa League con clase
El Celta ya está en los cuartos de final de la Europa League, que hoy viernes se sortearán en Nyon. El equipo vigués, que ha alcanzado por cuarta vez en su historia esta ronda en una competición continental,
lo hace por la puerta grande, después de imponerse al Krasnodar ruso tanto en la ida como en la vuelta.
Si en Balaídos lo hizo por 2-1 gracias a un gol ‘in extremis’ del francés Beauvue, ayer lo logró con suficiencia, por 0-2, con dos dianas de dos jugadores gallegos, Hugo Mallo y Iago Aspas, quienes reflejaron la mayor calidad del conjunto del ‘Toto’ Berizzo.
El Celta no solo ganó, también mostró su mejor cara, la de un equipo que no ha parado de crecer en los últimos años y que ha conseguido un grado de madurez que le ha servido para presentar su candidatura al título.
El Celta supo sufrir cuando le tocó y sentenciar cuando tuvo ocasión de hacerlo. El 2-1 de la ida apenas le servía de flotador, pues un gol le enviaba a la calle. Por eso, salió desde el inicio muy metido en el partido, sin apenas conceder ventajas a su rival, un Krasnodar entusiasta pero con escasas ideas en su juego. Pione Sisto tuvo una gran ocasión para encauzar la eliminatoria en el minuto 14, pero el paradón del meta local le privó del gol.
El Celta no pasó por agobios hasta que dejó de tener la posesión del balón, lo que le ocurrió en el último cuarto de hora de este primer período. Pereira, Martynovich y Claesson tuvieron sus opciones, pero las desaprovecharon y con 0-0 se llegó al descanso.
En la reanudación, el Celta no tardó en desnivelar la balanza. Fue en el minuto 51 cuando un centro de Guidetti lo remató dentro del área Aspas. El balón lo despejó un defensa y llegó a Hugo Mallo, quien con un potente y colocado chut lo alojó dentro de la red. El 0-1 fue prácticamente definitivo, pues si bien el Krasnodar apretó el acelerador con la entrada al campo de Joaozinho y Laborde, el Celta supo nadar y guardar la ropa. Tanto que acabó marcando un segundo gol, obra de Iago Aspas, que superó con un chut en vaselina al portero en su desesperada salida. El equipo ruso, que perdería a Kaboré por doble amonestación, entregó definitivamente las armas ante un Celta que sigue soñando con hacer algo grande en Europa.
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