Espanyol sale del descenso gracias a su intensidad ante el Celta
El Espanyol derrotó al Celta en Cornellá-El Prat con un gol de Sergio García en el minuto 24 y salió de los puestos de descenso tras un duelo, y sobre todo una primera mitad, con una intensidad inusitada ante un rival directo por la salvación, casi sin opciones ante la avalancha local.Nadie salió a especular en Cornellá-El Prat. Iago Aspas y Roberto Largo dieron los primeros avisos al Espanyol en su estadio, mientras que los locales respondieron con los pases al espacio de Verdú y la movilidad de sus delanteros. La defensa de Paco Herrera tenía problemas para frenar las distintas opciones de ataque del rival.
Pero todas sus ocasiones, como un remate de cabeza de Sergio García o un tiro de Verdú desde el punto de penalti, ambas a pase de Stuani, se iban por mucho ante la desesperación de su afición. En todo caso, la iniciativa y la presión eran del Espanyol y por insistencia llegó el premio para los catalanes. Fue en el minuto 24.
La receta era la misma que antes: excelente presión de Javi López en el lateral derecho para frenar y robar una peligrosa contra del danés Kron-Dehli, asistencia muy medida de Stuani, con máscara protectora por una fractura en el pómulo, a Sergio García, quien solo tuvo que empujar a la red para poner el 1-0 en el marcador.
El Espanyol dio un paso atrás tras verse por encima. La prioridad era defender y la intensidad en la recuperación disminuyó. El Celta, por su parte, buscaba el empate pero sin perder el orden táctico. El equipo vigués tenía dificultades para conectar con Iago Aspas, su referencia en ataque y su futbolista más determinante hasta ahora.
Justo en los minutos previos al descanso, los dirigidos por el mexicano Javier Aguirre aceleraron y pudieron sorprender con una volea muy elevada de Stuani, solo ante el meta. En la reanudación el uruguayo tuvo otra ocasión clarísima, aunque Varas paró su remate de cabeza. Salvo algún despiste defensivo, nadie corría riesgos atrás.
La presencia del Celta en el área de Casilla era limitada. Sólo una falta de Iago Aspas en el minuto 53 inquietó al tarraconense, aunque su disparo se fue desviado por la derecha. El equipo de Paco Herrera se fue creciendo y examinaba a Kiko Casilla, aunque sin demasiado peligro, con regularidad. El meta se mostró muy seguro.
Alertado por la posibilidad de perder tres puntos ante un rival directo, el Espanyol buscó el segundo. Y estuvo muy cerca gracias, de nuevo, a las combinaciones arriba y las rápidas recuperaciones. Las asistencias de Verdú, precisamente fichaje de Herrera cuando era director deportivo blanquiazul, eran letales para su defensa.
El pulso estaba en tablas pero el tiempo se le agotaba al Celta, que usó todos sus cambios en el minuto 71 buscando una reacción. El criterio arbitral desesperó a ambos equipos y la crispación de la grada contagió al juego de Celta y Espanyol. Balones largos, idas y venidas y poco control en el centro del campo: un partido roto.
En los minutos finales la insistencia del Espanyol dejó sin opciones al rival. Los blanquiazules querían más que nunca salir del descenso y lo demostraron hasta el último segundo del descuenta. Al final, se llevaron el premio y siguen su escalada hacia la permanencia a costa del Celta. Un nuevo logro de la era Aguirre.
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