Un partido sensacional del francés Kevin Gameiro y cuatro goles, uno suyo (59’), uno de Saúl Ñíguez (17’), uno de Antoine Griezmann (25’) y uno de Fernando Torres (86’), propulsaron al Atlético de Madrid en su eliminatoria contra el Bayer Leverkusen, ya casi sentenciada por el despliegue ofensivo del equipo rojiblanco.
Su ataque, liderado por Gameiro, fue imparable para el conjunto alemán y el resultado final, un 2-4, es muy bueno, con la vuelta pendiente en el Vicente Calderón, pero, a la vez pudo ser incluso mejor, por ambición, ocasiones y fútbol de un Atlético que lo tuvo todo para golear, pero que concedió dos tantos, Bellarabi (48’) y Savic, en propia puerta (67’), en su retaguardia.
El plan del Atlético surgió perfecto. Cada movimiento imaginado, diseñado meticulosamente, lo ejecutó en el comienzo del encuentro. Lo tenía claro el equipo rojiblanco, que combatió las virtudes de su rival, el robo de balón en el medio y el contragolpe.
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