jueves, 15 de mayo de 2014

El Sevilla gana su tercer título en la Europa League

Sevilla logró su tercer título de Europa League (2006 y 2007) al derrotar por penales ayer en Turín a Benfica, que sumó su octava final continental perdida, sin poner fin a la maldición que le persigue desde su último triunfo internacional hace más de 50 años.
Tal como hace siete años en Glasgow, cuando logró su segunda Liga Europa (entonces Copa de la UEFA) ante el Espanyol, volvió a tener al frente la tanda de penales y se llevó su tercer título de campeón de este torneo.
El equipo español fue menos que el Benfica, que no supo transformar en gol las numerosas ocasiones que tuvo y que lo pagó muy caro en la lotería de la tanda de penales.
Los pronósticos daban como favorito al equipo luso que dirige Jorge Jesús, que se presentó en la final después de eliminar a rivales de peso como el Tottenham inglés o en las mismas semifinales a Juventus, pero porque además llegaba como campeón de la Liga local, de la Copa de la Liga y clasificado para jugar también la final de la Copa de Portugal.

La lotería de los penales
Tras 120 minutos sin goles (0-0), entre tiempo reglamentario y prolongación, el partido llegó a los penales, ganando el Sevilla por 4-2, gracias a su portero portugués Beto, que adivinó los lanzamientos del paraguayo Óscar Cardozo y del hispano-brasileño Rodrigo, antes de que el francés Kevin Gameiro anotara el decisivo para el equipo español.
Con este tercer título, tras los logrados en 2006 y 2007, el Sevilla iguala el récord de títulos del torneo, que comparte con Juventus, Liverpool e Inter de Milán.
Para el Sevilla anotaron sus penales el colombiano Carlos Bacca, el camerunés Stephane Mbia, Coke Andújar y el francés Kevin Gameiro, sin fallar ninguno, mientras que para el Benfica anotaron los suyos los brasileños Lima y Luisao, fallando Cardozo y Rodrigo, sin que se tuviera que lanzar el quinto

LA MALDICIÓN DE GUTTMAN SE COBRA UNA FINAL MÁS
La derrota de ayer del Benfica ante el Sevilla supone su octava final europea perdida de forma consecutiva, una mala racha que se alarga desde 1962, cuando los lisboetas ganaron la Copa de Europa.
Después de vencer en la máxima competición dos años seguidos (1961 y 1962), el club portugués más laureado del país no ha logrado ningún entorchado continental.
Claudicó en la final de las Copas de Europa de 1963 (Milan), 1965 (Inter), 1968 (M. United), 1988 (PSV Eindhoven) y 1990 (Milan); y perdió en las finales de Liga Europa -o Copa de la UEFA- disputadas en 1983 (Anderlecht), 2013 (Chelsea) y 2014 (Sevilla).
Esta concatenación de resultados mantiene viva la maldición de Béla Guttman, DT húngaro que lideró al equipo en los dos títulos seguidos (61 y 62) y que al abandonar el club, porque no le subieron el sueldo, dijo: “Benfica no volverá a ser campeón europeo en 100 años”, maldición que lleva vigente más de la mitad.
Él mismo fue víctima de su maleficio. En 1966 regresó y fue eliminado de la Copa de Europa en cuartos de final.

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