Osasuna llegó a Cornellá-El Prat como un equipo nefasto a domicilio, pero se llevó los tres puntos del estadio catalán y arrebató el sueño europeo al Espanyol, con dos goles de Lamah y Nekounam al final del primer tiempo y al principio de la segunda parte.
Hasta entonces el Espanyol, que sumó su segunda derrota en casa, había marcado el ritmo. Pero dos acciones puntuales rompieron su desparpajo. De nada sirvió el 1-2 de Álvaro: el cuadro pamplonés se limitó a dormir el balón y a esperar el pitido final del árbitro.
El eslovaco Weiss fue el que arrancó los primeros aplausos en el minuto 10 con sus carreras eléctricas por la derecha. Hasta entonces, pocas llegadas por parte de ambos equipos, pero el engranaje ofensivo local ya adquiría más ritmo. Verdú abría espacios y Álvaro ponía a prueba a los centrales rojillos Rubén y Miguel Flaño.
Lamah daba el primer aviso de Osasuna con un tiro desde la frontal. El disparo del marfileño, tímido y fácil para Cristian Álvarez, era todo lo que había hecho su equipo en el primer cuarto de hora del encuentro. El Espanyol mandaba: salida de balón, peligro por las bandas y amenaza constante al bloque pamplonés.
La intensidad local bajó a la media hora y los de Mendilibar tenían más presencia. Nekounam sorprendió a la zaga local tras rematar un centro desde la derecha de Cejudo. El iraní se llevó las manos a la cabeza, pero en pocos minutos estaría celebrando el gol de Lamah, que rompía los esquemas del Espanyol antes del descanso.
El 0-1 empezó con una pérdida del mexicano Héctor Moreno en el círculo central. Raúl García, muy atento, rompió las líneas locales con un excelente pase interior y el delantero marfileño superó por velocidad y potencia a los dos centrales. Cristian Álvarez no alcanzó el tiro raso y por la izquierda del marfileño.
Las cosas no podían ir mejor a Osasuna. Nekounam, a los seis minutos de la reanudación, rompió el partido con un latigazo desde 20 metros, imparable para el portero blanquiazul. Un frenazo tremendo a las aspiraciones del equipo catalán, pero Álvaro, sin mucha fortuna en sus anteriores ocasiones, lo solventó rápido.
El punta, de 20 años, peinó de espaldas un centro de Verdú desde la izquierda. El meta no adivinó su plan: salió a destiempo y facilitó el 1-2. El partido estaba al rojo. El árbitro, que en el 57 anuló un gol de Raúl García por fuera de juego, no vio unas posibles manos en el área de Flaño en el 64 tras un disparo de Weiss.
Espanyol buscaba el empate con las incursiones del eslovaco, los tiros lejanos de Verdú, muy vigilado por los de Mendilibar, y la movilidad de Álvaro. Osasuna, sin embargo, dormía el partido y miraba el reloj. El 1-2 le bastaba. Supone tres puntos que rompen unos registros nefastos a domicilio y le acercan a Europa.
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