El Granada ha frenado la racha de once partidos sin perder que encadenaba el Athletic hasta este domingo y, gracias a un precioso gol de Íñigo López, ha alimentado la suya hasta los cuatro encuentros sin caer derrotado, si confirma su triunfo ante el Mallorca en el choque suspendido en su día.
El equipo de Fabri, que puede sumar 10 puntos de 12 posibles, ha ahondado en la herida que le están infligiendo al Athletic está temporada en San Mamés los equipos recién ascendidos. Dos de ellos, Betis y Granada, se han llevado los tres puntos de La Catedral y el tercero, el Rayo Vallecano, sumó un empate que mereció ser victoria.
A pesar de que el conjunto de Marcelo Bielsa se ha pasado todo el partido percutiendo sobre la defensa rival, el triunfo visitante no se puede considerar injusto o inmerecido.
El Granada aguantó primero las oleadas locales, a la media hora se adelantó en su única ocasión de la primera parte, una jugada de estrategia bien puesta por Martins y espléndidamente rematada por Íñigo López, y en la segunda mitad, así como pudo recibir el empate también pudo lograr el 0-2 en varias contras muy bien montadas.
Con este resultado, el conjunto andaluz sale de los puestos de descenso y el vasco pierde una buena ocasión de acercarse aún más, o incluso meterse ya de lleno, en la zona europea.
El Athletic buscó la iniciativa desde el principio, pero, aunque la consiguió, apenas logró generar peligro sobre el área de Roberto, quien en el minuto 15 tuvo que ser atendido por molestias musculares.
Nada más recuperarse, el meta gallego pasó por su mayor momento de apuro de toda la primera mitad, un remate con el que Susaeta finalizó una preciosa combinación con Iraola y De Marcos que abortó uno de sus defensas.
Un remate a la media vuelta de Llorente, que se le fue alto al ariete internacional, dio dos minutos después paso a un rato de insistencia local y sólida defensa visitante hasta que Herrera enganchó un buen disparo desde la frontal que contrarrestó Roberto, firme y bien posicionado.
En medio de la persistencia rojiblanca por intentar abrir el marcador, llegó el gol del Granada, hoy de blanco. Fue con un espléndido cabezazo de Íñigo López, a saque de córner de Martins. El defensa se elevó sobre la cobertura local y alojó el balón junto al palo, adonde no pudo llegar Iraizoz.
Varias jugadas locales antes del descanso por las bandas, primero por la derecha y después por la izquierda, pusieron a prueba a los defensores visitantes, que empezaron a tener problemas. En especial los laterales, tarjeteados por dos duras entradas, como también el pivote Yebda.
En el descanso, Marcelo Bielsa movió ficha. Dejó a Aurtenetxe en los vestuarios, colocó a Gabilondo de interior, a Muniain junto a Herrera y retrasó a De Marcos al lateral para que ayudase más por fuera de lo que pudo hacer en la primera mitad por dentro.
No le sirvió de mucho al Athletic ese cambio, ya que el choque siguió en la misma línea, incluso con el Granada buscando más el contragolpe. En dos de ellos, de Franco Jara y Mikel Rico, avisó de sus intenciones, y en el tercero, una carrera en la que el centrocampista se plantó solo ante Iraizoz, casi logró el 0-2. Pero disparó fuera desde la frontal.
No obstante, también el Athletic tuvo sus ocasiones, casi todas a balón parado. Y especialmente desde que David López sustituyó a Herrera. En dos lanzamientos del riojano Roberto lo pasó mal para despejar el peligro y a Gabilondo se le marchó fuera un cabezazo llegando desde su banda.
Un enfrentamiento entre los banquillos, que no pasó a mayores, dio paso al último asedio rojiblanco, infructuoso a pesar de una ocasión casi inmejorable de Susaeta en el minuto 93. Aunque no le paró nadie en un incorporación al área, bajo palos esperó de nuevo, firme, Roberto.
Ya en la última jugada, Geijo pudo marcar el 0-2, pero Iraizoz le ganó la partida en el mano a mano.
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