Más de 20 mil personas se reunieron en el estadio rojiblanco para dar la bienvenida al goleador.
No es una tarea sencilla la que espera al centrodelantero David Villa en el Atlético de Madrid, que lo contrató para ocupar la plaza que en su momento correspondió a Fernando Torres, Sergio Agüero o, más recientemente, Radamel Falcao García.
Visiblemente emocionado por semejante recibimiento, Villa sólo atinó a decir: “gracias por darme tanto cariño. Muy feliz desde que se anunció el fichaje, incluso desde que los dirigentes del club se pusieron en contacto con mi agente. Es un honor entrar en un club como éste. Quiero dar lo mejor de David Villa”.
Un grande en horas bajas es el Atlético de Madrid, que es el tradicional rival del poderosísimo Real Madrid en la capital española, pero el poderío económico del FC Barcelona ha dado lugar a que la principal polarización de los aficionados se presente cuando se miden los madridistas y los catalanes. Es el clásico, derbi que le dicen en España, de esa nación europea.
Así, los atléticos deben remar contra sus propias dificultades económicas y la posibilidad de perder a sus estrellas en cuanto éstas afloran.
Villa sabe que, probablemente, después del estadio Vicente Calderón, no habrá otra tribuna que lo halague, mime y tenga por ídolo, pues tiene 31 años y el fútbol de primerísimo primer nivel se suele acabar a los 33 o 34 años, cuando un hombre es joven para la vida y anciano para el deporte profesional.
Su presentación en sociedad causó conmoción. Será una de las principales cartas del técnico argentino Diego “El Cholo” Simeone, quien llevó a los “colchoneros” a obtener tres títulos en una temporada y media, récord absoluto para el club.
530 partidos lleva jugados el delantero asturiano en clubes de la Primera división española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario