Saúl Ñíguez, centrocampista del Atlético de Madrid, lideró el triunfo contra el Bayern, en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, con mucho más que un golazo, porque es una valiosa ventaja, más convicción para el equipo y la consolidación de un centrocampista total.
“Golazo”, “golazo”... La misma palabra era repetida una y otra vez en cada declaración de sus compañeros al término del duelo. “Ha sido un gol fantástico”, insistía en sala de prensa Pep Guardiola, el entrenador rival, que ya conocía a Saúl: “Lo había visto, sí, sí. Es un gran jugador. El fútbol español tiene otro gran talento”.
Era el nombre de la noche y es el del día siguiente, ayer fuerzas en el gimnasio de la Ciudad Deportiva de Majadahonda, después de un encuentro en el que recorrió 11,008 kilómetros, lanzó dos tiros a portería, más que nadie de su equipo y el segundo de todo el choque, sólo superado por Arturo Vidal, fue el que más faltas cometió, tres, y marcó el golazo en el minuto 10. Le perseguía el brasileño Thiago Alcántara, al que dejó atrás para encarar y desbordar después, casi a la vez, con un regate a Juan Bernat y Xabi Alonso. “Es una jugada que tengo un poquito de fortuna, que dos balones divididos llego justo antes que el rival”, expone Saúl, que, tras sortear esos contrarios, entró en el área.
“Ahí veo que Alaba se está echando para atrás y cuando me la coloco para la pierna izquierda ya tenía entre ceja y ceja la portería”, añade el centrocampista. En ese momento, Diego Simeone no vio más: “Se ve que sale muy bien del regate, le hace tener potencia para seguir, en el uno contra uno es muy bueno y, cuando salió del último regate, ya no vi más. Me imaginé el tiro”.
Y el disparo, con la zurda, junto al poste, fue gol, el único del Atlético contra el Bayern Múnich, pero un botín mayúsculo entre la igualdad que se prevé en Alemania en el duelo de vuelta. El tanto “más importante” de Saúl, que ha hecho otros golazos, como una chilena al Real Madrid el pasado curso, pero no en unas semifinales. “Sabemos que hemos dado un pasito, pero no está nada hecho”, advirtió Saúl al borde de la medianoche en el Vicente Calderón, donde recibió las felicitaciones de todos. “Fue un golazo, muy bonito, lo ha hecho él solo y muy bien”, decía ayer su compañero Yannick Carrasco después del entrenamiento matutino en Majadahonda.
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