Deportivo de La Coruña se apoyó en Riki para conseguir el primer triunfo en su vuelta a la élite, ante el Atlético Osasuna (2-0), al que el portugués Nélson Oliveira dio la estocada definitiva en el descuento con un golazo.
Riki fue el delantero que, tras fallar goles claros en el partido que certificó el descenso del equipo en 2011, ante el Valencia, se comprometió a quedarse en Segunda.
Como en aquella triste cita, 457 días después, al delantero madrileño le salió cruz en la primera parte, en la que falló un penalti, pero en la segunda, en la que se hizo esperar unos minutos cuando el resto de jugadores ya estaba en el terreno de juego, se quitó la espina con un disparo ajustado que encarriló la victoria.
El equipo gallego volvió a pisar el césped de Riazor en Primera con solo seis jugadores de los que descendieron en 2011 y lo hizo sin desentonar en los primeros minutos del partido, en los que rozó el gol con un disparo del portugués Pizzi que rebotó en el larguero de la portería de Osasuna.
El técnico José Luis Oltra utilizó el mismo once que le había dado resultado en el último partido de la pretemporada, ante el Atlético de Madrid en el Trofeo Teresa Herrera, y el equipo quiso el balón, pero en defensa transmitió una sensación de fragilidad que Osasuna no aprovechó en sus acercamientos a los dominios de Daniel Aranzubia.
El Deportivo, que había empezado el partido con intensidad, se apagó, especialmente en las bandas, en un Riazor que protestó por los horarios de la jornada con pancartas, una pitada general en el minuto 12 y el silencio de los Riazor Blues hasta el segundo tiempo.
Sin brillantez pero con persistencia, Osasuna fue a más y, antes de la media hora de partido, Joseba Llorente obligó a lucirse a Aranzubia, que despejó con apuros su remate de cabeza en un saque de esquina, y volvió a acercarse con un disparo de Nino desde la frontal que se marchó a la izquierda del portero.
El encuentro se reanimó en los últimos minutos del primer acto, en los que el Deportivo pidió penalti por una caída de Riki ante Loé y Osasuna respondió con un remate de Cejudo que no encontró portería.
En el descuento, Fernández Borbalán sí castigó con penalti el contacto de Miguel Flaño y el portugués Bruno Gama, pero el poste repelió el disparo de Riki.
La suerte que le faltó al madrileño en esa acción le acompañó en el arranque del segundo tiempo, ya con el apoyo de los Riazor Blues, cuando recogió un balón en la banda izquierda, recortó a Flaño y encontró un hueco entre Andrés Fernández y el poste para adelantar a los deportivistas.
Osasuna intentó recomponerse, reclamó una mano de Bruno Gama en el área y llegó a inquietar al Deportivo con la entrada del belga Roland Lamah, pero perdonó a los coruñeses, que resistieron y sentenciaron en el descuento con una vaselina de Nélson Oliveira tras una gran acción personal.
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