domingo, 5 de agosto de 2012
Llorente empieza a cobrar factura por su indecisión
El proceso de renovación de Llorente saltó a la grada. Después de un año de negociación, el futbolista continúa sin contestar a la oferta que le hizo conocer el Athletic. El asunto salpicó hasta los aficionados abriéndose un nuevo escenario. El retraso en la firma animó a la participación del público, que el jueves no se contuvo en San Mamés. Buena parte de la hinchada pitó al delantero en cuanto saltó al campo. Los pitos se repitieron cuando perdió un balón en el área o cuando un amplio sector del público (más numeroso que los indignados) aplaudió los movimientos del internacional. La continuidad de Llorente entró en una dinámica peligrosa porque ni el futbolista ni el club pueden permitirse que cada partido se produzca un plebiscito. en La Catedral
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