Granada y Espanyol seguirán una jornada más en puestos de descenso en la liga española al empatar (0-0) en Los Cármenes en el debut del mexicano Javier Aguirre en el banquillo barcelonés, en un encuentro que fue más divertido de lo que refleja el marcador, pero en el que ambos equipos demostraron una alarmante falta de puntería.
Los locales llevaron el peso del choque ante el conjunto del técnico mexicano, que apenas demostró mejoría respecto a anteriores jornadas con el argentino Mauricio Pochettino como entrenador pero que pudo llevarse el triunfo si no hubiera sido por tres fenomenales acciones del meta Toño.
La primera parte estuvo cargada de imprecisiones aunque fue entretenida, con ocasiones clarísimas para los dos equipos, sobre todo para el Granada, muy dominador en el arranque ante un Espanyol muy apagado al comienzo que mejoró con el paso de los minutos.
Tras los tempraneros intentos del nigeriano Ighalo y del rumano Torje, estrellados ambos en defensas rivales cuando estaban en franca posición para marcar, Borja Gómez desperdició la mejor opción rojiblanca al cabecear alto cuando estaba solo en el área pequeña a la salida del quinto córner lanzado por los locales en 18 minutos.
Ighalo, el mejor de largo de la primera parte, volvió a aparecer en un par de espléndidas jugadas personales, la primera abortada por Cristian Álvarez y la segunda no rematada por milímetros por el marroquí El Arabi en boca de gol.
El Espanyol llegó poco pero también de forma clarísima y a balón parado. A los 23 minutos con un remate del argentino Forlín que sacó milagrosamente con un pie Toño y al borde del descanso con un remate, a un metro de la portería, de Stuani que volvió a encumbrar a Toño.
La segunda parte fue más igualada, aunque el dominio siempre fue de los andaluces, imprecisos y cada vez con más prisas conforme avanzaba el partido ante un equipo catalán que dio claras muestras de conformarse con el empate.
El desconcertante Wakaso marró un mano a mano ante Toño tras pifia garrafal del brasileño Siqueira, poco antes de que Baena disparara mal desde lejos a portería vacía en una acción polémica, ya que el senegalés Diakhaté estaba en el suelo lesionado.
Ighalo y Torje siguieron acaparando las principales acciones ofensivas de un Granada menos lúcido que en la primera parte pese a la entrada desde el banquillo del galo Brahimi tras superar una lesión.
Con el Granada volcado en busca del gol de la victoria, el recién entrado Jaime Romero dispuso de las dos últimas ocasiones, pero en ambas pecó de inocente y se topó con un seguro Cristian Álvarez, que también voló para sacar la falta directa de Dani Benítez en el tiempo añadido.
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