Levante cayó en los octavos de final de la Liga Europa ante el Rubín Kazán (2-0), que marcó sus dos goles en la prórroga tras un partido muy parejo que parecía destinado a la ruleta rusa de los penaltis.
Dos goles, uno en la primera parte de la prórroga del venezolano Rondón, y otro del ruso Dyadyun en la segunda, cortaron en seco las esperanzas levantinas en el partido más importante en sus más de cien años de historia.
Fue un partido atípico que se disputó en un estadio fantasma, ya que apenas unos cuantos centenares de aficionados animaban a los futbolistas en unas instalaciones que acogieron en 2008 la final de la Liga de Campeones con capacidad para casi 80.000 espectadores.
El técnico levantino, Juan Antonio Martínez (Jim), apostó por el delantero italiano Acquafresca como punta de ataque en sustitución del nigeriano Oba Martins, aunque sorprendentemente dejó en el banquillo a Pedro López.
Mientras, el ruso Kurbán Berdíev decidió arriesgar más de lo habitual y entregó la titularidad al ruso Kasáev, uno de los jugadores más desequilibrantes de los locales.
El general invierno estuvo ausente durante todo el partido, ya que las temperaturas rondaron los cero grados, aunque la pista de atletismo del estadio olímpico Luzhnikí estaba totalmente cubierta de nieve.
Como había adelantado el español Iván Marcano, el equipo tártaro salió empujando desde el principio,
Sea como sea, la primera ocasión clara la tuvo el conjunto valenciano tras una buena jugada elaborada por Iborra y culminada por el marroquí El Zhar con un blando remate de cabeza que fue detenido sin muchos problemas por el portero local.
El delantero venezolano Rondón, antiguo jugador del Málaga, protagonizó el primer susto para el Levante a los 20 minutos tras recibir un pase largo en el corazón del área, pero su disparo salió muy alto.
Mediada la primera parte ya quedó claro que el partido se decidiría por un fallo aislado, aunque, a decir verdad, los visitantes lo intentaron con más ahínco, especialmente Rubén García, que no dejó de intentarlo desde la izquierda, aunque nunca pudo conectar con Acquafresca.
Orbaiz, exjugador del Athletic de Bilbao, intentó sorprender a Navas desde fuera del área, pero fue el turco Karadeniz quien tuvo en sus botas el gol pero ante la salida desesperada del portero español se llenó de balón y su vaselina se fue muy alta (minuto 33).
En los últimos minutos de la primera parte los rusos encerraron al Levante, pero los centrales Navarro y Ballesteros se mostraron inexpugnables en el césped artificial del estadio moscovita.
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En la segunda parte, los futbolistas de ambos equipos parecieron más decididos a adelantar líneas ante la amenaza de repetir el empate a cero goles de la ida y verse condenados a disputar una tensa y agotadora prórroga.
Sólo El Zhar intentó romper el aburrimiento con un buen disparo al borde del área grande que se fue desviado por muy poco (minuto 64), tras lo que Jim perdió la paciencia y sustituyó al inoperante Acquafresca por Valdo.
La única forma de romper la igualdad era desde fuera del área y así lo intentó el israelí Matkho con un magnífico disparo, pero Navas respondió con la parada de la noche (minuto 78) y desvió el balón a córner.
Los españoles lo intentaron hasta el final, pero nada ni nadie era capaz de inmutar al equipo ruso, un paradigma de disciplina defensiva como demostraron al eliminar al campeón del torneo, el Atlético de Madrid.
En el último suspiro Rondón casi acaba con las esperanzas del Levante, tras un remate de cabeza, pero Navas de nuevo salvó a su equipo al despejar milagrosamente a córner junto al poste izquierdo de la portería levantina (minuto 88).
Terminado el tiempo reglamentario con el mismo resultado de la ida (0-0) los dos equipos se vieron obligados a continuar fajándose hasta la extenuación en un partido que se presentaba interminable.
Cuando los espectadores y taquígrafos tenían la impresión de que ninguno de los dos equipo quería ganar, Rondón aprovechó un preciso centro del israelí Katkho desde la derecha para anotar de cabeza el primer gol del encuentro (minuto 100).
Los españoles intentaron heróicamente la remontada, lo que aprovecharon los rusos para matar el partido y la eliminatoria con un segundo gol al contraataque de Dyadyun (minuto 112) que superó a Diop y cruzó el balón ante la salida del guardameta visitante.
Los rusos aprovecharon los únicos dos despistes en la marca del Levante para cogerle la espalda a la segura defensa española y clasificar a su equipo para los cuartos de final de la Liga Europa.
El Rubín demostró que le tiene cogida la medida a los españoles, ya que derrotaron al Barcelona de Messi en el Nou Camp en Liga de Campeones, eliminaron en la anterior ronda al Atlético de Madrid y ahora se han deshecho no sin dificultades del modesto Levante.
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