Granada CF logró con mucho sufrimiento su primera victoria en la liga española (2-1), propiciada por la portentosa actuación del meta Toño ante un gran Celta de Vigo, que ofreció una sensacional imagen en Los Cármenes y que gozó de ocasiones hasta para haber ganado el choque, pese a verse muy pronto con 2-0.
Granada y Celta ofrecieron una primera parte con mucho ritmo y entretenida, plagada de ocasiones y alternativas en la que las tres primeras aproximaciones claras a las áreas acabaron en gol en los veinte minutos iniciales.
El 1-0 lo firmó Siqueira al transformar en gol un claro penal cometido por Bellvis sobre Torje, mientras que el lateral brasileño, tras perfecta pared con El Arabi, sustituto en la punta de ataque rojiblanca del lesionado Floro Flores, asistió en el segundo a Torje, que solo tuvo que empujar la pelota a placer a la red.
Celta no se descompuso pese a recibir dos tantos en apenas un cuarto de hora, y se acercó en el marcador con una diana de Iago Aspas, que culminó una buena jugada personal iniciada en un garrafal fallo del central Borja Gómez.
Los vigueses pudieron empatar poco después con un disparo de Natxo Insa que sacó bien Toño y, sobre todo, con dos ocasiones seguidas de Augusto, la primera abortada en el área pequeña por un veloz Siqueira, y la segunda, clarísima, al rematar alto de cabeza cuando estaba solo en boca de gol.
Celta atacó con muchos efectivos pero dejó espacios atrás, aunque las siguientes opciones locales llegaron a balón parado con un tiro desviado de Borja Gómez, cuando estaba en franca posición para marcar, y un remate de cabeza de Borja Gómez, al que respondió bien Javi Varas.
Antes del descanso, Toño volvió a intervenir ante el cabezazo del peligrosísimo Iago Aspas y para atajar un chut lejano del coreano Park, que apenas apareció, y el árbitro perdonó a Augusto una segunda tarjeta amarilla por una falta sobre Siqueira.
El Celta salió en tromba tras el intermedio y acumuló hasta cuatro buenas llegadas en apenas diez minutos en las botas de Iago Aspas y Park, todas bien abortadas por un seguro Toño.
El equipo dirigido por Paco Herrera, primoroso con el balón, avasalló y encerró, con el paso de los minutos, a un dubitativo Granada salvado por su portero, que mediado el segundo tiempo evitó un empate cantado al salir victorioso en el mano a mano ante Iago Aspas con una gran intervención.
Los cambios introducidos por Juan Antonio Albacete Anquela refrescaron y mejoraron al Granada, que siguió a merced del Celta pero sin ver peligrar su marco y que, incluso, pudo sentenciar el choque con un contragolpe en el que El Arabi no supo definir ante Javi Varas.
Con los rojiblancos muy nerviosos y pidiendo la hora, los gallegos, con todo su arsenal en el campo pero muy cansados por el tremendo desgaste realizado, tuvieron sus dos últimas opciones en las botas de Park, pero primero remató mal y después volvió a encontrarse con un sublime Toño.
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