Real Madrid firmó su primer triunfo de Liga gracias al acierto rematador de Cristiano Ronaldo, que firmó un doblete antes de retirarse lesionado, para derrotar al Granada (3-0) en un partido plano, el día que Luka Modric enamoró al Santiago Bernabéu en su estreno como titular.
El Bernabéu vivió la resaca de la Supercopa de España. Ganar el primer título al gran rival, el Barcelona, y el desgaste que conllevó remontar la eliminatoria, rebajó la intensidad en el regreso de la Liga. Un Real Madrid plano ante un Granada ordenado. Un equipo, el de José Mourinho, necesitado de nuevas motivaciones.
Después de empatar con el Valencia y caer con imagen preocupante en Getafe, los jugadores madridistas no salieron a arrollar a su rival. Se les ve seguros de ganar a un ritmo bajo. Confiados en su calidad. Conlleva riesgos. Cualquier equipo crea problemas y sin la misma intensidad en el juego que la pasada temporada, los sustos pueden llegar.
No lo dio el Granada porque no tiene para más. Demasiado hizo con mantener el tipo y el orden. Con Iriney al mando de un grupo de jugadores que pierde el descaro en los últimos metros, con Floro Flores y El Arabi que darán alegrías a su equipo. Solo el estreno en el equipo titular de Luka Modric mantenía la expectación en el Santiago Bernabéu.
Le sobra calidad y demuestra que el fútbol del Real Madrid le va como anillo al dedo. Inteligente con el balón en los pies, siempre buscó el espacio en sus pases. Ahora hace falta que sus compañeros corran. No sólo Callejón, que como siempre se deja el alma cada vez que pisa el césped. Un pase con el exterior del pie de Modric al extremo español fue lo más vistoso del primer acto. Definió mal. Abajo. Donde Toño tuvo fácil sacar el disparo con los pies.
Con poco fútbol que echarse a la boca y las líneas del Granada juntas para evitar sustos, Cristiano hizo la guerra por su cuenta, siempre generoso en su esfuerzo. Sin una sonrisa. Ni una celebración. A los 21 minutos lo intentó con un disparo potente que no encontró puerta. Cinco después tuvo más fortuna. A pase de Callejón a su desmarque, con poco espacio soltó un zurdazo que se coló en la portería por debajo de las piernas de Toño tras desviar ligeramente en Borja Gómez.
Era el primer gol en Liga de Ronaldo. Su rostro serio y un gesto de difícil explicación. La misma falta de pasión que tenía el fútbol madridista. Incapaz de crear peligro para sentenciar pronto el duelo. Una acción aislada, en un pase largo de Marcelo a Benzema, sirvió para despertar. Karim picó el esférico y no encontró puerta.
El momento de duda no lo aprovechó el Granada. Se acercó con un buen centro de Nyom que sacó Arbeloa y una acción de El Arabi que remató Floro Flores al lateral de la red. Un cabezazo del delantero marroquí cerraba sus acciones de peligro. No remataron a la portería de Casillas y ya no tendrían más oportunidades en el partido.
Los intentos de Benzema y Cristiano antes del descanso no evitaron el murmullo del Bernabéu. La afición madridista pide otra actitud a sus jugadores. También lo hizo Mourinho en la caseta. En la reanudación hubo más compromiso. Di María aumentó el ritmo de juego y asistió a Cristiano para que cerrara su doblete. Llegó con molestias en el muslo izquierdo y al jugar sus problemas se agravaron. Se marchó lesionado a los 65 minutos.
Ya había dejado el portugués el partido sentenciado. Dos goles y una expulsión. La de Borja Gómez a la hora de partido. Era el final del partido. Modric se marchaba tras rozar su primer gol, con un disparo ajustado al palo, y la entrada de Gonzalo Higuaín dio más presencia en el área rival. No desaprovechó el argentino un pase de Benzema, que partió en fuera de juego, para cerrar un triunfo con poco brillo. El primero del vigente campeón.
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