El Málaga aprovechó el efecto Panathinaikos para llevarse los tres puntos de La Romareda en un partido sin alardes pero serio en todas las parcelas del campo, ante un Zaragoza que suma su segunda derrota en casa y que parece que volverá a sufrir esta campaña, tal y como ha ocurrido en las últimas.
El conjunto andaluz mostró su oficio y con un buen trato de balón evitó un excesivo desgaste por el partido contra el equipo griego, lo que le permitió no sufrir en el aspecto físico tras el descanso.
Si en la primera parte las ocasiones fueron parejas, tras el descanso el Málaga tuvo las más claras y el Zaragoza dio sensación de peligro tras el tanto, pero sólo por el empuje y porque el esférico rondó durante algunos minutos la zona de peligro del conjunto malacitano, pero nunca de manera rotunda.
El técnico del Málaga optó por repetir el equipo inicial del partido contra el Panathinaikos y consiguió hacerse desde el pitido inicial con el balón mientras el conjunto local presionaba buscando un robo de balón y salir con velocidad al contragolpe.
Sin embargo, ni un equipo ni otro llevaron peligro a la meta rival los primeros minutos de juego, salvo un potente remate del local Romaric desde fuera del área que conjuró el cancerbero "Willy" Caballero con una buena intervención.
A partir del minuto 20 la situación cambió y el Real Zaragoza comenzó a encontrar más espacios y combinó con acierto a la contra para llevar peligro a la meta foránea.
Una gran jugada del húngaro Adam Pinter por la banda derecha en el minuto 19 dejó "el pase de la muerte" a Romaric que éste desaprovechó al golpear mal el balón.
Tras esta oportunidad, la mejor del primer periodo, el equipo local tuvo otros dos acercamientos en los minutos 25 y 28 con Romaric, que rozó el balón de cabeza en boca de gol y con un remate de Lucas Wílchez a las manos de su compatriota Caballero, también en inmejorable disposición para haber marcado.
Cuando parecía que los propietarios del terreno acariciaban el gol las tornas cambiaron y, a partir del minuto 33, el equipo de Manuel Pellegrini fue el que gozó de tres opciones para inaugurar el marcador con Eliseu de protagonista en dos de ellas y con Camacho en la tercera, cerca del final del primer periodo.
Precisamente el jugador aragonés fue el que abrió el marcador a los diez minutos del segundo periodo en un saque de esquina, y que a punto estuvo de lograr nuevamente réditos cuatro minutos después para el Málaga con el argentino Demichelis conectando de cabeza y rechazando Roberto.
Eliseu llevó poco después nuevamente el peligro con el meta del equipo maño conjurando el peligro.
A partir de ahí un Zaragoza espoleado empujó a su rival y con casta, que no con calidad, metió durante algunos minutos al equipo andaluz en su área con varios saques de esquina y acciones de centros.
Sin embargo, una vez pasado el susto el conjunto foráneo se repuso y aguantó bien las embestidas con mucho corazón pero sin acierto del equipo maño.
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