El Real Betis, con el 1-0 logrado ante el Espanyol, se afianza en la zona alta de la tabla, a pesar de que aún tiene pendiente para el próximo miércoles el choque aplazado ante el Atlético de Madrid, todo lo contrario que los barceloneses, que no saben lo que es ganar en las primeras cinco jornadas del torneo.
El Espanyol, tras una muy mala primera mitad, reaccionó en la segunda y estuvo cerca de empatar pese a la adversidad de quedarse a los 61 minutos con uno menos por la expulsión por doble amonestación del ghanés Mubarak Wakaso, ante un Betis que, con todo a favor, no supo controlar la situación y lo pudo pagar caro.
Fue un partido en el que ambos equipos querían demostrar que están en el buen rumbo pese a algunas dudas suscitadas en el inicio de la competición, pues los béticos enseñaron muchas carencias en su hasta ahora única comparecencia en el Benito Villamarín, con la derrota ante el Rayo Vallecano, y los espanyolistas se presentaron en Sevilla con solo un punto en las primeras cuatro jornadas.
El equipo barcelonés, que estuvo dirigido desde el banquillo por su preparador físico Jesús Pérez, al estar sancionados en la grada el entrenador argentino Mauricio Pochettino y también su segundo, Toni Jiménez, salió con la intención de no dejarse apabullar y que el rival no tomara la iniciativa, pero ni el uruguayo Cristhian Stuani ni el portugués Simao Sabrosa supieron conectar con el juego que desde el centro del campo intentaron crear Sergio Tejera y Víctor Sánchez.
Los de Pepe Mel estuvieron mucho más móviles con el balón y la velocidad de Alejandro Pozuelo por el extremo izquierdo presagió desde el inicio problemas para la defensa visitante, aunque el 1-0 para los verdiblancos llegó tras una falta botada desde la derecha de su ataque que culminó el central brasileño Paulao Santos con un espléndido cabezazo imposible para el meta argentino Cristian Álvarez.
El Betis tomó el mando con el tanto a su favor y estuvo cerca de conseguir el segundo en acciones de Pozuelo o del portugués Salvador Agra, mientras que el Espanyol, con bajas significativas como las del delantero italiano Samuele Longo, por sanción, y la del centrocampista hispano-argentino Juan Forlín, con gastroenteritis, se mantuvo a la deriva, con imprecisiones en la defensa, superado en el centro del campo y con muy poca llegada ante el meta Casto Espinosa.
El problema para la formación hispalense llegó poco antes de que culminara la primera mitad con la lesión de un hombre fundamental como es Paulao, que además de aportar en ataque a balón parado es una garantía en la defensa.
La lesión del brasileño le dio la oportunidad de debutar al central franco-polaco Damien Perquis, uno de los refuerzos de este ejercicio que vio como en los inicios de la segunda parte el conjunto catalán estuvo cerca de empatar con un remate a la cepa de un poste del ghanés Mubarak Wakaso, otro al larguero de Simao y entre ambos un disparo con mucha intención de Joan Verdú.
El partido estuvo en esta mitad mucho más intenso porque el Espanyol sí se fue con descaro a por la portería adversaria y eso también propició los contragolpes peligrosos del Betis en busca del 2-0.
Los de Pochettino se encontraron con la adversidad de la expulsión en el minuto 61 por doble amarilla de Wakaso, pero eso no impidió que poco después el portugués Rui Fonte, que había entrado en lugar de su compatriota Simao, tuviera en sus botas una clara ocasión que abortó Casto.
La fogosidad visitante languideció según avanzó el partido, pero el Betis, pese a su superioridad numérica, tampoco hizo mucho para romper el choque con un segundo tanto y por ello pasó muchos apuros para mantener el 1-0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario