La Liga española, aplazada al menos una semana la fiesta azulgrana, hierve por la zona baja, tras los triunfos a domicilio de Celta y Granada, que unidos al del Zaragoza como local sobre el Mallorca convierten el descenso en un jeroglífico.
Mientras Barcelona y Real Madrid observan el torneo liguero como una cuestión secundaria, que les sirve para rotar a sus figuras, la segunda mitad de la clasificación ofrece una lucha sin cuartel.
Quedó patente en esta trigésima tercera jornada, en la que el derbi madrileño, que enfrentó al segundo y al tercero, fue tedioso y, sin embargo, el Zaragoza-Mallorca, que oponía al colista contra el antepenúltimo, vibrante.
El tramo final del campeonato se afronta sin equipos desahuciados, lo que convierte las últimas cinco jornadas en un ejercicio de supervivencia. A la hora de hacer pronósticos, ya no sirve ni la posición en la tabla ni la condición de local.
Lo comprobó el Rayo el viernes, que se encontró con un duro Osasuna, contra el que sufrió para arrancarle un empate en Vallecas (2-2).
Más sorprendente aún fue el triunfo del Granada en Cornellá. El Espanyol de Javier Aguirre llevaba cinco jornadas consecutivas invicto. El Granada de Lucas Alcaraz, nueve sin ganar. Ambos se cruzaron ayer por la mañana y salió vencedor el equipo andaluz, gracias a un tanto del exbarcelonista Nolito.
El único choque directo entre conjuntos implicados en el descenso ofreció quizá el mejor partido. Un encuentro de alternativas entre dos equipos con el agua al cuello que resolvió Rochina, en el minuto 88, para el Zaragoza (3-2).
Estos resultados obligan al Deportivo a puntuar frente al Betis, en el partido que hoy cierra la jornada, si no quiere volver a verse envuelto en problemas.
La cuarta plaza es el objeto de deseo. La Real Sociedad dio un paso al frente con su victoria sobre el Valencia en Anoeta (4-2), que deja a los primeros con cinco puntos de ventaja sobre el equipo de Ernesto Valverde y del Málaga, que reavivó sus esperanzas con una victoria (2-1) que fija al Getafe en la zona media.
Tiene mérito el conjunto que Manuel Pellegrini, que no ha bajado los brazos, pese a su polémica salida de la Liga de Campeones y a que está en manos de un recurso ante el Tribunal de Arbitraje deportivo para poder competir en Europa el próximo curso.
La trigésima tercera fecha dejó prácticamente establecidos los tres primeros puestos, pero ni eso despierta excesiva emoción.
El Barcelona no se lamenta del empate en Bilbao que retrasa el alirón, sino que festeja la recuperación de Leo Messi. Al Real Madrid le preocupa más la cita de mañana, contra el Borussia Dortmund, que ganar en el Calderón con un equipo plagado de suplentes y el Atlético se pregunta qué tendrá que hacer en la final de Copa para cambiar la racha más negra de su historia ante el máximo rival. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario