Atlético de Madrid dio un paso casi definitivo hacia dieciseisavos de final de la Liga Europa, con su decimosexto triunfo consecutivo en competición europea, logrado ante el Académica de Coimbra, al que superó con dos goles en el segundo tiempo del brasileño Diego Costa y el turco Emre Belozoglu (2-1).
El equipo rojiblanco sigue líder del grupo B, del que no se mueve con su tercer triunfo en tres jornadas, el más reciente hoy contra el conjunto portugués, que aguantó todo el primer tiempo, recibió dos tantos en el segundo, pero sobresaltó a última hora al bloque madrileño con el 2-1 en la recta final del encuentro.
El Atlético ya enlaza 21 partidos sin perder, la mejor racha de su historia sin derrotas. Y acumula once victorias seguidas en este curso, en el que ya ha dejado prácticamente resuelto uno de sus primeros retos, la clasificación para la siguiente ronda de la Liga Europa, el torneo en el que defiende el título ganado en 2012.
Hoy, en una nueva cita europea, el argentino Diego Simeone recurrió de nuevo a las rotaciones. No convocó al colombiano Radamel Falcao, el uruguayo Diego Godín, el brasileño Joao Miranda, Juanfran Torres y Mario Suárez, y dejó en el banquillo al belga Thibaut Courtois. Los seis son titulares fijos en la Liga.
Ya lo hizo en los dos anteriores duelos del torneo, ante Hapoel Tel Aviv y Viktoria Plzen, solucionados con triunfos, y lo repitió hoy en el Vicente Calderón, donde tampoco cambió el desenlace y el equipo añadió más números a su trayectoria de récord en el último año en Europa, en la que suma victoria tras victoria sin pausa.
No cede ni jugando a medio gas. Ni tampoco con dificultades para asaltar la portería contraria, como le ocurrió este jueves durante el primer tiempo, un intervalo de dominio atlético, como se preveía, pero sin movimientos en el resultado, con alguna ocasión, alguna carrera de Adrián o el brasileño Diego Costa, algún disparo lejano del turco Emre, pero sin gol frente a un rival replegado atrás.
El Académica, sin victorias en torneos europeos desde 1969 y de vuelta al fútbol internacional con la conquista el pasado curso de la Copa de Portugal, siempre fue consciente de sus limitaciones y la superioridad del Atlético. Por eso se arropó sobre su portería, con nueve futbolistas, además del guardameta, por detrás de la pelota.
Pedro Emanuel, su técnico, situó dos líneas juntas, en campo propio, una de cuatro defensas y otra de cinco centrocampistas para contener al conjunto rojiblanco, que llegó al área en el primer tiempo sin constancia, como un centro de Koke rematado por Adrián, una acción con tiro de Emre o una internada de Filipe Luis.
Insuficiente para marcharse al intermedio con ventaja, pero, eso sí, sin excesivas inquietudes, sólo un contragolpe que Wilson Eduardo malgastó con un lanzamiento inocente ante Sergio Asenjo. Fue la única oportunidad de todo el primer acto del conjunto portugués, que sólo resistió dos minutos más sin recibir gol en el Calderón.
Un saque de esquina, un toque en el primer palo y el posterior remate de Diego Costa le bastaron al Atlético para sentir la tranquilidad de un marcador favorable en el inicio de la segunda parte, que comenzó con el gol, continuó con un amenazante tiro del visitante Marinho y destapó los reflejos del portero Ricardo.
El guardameta del Académica se multiplicó entonces ante los ataques del Atlético. Primero a un trallazo de Diego Costa, después a un cabezazo de Adrián, más tarde a una media chilena del asturiano, a un zurdazo de Filipe Luis desde dentro del área... hasta que una falta directa de Emre le dejó sin respuesta.
El lanzamiento del centrocampista turco fue magnífico. Alojó la pelota a la escuadra, por encima de la barrera, ante la mirada del portero, inmóvil, sin capacidad de reacción para evitar el 2-0, aunque Cissé, con el 2-1, puso algo de emoción y nerviosismo local al tramo final de un duelo que mantiene líder de grupo al Atlético.
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