Dos goles en el último suspiro del partido, del argentino Tino Costa y el paraguayo Nelson Valdez, propiciaron una remontada para el Valencia, que perdía por 1-2 en el minuto 88 de un choque intenso, con opciones ante ambas porterías, jugado de poder a poder y el que el resultado alivia la crisis del Valencia y acrecienta la del Athletic.
Era un partido de urgencias para ambos equipos y, sobre todo, para los dos técnicos argentinos, Mauricio Pellegrino y Marcelo Bielsa. El que el Athletic estuvo muy cerca de conseguir su objetivo, aunque la circunstancia de jugar con diez hombres en los últimos veinte minutos le costó muy caro.
El Valencia, por su parte, fue un buen equipo en ataque, dispuso de muchas ocasiones para no perder antes de sus dos goles finales, pero demostró que tiene muchas limitaciones en defensa, lo que le obliga a apelar a la épica, tal y como le ocurrió ante un rival que gustó al menos hasta la expulsión de Ander Herrera.
El partido ya dio comienzo con dos claras ocasiones de gol. Primero el internacional venezolano Fernando Amorebieta cabeceó un córner muy cerca del poste de Vicente Guaita. Poco después, una contra rematada por Roberto Soldado acabó en el poste de meta de Gorka Iraizoz.
Tras esa jugada, hubo un cierto equilibrado en el juego, pero no en las ocasiones, ya que el Valencia fue más ofensivo que el equipo vasco, con un par de opciones claras de gol en las botas de Viera y Gago.
Sin embargo, en un contragolpe del Athletic llegó el 0-1, gol marcado por el exvalencianista Aritz Aduriz tras una indecisión defensiva local.
Unas claras manos de Ekiza propiciaron el empate en un penalti lanzado por Soldado. De inmediato otras manos tan claras como las anteriores, de Víctor Ruiz, no fueron castigadas con pena máxima en el área local. El partido era intenso y prueba de ello fue el segundo gol visitante, marcado de nuevo por Aduriz a la salida de un córner.
Con el 1-2, los nervios afloraron en el equipo local y el Athletic, en el que destacó Iker Muniaín, controló el partido hasta el descanso con autoridad.
Al descanso, el marcador premiaba al Athletic, que se había mostrado con las ideas más claras que el Valencia, y castigaba al equipo local que, sin jugar mal, tenía muchos problemas en defensa.
La segunda parte dio comienzo con un Valencia intenso pero impreciso y un Athletic un poco más defensivo que el primer periodo, pero con aplomo a la hora de sacar el balón, consciente de que en un contragolpe podía dejar resuelto el partido con un tercer gol.
Mediado este periodo, se produjo la expulsión de Ander Herrera, que dio una ligera patada sin balón al francés Adel Rami, lo que cambió la fisonomía del encuentro. Antes de esa jugada el Valencia ya había dispuesto de varias opciones en ataque, tras ella, se lanzó abiertamente a por el partido.
Para ambos equipos quedaba la heroica. Para el Athletic para mantener la ventaja en inferioridad y para el Valencia en su lucha por no perder ante un rival con un hombre menos.
El balón pasó a ser del Valencia y se empezó a jugar siempre cerca de la portería de Iraizoz con algunas claras ocasiones para el equipo de Mestalla ante un rival al que sólo le quedaba la opción de defender sin dejar espacios a su rival.
Finalmente, la heroica estuvo de parte del Valencia con dos goles casi al final, el primer con la diestra de Tino Costa en un rechace y el definitivo en un espectacular cabezazo de Valdez. Esa es su especialidad.
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