Real Valladolid y Real Sociedad empataron un partido en el que pudo ganar cualquiera, aunque finalmente acabó en tablas (2-2) después de que los visitantes se adelantaron en dos ocasiones a través de la inspiración goleadora del francés Antoine Griezmann.
Los locales afrontaron el duelo con la baja de su ariete titular, el angoleño Mateus Alberto "Manucho", suplido por el malagueño Javi Guerra. Éste fue el cambio principal en la alineación del Valladolid junto al de Rueda en lugar del portugués Henrique Sereno, con bronquitis.
En medio campo ninguno de los dos equipos apostó esta noche por el músculo y sí por la pausa y la calidad. Con Manucho, el Valladolid había abogado por un fútbol más directo, pero hoy con Guerra y con Álvaro Rubio se asoció bastante más.
La Real Sociedad, que estaba en una situación que podía tornarse preocupante tras dos derrotas seguidas, buscaba puntos en un estadio que casi siempre fue esquivo a sus intereses.
Tres puntos en las últimas trece salidas daban fe de las malas prestaciones del equipo que entrena Philippe Montanier cuando sale de San Sebastián. Además, el técnico francés no podía contar en este partido con hombres fundamentales en su esquema como Claudio Bravo, David Zurutuza y Gorka Elustondo.
La Real adquirió durante los primeros minutos el gobierno del encuentro ante un Valladolid que jugaba a empujones. Iba y venía del partido al ritmo de Álvaro Rubio y Markel Bergara, pero las noticias solo se sucedieron en el área vallisoletana con dos llegadas peligrosas de Chory Castro y de Agirreche.
Los de Djukic despertaron de su letargo transcurridos los primeros diez minutos y la Real se volvió más cautelosa que audaz, con dos líneas de cuatro protegiendo a Zubikarai. Buscaba el contragolpe el equipo vasco que, en un santiamén, se plantaba en el área local aunque sin demasiado peligro.
El partido empezaba a ponerse feo para los locales, pero Javi Guerra, decidido y osado al fin, estuvo a punto de cambiar radicalmente el estado de las cosas con un buen testarazo que detuvo Zubikarai (min. 25).
Cinco minutos después, Ebert volvió a probar al meta donostiarra con un disparo seco y duro, aunque lejano. Estaba acabando mejor el Valladolid la primera entrega del partido, percutiendo con facilidad por las bandas, pero el marcador se movió a favor de los visitantes en un remate de Antoine Griezmann tras una indecisión del guardameta hispano-venezolano Dani Hernández.
Ahí no acabó todo. La primera parte agonizaba cuando el alemán Patrick Ebert enganchó un disparo raso desde la frontal de área que sorprendió a Zubikarai para poner un justo empate en el marcador (1-1) tras lo acontecido en los primeros 45 minutos.
Al poco de la reanudación, Antoine Griezmann remató al larguero. Fue cinco minutos antes de acertar plenamente con la meta de Dani Hernández en un golazo para enmarcar tras un disparo rotundo y espectacular que se coló como un obús en la portería del guardameta local.
El goleador francés, más Carlos Vela y Chory Castro alborotaron el partido y pusieron en notables apuros a la defensa del equipo vallisoletano que, no obstante, se encontró con el empate en un buen remate de Óscar González a centro de Ebert, muy activo en esta segunda parte.
La entrada de Alberto Bueno y los cambios de la Real variaron el guión del partido y el Valladolid pasó a dominar claramente, aunque no fue capaz de hacer más daño en el marcador a un rival físicamente agotado y que firmaba el empate aunque, paradójicamente, contó con las dos últimas ocasiones del partido.
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