Athletic de Bilbao, que dirige el argentino Marcelo Bielsa, aguantó al final del choque la embestida de un Sevilla volcado al ataque y logró un triunfo por la mínima (2-1) que le cambia mucho la cara y le redime de la decepción europea del pasado jueves, cuando casi quedó eliminado de la Liga Europa.
El equipo bilbaíno ha hecho valer con mucho esfuerzo el 2-0 con el que le adelantaron Oscar de Marcos y Markel Susaeta en la primera mitad ante un Sevilla lanzado por el renacido José Antonio Reyes, bien ayudado por Jesús Navas, y que había acortado distancias transformando Álvaro Negredo un penalti por mano de Andoni Iraola.
Con este triunfo, el Athletic se impulsa en la tabla, donde se escapa ya a cuatro puntos de las posiciones de descenso y se acerca a unos puestos europeos a las puertas de los cuales podía haberse puesto el equipo hispalense de haber aprovechado su visita a Bilbao.
No fue así y los de Michel se quedan, como ahora lo de Marcelo Bielsa, en mitad de la tabla.
Un remate sin portero desde la frontal que Aritz Aduriz no fue capaz de colocar entre los tres palos cuando se llevaban solo once segundos de juego avanzó lo entretenido que iba a ser el partido. Al ariete local le llegó de manera sorpresiva un balón del bosnio Emir Spahic en un mal entendimiento del central croata con Andrés Palop.
Respondió rápido el Sevilla, cinco minutos después, en otra jugada nacida de otro claro error defensivo, en este caso de Jon Aurtenetxe. Pero al internacional Jesús Navas se le fue demasiado cruzado su disparo, escorado a la derecha.
Una nueva ocasión en el minuto 8 de Aduriz, al que se le fue alto una volea clara tras cesión de cabeza de De Marcos, certificó un primer tramo de choque favorable al Athletic.
Un fuerte disparo del Ivan Rakitic dentro del área en el 23, despejado por Gorka Iraizoz, pareció simbolizar el cambio de rumbo que estaba tomando el encuentro.
Pero justo cuando el Sevilla se sentía mejor, De Marcos abrió el marcador. Lo hizo casi sin querer, con un toque sutil a un centro de Aurtenetxe al que casi no se atrevió a rematar. Pero finalmente puso el pie y la pelota entró junto al palo derecho de la meta de Palop.
Sendos remates de cabeza del Athletic -el segundo, en muy buena posición, de Susaeta, que salió alto-, así como un par de contras mal terminadas del Sevilla dieron paso al segundo tanto local, ya sobre la hora
Aduriz se redimió de su falta de acierto inicial y con una perfecta prolongación de cabeza dejó casi hecho el tanto a Susaeta, que celebró la reciente llamada de Vicente del Bosque su sexto gol del curso, el segundo en Liga. El tanto llegó con suspense ya que el balón cruzó la raya después de que lo despejase Palop.
De vuelta de vestuarios el Sevilla se hizo con el partido, aunque sin ocasiones de gol durante en la primera mitad del segundo tiempo a pesar de la entrada en juego de Reyes, que dinamizó el juego de los suyos.
A partir de ahí, el choque se embaló. Abrió fuego el senegalés Babá Diawara con un fuerte disparo lejano y siguió Susaeta rematando alto un pase de Óscar de Marcos. Después Iraizoz respondió con dos paradones en la misma jugada. Primero ante Babá en un mano a mano y tras el despeje a un fuerte tiro del internacional Álvaro Negredo.
Acto seguido llegó una de las jugadas que varió el rumbo del choque, la expulsión de Herrera por dos amarillas. Y poco después la segunda, el penalti por mano de Iraola, transformado con solvencia por Negredo, que engañó a Iraizoz.
De ahí al final, asedio sevillista, Iraizoz en buena línea agradeciendo el apoyo de San Mamés, y victoria final de los locales que les cambia mucho el ánimo y les redime del varapalo europeo de esta semana ante el Olympique de Lyon.
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