El Levante UD dejó al RCD Espanyol fuera de los puestos de Champions League de la clasificación y duerme cuarto en la tabla con dos goles justo cuando el conjunto catalán más apretaba la poblada área visitante, con un planteamiento conservador tras el tanto de Valdo en el minuto 24.
La diana de Uche en el 75 disparó la ilusión blanquiazul pero Rubén Suárez puso fin al gran sueño continental del Espanyol de falta directa a uno del final. El Levante suma su primera victoria después diez partidos sin ganar y vuelve a posicionarse como uno de los candidatos a los puestos de privilegio al final de temporada.
En el inicio del partido, Coutinho revolucionó el ataque del Espanyol. El brasileño enamoró a la afición con internadas eléctricas, sombreros, pases imposibles y detalles de calidad que desquiciaron a Pedro López, en el lateral izquierdo, y a toda la zaga. Nada tenía que envidiar Weiss, que volvió loco a su defensor por la derecha.
La iniciativa era claramente catalana, sin noticias del bloque visitante. Koné, por su parte, no disponía de ocasiones claras y sólo recibió un balón en el área, una jugada rápidamente desbaratada por los centrales locales. La seguridad atrás era total y las ofensivas de los de Mauricio Pochettino, constantes.
Sin embargo, con el único error defensivo de los locales llegó el primer gol del partido. En el minuto 24, el ex blanquiazul Valdo recogió un pase de Barkero hacia Koné y aprovechó el hueco que dejó la posición avanzada de Dídac para firmar una brillante carrera por la derecha. Batió con un fuerte disparo cruzado a Kiko Casilla.
Al Levante le bastaba ahora con mantener la firmeza atrás y salir a la contra. Sus ocasiones se limitaban a centros de Barkero desde la derecha, pero seguían mandando en el marcador. El Espanyol dejó más espacios y Coutinho y Weiss se intercambiaron las bandas buscando el empate. La presión era del Espanyol pero el premio, del Levante.
En la reanudación el Levante no cambiaría su planteamiento. La consigna de Juan Ignacio Martínez era clara: esperar atrás, riesgo mínimo y Koné a pelear arriba. El Espanyol se desesperaba. Tenía el balón pero no encontraba la fórmula. Weiss, muy activo, acabó con amarilla tras estrellarse una y otra vez contra la zaga visitante.
El cronómetro apretaba a los blanquiazules y hacía bueno el planteamiento del Levante. De todas formas, Uche hizo buena la feroz insistencia catalana en el minuto 75. El delantero nigeriano remató de cabeza un centro de Verdú y envió el balón pegado a la base del poste derecho, imparable para Munúa.
El punto parecía valerle al bloque visitante, que no adelantó excesivamente sus líneas. Pero, de nuevo, el acelerón final no le valió de nada al Espanyol. Cuando faltaba un minuto para el final, Rubén Suárez volvió a adelantar a los suyos de falta directa con un disparo que rebota en Verdú. Esta vez ya sería la definitiva.
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