jueves, 30 de abril de 2015

Simeone acertó en un triunfo con aroma a Champions



Los números atestiguan lo obvio, los aciertos de Simeone apenas hacen visibles sus errores. En el partido más difícil que tuvieron que afrontar tras el mal trago del Bernabéu, el Cholo atinó. El argentino introdujo a Fernando Torres en el momento idóneo, cuando más achuchaba el Villarreal, para llevarse un partido que certifica que difícil será que los rojiblancos se apeen de su tercera plaza. El Niño vivió en su estadio fetiche, seis goles en seis visitas ligueras, otra gran noche como rojiblanco.

Villarreal y Atlético ofrecieron un primer tiempo suficientemente espectacular como para que mereciese la pena aguantar en las gradas o frente al televisor hasta la medianoche el desenlace final. Los primeros compases del partido aventuraron que ambas escuadras iban a mantenerse fieles al original guión de sus duelos. Hubo fútbol, tensión y mucha polémica. González González prefirió mirar hacia otro lado y no castigar a los locales con una pena máxima en un par de acciones consecutivas dentro del área de Griezmann y facilitó, obviando una clara falta sobre Mandzukic, que el Villarreal acariciase acabar con su sequía, un solo gol en siete partidos.
El partido ofreció en su arranque la versión más estética del juego colchonero. Desde la posesión, el Atlético se fue a por un partido que arrancó con una ocasión de Campbell, el costarricense fue el mejor del ‘Submarino’, que detuvo el imbatible Oblak. A partir de ese momento, y hasta la clara doble ocasión nombrada de Víctor Ruíz y Gerard, el partido fue sólo del Atlético.
Minutos después, Arda mostró que sus habilidades trascienden su diestra y con intención trató de enviar con su cabeza un centro de Koke. El propio Koke, después, engancharía otra dejada de Mandzukic que se marchó por poco. Un carrusel de ocasiones que finiquitó antes del descanso el croata con un cabezazo que también lamió el palo.
Sin premio, pero seguro de la vía a seguir para resolver con tres puntos la salida más difícil que le queda en esta Liga, el Atleti arrancó el segundo acto manteniendo la posesión. Y con Mandzukic buscando intervenir lejos del área, espacio en el que es mucho menos útil.
Con el partido adquiriendo cierto tinte amarillo, y también gris, Simeone decidió intervenir. Apostó por Saúl y ofreció a Torres la oportunidad de confirmar que el gol para él es más sencillo en El Madrigal. La maniobra del Cholo tuvo el resultado deseado cuando menos parecía que iba a tenerlo. A lomos de Campbell, el ‘Submarino’ logró acercarse con asiduidad a Oblak.

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