MADRID -- Un decepcionante empate contra el Mallorca confirmó la crisis del Atlético de Madrid, que recibió el 0-1 en la primera jugada y que empató antes del descanso, pero que repitió un fútbol previsible, sin apenas ocasiones claras, y que reincidió en sus problemas ofensivos ante un rival competitivo y conformista.
El equipo rojiblanco, aún muy por debajo de las expectativas, no ha ganado en sus últimos seis encuentros, cuatro en la Liga, en la que mira cada vez a más distancia las plazas de Liga de Campeones, su meta fundamental del curso. Hoy, igualó con el Mallorca, compañero en mitad de la tabla con cuatro duelos seguidos sin perder (1-1).
Atlético se encontró el peor panorama posible en la primera jugada. Mallorca sacó de centro, llevó la pelota hasta los alrededores del área del belga Courtois y un centro del ítalo-argentino Tissone chocó en el portugués Tiago, primero, y después en el codo de su compatriota Silvio. Penalti en el minuto 1.
No falló el israelí Tomer Hemed, que suma cuatro goles en el curso de su estreno en la Liga española, todos desde los once metros, y que dio ventaja al conjunto balear nada más empezar un encuentro fundamental para el equipo rojiblanco, que no se enteró del inicio del choque hasta que ya iba por detrás en el marcador.
Gregorio Manzano, que prescindió de José Antonio Reyes en el once por segundo choque seguido, insistió en un sistema sin extremos, con excesiva acumulación de futbolistas por el centro y con las bandas como carril exclusivo para los laterales. No funcionó el Atlético, que ni hizo daño ni incomodó al Mallorca hasta el minuto 43.
Reclamó un penalti el brasileño Diego Ribas, el único que intentó dar algo de verticalidad al fútbol local camino del descanso; Tiago enganchó un disparo lejano; Falcao hizo una jugada individual; una pared acabó con un intento de Silvio... El Atlético dominaba, pero sólo aparecía a ráfagas, sin claridad ni profundidad.
Las dificultades en ataque del equipo madrileño facilitaron el trabajo defensivo del Mallorca, que vivió con la tranquilidad que le daba el 0-1 a favor y el continuo, lento e inofensivo movimiento horizontal de balón de los rojiblancos hasta que un penalti de Iván Ramis sobre Falcao lo transformó el colombiano en el 1-1 (m. 43).
Un alivio para el Atlético. Empató el partido en un momento importante, poco antes del descanso; rompió su sequía goleadora colectiva de los últimos tres encuentros e individual de Falcao en los cinco choque mas recientes y tenía más de 45 minutos para buscar la victoria, aunque aún con la necesidad de ofrecer mucho más.
Una ocasión de Adrián López, que falló ante Aouate tras un pase perfecto de Turan, dio algo de credibilidad a los intentos en ataque de un Atlético muy previsible. Con más control, pero sin imaginación en los metros finales, salvo en alguna aparición de Reyes, ya sobre el césped junto a Salvio en una doble sustitución de Manzano.
También hubo cambios en el Mallorca, uno obligado por un fuerte golpe en la cabeza de Chico Flores, retirado en camilla del terreno de juego, en un choque con el portero Aouate, en un encuentro que entró en el tramo final sin nada decidido, con mucha más urgencia del Atlético y con conformismo con el punto por parte visitante.
No fue capaz el equipo rojiblanco de cambiar la dinámica del partido, que apuntaba al empate, pese a los últimos intentos ofensivos, como un colocado disparo de Reyes, un cabezazo de Falcao y un lanzamiento de falta, ya en el tiempo añadido, de Diego. Ya no hay duda: el Atlético, despedido con pitos, está en crisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario