El Valencia ganó sin brillar y sin sufrir más que lo justo ante el Getafe, en un partido en el que consiguió el primer triunfo por más de un gol de la temporada, resultado que dejó al equipo madrileño en una situación clasificatoria complicada.
Conducido a ráfagas por el argentino Éver Banega, el equipo valenciano fue superior en el cómputo del partido a su rival, que únicamente mostró verdaderas opciones de sumar en Mestalla durante la primera media hora de la segunda parte, cuando perdía por 2-1.
Fue, por tanto, un partido de dos fases, en la que los cambios hicieron mejor al Getafe en el segundo tiempo. Todo terminó cuando Aritz Aduriz hizo el 3-1 a quince minutos del final de un choque en el que el conjunto local hizo más méritos que su rival para ganar.
Los goles dieron vida al primer tiempo en el que el Valencia llevó la iniciativa. Tuvo más posesión de balón y se acercó más a la meta de su rival, aunque sin crear claras ocasiones de gol.
Prueba de ello fue que las dos opciones más nítidas para el equipo local acabaron en gol. Fueron los dos primeros marcados por este jugador con la camiseta del Valencia, aunque el más preciso fue el de Diego Castro, que culminó de espuela un buen contragolpe del Getafe.
Tras el 1-0, el Valencia se asentó, pero el Getafe, doce minutos después, encontró su opción a la contra para igualar, aunque un minuto después comprobó como su esfuerzo era nuevamente neutralizado por su rival que puso el 2-1 en el marcador.
Desde entonces y hasta el descanso, el Valencia, conducido por Banega, controló el juego pero sin llegar a la meta de Miguel Ángel Moyà, ante un rival que dispuso de un par de ocasiones, una a la contra y otra en el saque de un córner.
El encuentro dio comienzo en su segunda mitad con los papeles cambiados. El Getafe dominaba territorialmente y el Valencia buscaba los espacios a la contra, aunque las aproximaciones de unos y otros apenas generaban peligro.
A medida que pasaban los minutos, el Valencia se atenazó y perdió frescura, lo que permitió al equipo madrileño hacer circular el balón y obligar a su rival a correr detrás de la pelota. Con media hora de juego por delante, al equipo local parecía no quedarle más energías que las justas para mantener el marcador.
El Valencia dispuso de algunas llegadas a la contra, pero no tuvo acierto hasta que, cuando más dominaba el equipo visitante, un contragolpe local fue resuelto por Aduriz con el tercer gol de su equipo.
A partir de ese momento, el partido perdió intensidad, el Getafe ya no tuvo opciones de crear peligro ante la meta de Guaita y en los minutos finales estuvo más cerca el cuarto gol local que el descuento del conjunto visitante en el primer partido de la campaña en la que el público de Mestalla no sufrió al final del encuentro.
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