La aparición salvadora del internacional español Dani Güiza, autor de los dos goles de su equipo, salvaron al Getafe de su enésimo tropiezo y de perder ante Osasuna, que salió vivo del Coliseum Alfonso Pérez gracias la suerte y al acierto del senegalés Ibrahima Balde, exjugador del Atlético y goleador por partida doble para los navarros.
El partido no comenzó bien para el Getafe, que perdió en el último momento a su fichaje de mayor relumbrón para esta temporada. La noche anterior, Pedro León tuvo un percance en una rodilla y tuvo que ver el partido desde la grada.
No está teniendo suerte Luis García, que desde que comenzó el curso no deja de hacer visitas a la enfermería para ver cómo están sus mejores jugadores. Por ella han pasado Diego Castro, Abdel Barrada, Miguel Ángel Moya o el mismo Pedro León, que en anteriores fases de la temporada ha sido uno de los damnificados.
De todo esto se ha lamentado el técnico del conjunto madrileño, que en la víspera del duelo se mostró aliviado por el final de la plaga de lesiones. No sabía la sorpresa que le esperaba un día después, cuando se quedó sin su extremo diestro titular.
Con esas malas sensaciones tuvo que saltar al campo el Getafe, que durante el primer tiempo estuvo mucho más afinado que su rival. Osasuna, vivió de la fuerza, el pelotazo y la intensidad. Y de la suerte. La tuvo el delantero Ibrahim Balde, que en el minuto siete aprovechó un resbalón inoportuno de Moyá para anotar, con un cabezazo manso, sin aparente peligro, el primer tanto del duelo.
Fue otro golpe de mala fortuna para el Getafe, el segundo de la noche tras conocerse la ausencia de Pedro León. Y el enésimo de la temporada. Muchas son las desgracias que ya ha sufrido el conjunto del sur de la Comunidad de Madrid. Entre ellas, goles absurdos como el de Ibra o dianas en descuentos de otros partidos que han evitado que los hombres de Luis García sumasen más puntos.
Sin embargo, la escuadra "azulona" asumió su desdicha y consiguió agotar Osasuna con Abdel Barrada al frente. El canterano del Getafe apunta muy buenas maneras y se está convirtiendo poco a poco en el referente del equipo. Desde luego, es el que más y mejores ideas tiene sobre el campo.
Pero la falta de puntería local evitó el empate antes del descanso. Hasta seis disparos rozaron el gol sin ver portería. Entre Miku, Pedro Ríos y Diego Castro, se repartieron todas las ocasiones que acabaron en el limbo.
Esa falta de acierto no la tuvo Dani Güiza, que salió al campo iniciada la segunda parte para intentar el rescate de su equipo. Y no defraudó. La primera que tuvo, la metió dentro. El jerezano recuperó su olfato y se estrenó en su regreso al Getafe. Y, ya de paso, arreglaba un desaguisado que volvió instantes después con otro tanto de Ibrahima.
Osasuna, sin hacer nada, estaba de nuevo por delante del marcador. A lo mejor, ni se lo creían los navarros. Dos cabezazos, dos goles. Cien por ciento de éxito. Enfrente, el Getafe parecía una escopeta de feria. Y casi lo pagó. Por suerte, Güiza volvió a aparecer para dar en la diana. Hizo el empate con un buen cabezazo, pero tuvo la mala suerte de no ser el protagonista de los remates en las últimas jugadas. Sus compañeros volvieron a errar y ellos mismos evitaron la remontada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario