Athletic de Bilbao se ha llevado con justicia el derbi vasco disputado en Anoeta gracias a los dos goles marcados por Fernando Llorente, que conceden un importante respiro a un equipo que llegaba en puesto de descenso.
Avisó pronto el Athletic de su peligro, ya que, en el minuto 2, Llorente, que generó muchos problemas a la defensa realista, remató tras una gran parada de Bravo un balón al palo que metió el respeto en el cuerpo de los futbolistas guipuzcoanos.
Iker Muniain, duda durante los últimos días y recuperado en el último momento, tuvo también en sus botas el 0-1 en el minuto 25, cuando se anticipó a los dos centrales realistas y cruzó un intencionado disparo que volvió a encontrarse con Bravo.
El conjunto vizcaíno jugaba más y mejor que los locales y por eso no fue una sorpresa que se adelantara en el marcador, tras una gran conducción de De Marcos que colocó un balón a Llorente para que éste, de excepcional definición, marcara un gol de muchos quilates.
La Real estaba tocada y en el vestuario Montanier tuvo que recomponer la moral rota tras la exhibición rojiblanca del primer periodo, y los donostiarras salieron lanzados en un inicio del segundo tiempo en el que pudo marcar Zurutuza, con el Athletic pasando muchos apuros.
El empate llegó en el 59 con un gol de bandera logrado por el joven Iñigo Martínez desde su propio campo, unos 55 metros, aprovechando la posición adelantada de Iraizoz. La grada se volvió loca con un tanto que puede ser el mejor de la temporada.
En plena exhibición de los realistas, Griezmann, con el Athletic descompuesto, tuvo el segundo tanto, pero envió el balón al poste con Iraizoz batido.
Cuando peor lo pasaba el equipo de Marcelo Bielsa llegó el tanto de Fernando Llorente, tras un envío largo de Amorebieta que el delantero internacional remató con su habitual precisión. Toquero, en el descuento, estuvo muy cerca de marcar el tercero.
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