El Real Madrid, con excesivo sufrimiento e incertidumbre, remontó y acabó por derribar al Sporting (3-1) para asegurar un margen de confianza antes de su visita al Barcelona en el Camp Nou cuatro días después de la cita de Múnich, ante el Bayern, en Liga de Campeones.
Jose Mourinho, además, podrá contar con todos para Barcelona. Ni el argentino Di María ni Cristiano Ronaldo vieron la quinta amarilla. Salieron airosos de la amenaza.
Sufre el equipo de Jose Mourinho más de la cuenta. Lejos de la determinación de otros tiempos, cuando infló sus registros. Afronta angustiado sus compromisos recientes. Y su adversario hace ya algunas jornadas que juega con ello a favor y pretende rentabilizarlo.
Sucedió también ante el Sporting, que llegó con el agua al cuello por su posición en la tabla y con una puesta en escena fiel a las ideas de su técnico, Javier Clemente, reforzado tras su victoria ante el Levante.
El preparador vasco, sin disimulo y a pesar de la urgencia de puntos, estableció una zaga poblada. Con cinco defensas. Entre ellos Moisés, un joven del filial que debutó en el Santiago Bernabéu.
El turco Nuri Sahin ocupó el lugar de Xabi Aloso en el Real Madrid, que tuvo en el banquillo al argentino Ángel Di María y al francés Karim Benzema. Gonzalo Higuaín y José Callejón ocuparon su sitio en el once inicial.
El Madrid, sin embargo, no carburó. Empeñado en llegar a la meta rival por el centro, se estrelló una y otra vez contra el armazón del equipo asturiano, firme y sin contemplaciones, a la espera de una acción aislada, de un error local para hacer frente a sus escasas ocasiones.
Sin embargo, amenazó primero el Sporting. El argentino Gastón Sangoy, al cuarto de hora, aprovechó un error de Sergio Ramos y encaró a Iker, que desvió su lanzamiento.
Fue la primera advertencia, que el Madrid no tuvo en cuenta. La siguiente fue más seria. En un contraataque llevado por Trejo el balón fue rebañado desde el suelo por Sergio Ramos con la mano dentro del área. El penalti lo transformó De las Cuevas.
El mismo actor que hace un año despachó de la Liga al Real Madrid. En esta ocasión, restaba más tiempo por delante.
El equipo de Jose Mourinho apenas había creado peligro a pesar de su dominio. Sahin no fue capaz de tomar el mando. Sami Khedira, por el que pasaba el balón más veces de las necesarias, careció de luz par alumbrar el fútbol de su equipo. De Ozil no había noticias.
Sin embargo, en pleno enredo, cuando la tensión era excesiva, el Madrid encontró el empate. Un centro de Sergio Ramos al corazón del área fue cabeceado por Higuaín para batir a Juan Pablo y encender definitivamente el partido.
Callejón y Sahin tuvieron el segundo antes del descanso. Ambos quedaron en el vestuario en el intermedio. Mourinho subió la apuesta. Entraron Di María y Benzema para darle la vuelta al partido, mientras que Clemente dejó a Iván Hernández para dar salida a Ricardo. Después, a los diez minutos, acentuó su intención conservadora al quitar a Sangoy para que jugara Andre.
Tal y como sucedió ante el Valencia, el Real Madrid inclinó definitivamente el partido. No obligó, sin embargo, a paradas excesivas a Juan Pablo. No tuvo ocasiones claras. Higuaín lanzó fuera una. Pero el cansancio y el tiempo alimentaron la zozobra.
Ronaldo, como no, acabó con la resistencia visitante poco antes de afrontar el último cuarto de hora. De cabeza, tras un centro de Di María, que antes de entrar dio en el palo. Con suspense.
El Sporting intentó reaccionar. Recomponer la situación en busca de un botín que tuvo en la mano durante 75 minutos. Pero abierto y con uno menos por la expulsión del capitán Canella, el Madrid se encontró a gusto. Y Benzema hizo el tercero para sentenciar el choque antes de una semana decisiva para su equipo.
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