La vida del colombiano Radamel Falcao, del Atlético de Madrid, podía haber sido muy distinta si hubiera seguido los pasos en el deporte que practicó de niño, el béisbol.
Falcao vivió en su infancia en Venezuela durante cinco años con su familia, pero en vez de seguir al principio los pasos de su progenitor, futbolista, comenzó jugando al béisbol, el deporte rey en el país caribeño y del que sigue siendo un grandísimo aficionado.
Su velocidad y su visión de juego no pasó desapercibida para los entrenadores del lugar, que recondujeron su carrera hacia el fútbol, su gran pasión desde entonces y que le ha dado éxitos en el fútbol europeo. AFP
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