La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, señaló el martes que la final de Copa del Rey que disputan el viernes el Barcelona y el Athletic de Bilbao debería ser suspendida si los aficionados pitan el himno español, palabras que han creado una gran polémica.
Como ocurrió en 2009 en la final de la Copa que disputaron los mismos equipos, es muy probable que las aficiones, entre los que se encuentran independentistas del País Vasco y de Cataluña, silben durante el himno nacional previo al partido del viernes.
"Los ultrajes a la bandera o al himno son delito en el Código Penal. No se deben consentir y por lo tanto, mi opinión es que el partido se debe suspender y celebrarse a puerta cerrada en otro lugar", declaró Aguirre a la radio Onda Cero el martes.
El Príncipe Felipe asistirá al partido y entregará la Copa al equipo vencedor en sustitución de su padre, que todavía se recupera de una lesión en la cadera que se produjo durante un safari de caza.
Aguirre insistió en que el partido debe ser suspendido a pesar de los problemas que conlleve ya que considera que una pitada no debe ser aceptada.
"Este es el campeonato de España. Esta Copa la entregaba el presidente de la República cuando había República, Franco cuando estaba Franco, y ahora es la Copa de su Majestad el Rey, pero es la Copa de España", explicó la presidenta madrileña.
Aguirre, una de las figuras más importantes del Partido Popular, de tendencia conservadora, añadió que había considerado esta opinión durante mucho tiempo.
"Si algunos de los aficionados quieren silbar, entonces el partido no se lleva a cabo, tan fácil como eso", añadió Aguirre, que reconoció que no todos los aficionados del Barcelona y del Athletic son nacionalistas, independentistas o 'antiespañoles'.
Las reacciones llegaron este miércoles, y en Barcelona el diario El Mundo Deportivo tituló '¿Por qué no te callas?', en referencia a las palabras de Aguirre.
El Sport, en términos similares, señaló 'La Copa está siendo envenenada', mientras que La Vanguardia publicó un editorial titulado 'El error de Aguirre' en el que se pide a los políticos que "rebajen la tensión, no que hagan de bomberos pirómanos".
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, coincidió con el mensaje de La Vanguardia y pidió este miércoles "colaborar para serenar los ánimos y los espíritus".
Más enérgico se mostró el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, que pidió a los aficionados del club que "expresen libremente sus sentimientos", mientras que el jugador Gerard Piqué señaló en rueda de prensa que "hay problemas en este país más importantes de los que preocuparse".
Finalmente y como colofón a lo que puede ser un viernes complicado, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha admitido una manifestación de ultraderecha cuatro horas antes del partido bajo el lema 'Contra el separatismo, una bandera', mientras que cerca de 40.000 aficionados del Athletic y del Barcelona estarán en las calles disfrutando del día antes del comienzo de la final a las 20h00 GMT.
AFP
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