La pegada del Real Madrid ha certificado hoy en San Mamés el título liguero del equipo blanco, que se ha impuesto con suficiencia (0-3) a un Athletic Club que hoy ha distado de ser el gran equipo de otros partidos importantes de la temporada, sobre todo en los torneos coperos.
El equipo de José Mourinho ha sido como un martillo pilón para el conjunto rojiblanco, al que ha golpeado duro desde el principio, primero con sendos tantos de Gonzalo Higuain y Mesut Ozil en los primeros veinte minutos y un tercero de Ronaldo, definitivo, al comienzo de la segunda mitad.
Y eso que la estrella portuguesa falló un penalti todavía con 0-0, el primero que ha parado Gorka Iraizoz en las cinco temporadas que lleva en el conjunto bilbaíno. Ese error deja a Cristiano dos goles por detrás de Leo Messi, que hoy ha marcado tres al Málaga, en la lucha por el título de máximo goleador.
El Madrid no ha acusado la falta de Ángel Di María, Marcelo y Karim Benzema, pero para el Athletic las bajas conocidas de Fernando Amorebieta, Ander Iturraspe y Ander Herrera, la de última hora de Iker Muniain en el calentamiento, y el descanso que le dio Marcelo Bielsa de inicio a Andoni Iraola fue demasiado.
El partido comenzó a todo trapo sobre el césped y en la grada con el público de San Mamés mostrando con palabras gruesas al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cuán molesta está porque no sea el Santiago Bernabéu el escenario de la final de la Copa del Rey.
En el césped, los dos equipos sin concesiones. Más puesto en el arranque el Madrid, que para el minuto 2 contó con su primera ocasión. Un fuerte disparo de Coentrao que Iraizoz mandó a córner.
El meta navarro reclamó una cuota de protagonismo desconocida en él desde que llegó al Athletic parando su primer penalti en el equipo bilbaíno después de 25 lanzamientos anteriores. Se lo detuvo a Cristiano, que le marcó dos en esa misma suerte en la primera vuelta.
Antes Susaeta había respondido de cabeza a centro de Toquero. Y después, el conjunto visitante, que no acusó el golpe del penalti fallado por su estrella, abrió pronto el marcador. Lo hizo con un disparo de Higuain desde la frontal en una jugada en la que se pidió fuera de juego en el inicio de Cristiano, que fue quien pasó al argentino.
Otra jugada en la que también se pidió mano de Sami Khedira en el área del Real Madrid precedió al segundo tanto blanco, un gol de Ozil en el segundo palo a un perfecto servicio de Cristiano desde la banda derecha.
Unos minutos de cierta tregua dieron paso a un esprint final del primer tiempo con dos minuto de vértigo, del 36 al 37. Primero con dos oportunidades del Athletic en la misma jugada. Un golpe franco directo de Íñigo Pérez que obligó a una espléndida intervención a Iker Casillas y un lanzamiento al larguero de Ibai Gómez en el rechace. Inmediatamente respondió Ozil en la otra frontal con otro tiro al larguero tras buena jugada individual.
Tras el descanso, el córner tras una acción en la que Higuain merodeó el gol por dos ocasiones, ambas malogradas por Javi Martínez, llegó el tercer gol. Un córner botado por Xabi Alonso que remató Cristiano, solo, en el centro del área.
Un par de intentos por acortar distancias, entre ellos un lanzamiento lejano de De Marcos otra vez al larguero, fue el canto de cisne de los locales, a los que dio la puntilla la segunda amarilla y, consiguiente expulsión, a Javi Martínez por mano.
Una decisión que encrespó más a la grada de San Mamés, que puso el pero a la victoria madridista de un posible fuera de juego de Ronaldo en el inicio de la jugada del primer gol y una posible mano de Khedira en su área todavía con 0-1.
Aún en caso de tener razón, lo cierto es que hoy en 'La Catedral' lo que más apareció fue la pegada madridista. Esa que le ha mantenido en lo más alto de la tabla durante buena parte de la temporada y que mañana le llevará a la madrileña plaza de La Cibeles.
Al Athletic le tiene imbuido un viaje más largo, el que llevará a cabo la próxima semana a Bucarest en busca de su primer título europeo. Una cita histórica que explica en buena parte la alineación titular y, quizás, lo cómodo de la victoria blanca.
Un mano a mano al final ante Iraizoz que no definió como acostumbra enfrento definitivamente a Ronaldo con la grada, que también dedicó palabras gruesas al jugador portugués y respondió con una gran pitada a la alegría madridista con el pitido final.
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