Un gol del brasileño Jonas Gonçalves, en tiempo de prolongación, dio a Valencia una victoria 1-0 que le garantiza el tercer puesto en la Liga y que obliga a Villarreal a esperar a la última jornada para saber si continuará en Primera División.
Fue un partido en el que Valencia, aunque sin claridad, dominó más que Villarreal, que sólo dio la sensación de poder marcar durante algunos minutos de la fase central del segundo tiempo. Cuando llegó el gol de Jonas, el conjunto local ya había hecho algunos merecimientos, más por ocasiones que por juego, para ganar.
Mientras Valencia planteó el encuentro con su esquema habitual de 4-2-3-1, el técnico visitante, Miguel Ángel Lotina, armó un equipo de contención, con el argentino Musacchio por delante de la defensa y con Borja Valero prácticamente como segundo delantero, por detrás del paraguayo Hernán Pérez.
La primera parte fue de poca calidad. Estuvo marcada por las imprecisiones en ambos equipos, sobre todo en el Valencia, que era el que más tenía el balón y, por tanto, el que más se equivocaba, en especial en acciones defensivas cuando se empeñaba en sacar el balón jugado y no superaba la presión del rival.
Aunque el Valencia trataba de llevar la iniciativa, no conseguía crear peligro ante un rival ordenado en defensa, que no sufría, pero que tampoco se acercaba con frecuencia a la meta de Guaita.
Así las cosas, la emoción sólo provenía de la importancia de los puntos en juego y del seguimiento de los marcadores que se generaban en otros partidos. Solo alguna falta o córner aislados hacían pensar en que el marcador se podía mover, pero al final, las defensas siempre podían con los atacantes,
Estos argumentos no dieron para que el partido llegara con goles al descanso, pero el nerviosismo del equipo local sí que propició que tres de sus defensores lo hicieran con tarjeta, tras una primera parte en la que Valencia tuvo algo más de presencia, pero en la que Villarreal nunca estuvo incómodo.
Sin embargo, en los primeros minutos de la segunda parte gozó Valencia de las opciones que no había tenido en la primera. Fue en sendos remates del Aduriz y el argentino Pablo Piatti.
Estas acciones no supusieron un cambio en el ritmo del encuentro. Todo seguía igual. Si acaso, algo más de brega y pelea por parte de unos y otros.
A media hora del final, entraron en Valencia el francés Feghouli y el holandés Maduro por Piatti y Albelda con la intención de cambiar la dinámica del partido. Se empezó a jugar más cerca del área de Villarreal, lo que conllevaba más espacios para la contra visitante.
El dominio local se intensificó aunque con centros inofensivos ante un Villarreal que se acercaba ocasionalmente a la meta de Guaita, sobre todo cuando el balón pasaba por Borja Valero, su hombre más creativo.
A medida que se acercaba el final, empezaron a cobrar peso las informaciones que llegaban de otros campos y el empate parecía mejor noticia para Valencia que para Villarreal, aunque el punto podía ser decisivo de cara al próximo encuentro para los visitantes.
Así, el equipo de Lotina dudó en los minutos finales entre ir a por la victoria o defender el empate, mientras que Valencia, más seguro al conocer que Málaga perdía, tuvo varias opciones de marcar, sobre cuando Pablo envió el balón a la escuadra.
Cuando Valencia le bastaba con el empate, llegó el gol de Jonas que permitió al equipo valenciano mantener la posición que ha tenido casi todo el año y que deja a Villarreal pendiente de la calculadora ante la visita a su estadio de Atletico de Madrid en la jornada final.
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