Un gol del centrocampista manchego Tomás Pina en la segunda parte deja al Mallorca a las puertas de Europa tras ganar por 1-0 al Levante, un cuarto triunfo consecutivo que sitúa a los mallorquinistas sextos en la tabla, empatados con el cuadro valenciano.
La afición celebró con fuegos artificiales el triunfo y los dieciséis años seguidos en Primera división, en una gran fiesta bermellona en la que participaron el cuerpo técnico y los jugadores.
El Levante pagó caro el único error que cometió en todo el partido, y aunque buscó el empate hasta el final, tuvo que claudicar ante un rival que cerró con broche de oro el curso futbolístico.
Pero el partido no había empezado con buenas sensaciones para los baleares. El ambiente festivo y de jolgorio que se respiraba en Son Moix por los dieciséis años consecutivos en Primera confundió, de entrada, a los jugadores del Mallorca, lentos e imprecisos en los primeros minutos.
Al equipo de Joaquín Caparrós le cuesta un mundo entrar en juego y así ha ocurrido toda la temporada, salvo excepciones en partidos determinados.
El técnico había solicitado a los aficionados que llenaran el campo para derrotar al Levante y éstos cumplieron. Ahora, para vivir una noche mágica ante el Levante, debían responder los futbolistas en el terreno de juego.
El conjunto levantino, sin Arouna Koné, su goleador por excelencia, oficialmente con una sobrecarga en la rodilla derecha, no lo puso fácil.
Se plantó con orden y disciplina, defendió muy bien y contragolpeó con peligro. No le hacían daño Pereira ni Castro en las bandas y controlaba todo lo que ocurría en la zona ancha.
En el minuto 14, Botelho remató a puerta vacía, pero su disparo se estrelló en Nsue. En el 26, Valdo picó la pelota ante la salida desesperada de Aouate y se le fue alto por muy poco.
Dos avisos muy serios que demostraban que el conjunto granota tenía todos los sentidos puestos en no dejarse arrebatar la plaza de la Europa Liga y mantener intacta su condición de equipo revelación del curso futbolístico.
El Mallorca tenía muchos problemas para superar las líneas visitantes. Víctor (min. 22) tuvo la mejor ocasión con un disparo alto, sin embargo, la mejor ocasión de los baleares la tuvo Alejandro Alfaro (min. 35), con un toque a bocajarro que repelió Munúa al córner de forma milagrosa con su pierna izquierda.
Fue el preámbulo de lo que iba a ocurrir en el inicio de la segunda parte, donde el Mallorca, con el israelí Tomer Hemed en el sitio de Alejandro Alfaro, se fue arriba con decisión.
El centrocampista manchego del Mallorca Tomás Pina marcaba su primer gol en Primera (min. 54) con un disparo que antes de batir a Munúa rebotó en un defensor granota.
El Mallorca mantenía muy vivo su sueño europeo y con ese gol, de manera momentánea, le arrebataba la quinta plaza a un Levante que reaccionó de manera fulminante.
El equipo de Juan Ignacio Martínez peleó por el empate hasta el final, pero enfrente tuvo a un rival que no le dejó ningún resquicio y cada vez más convencido de sus opciones europeas.
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